O27

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— ¡Sehun!, ¡Hermano! — Gritó Chanyeol con una enorme sonrisa en la cara, abriendo la puerta de la oficina de su hermano. Sehun se levantó de la silla con una sonrisa en la cara.

— Chanyeol, por un momento creí que te habías olvidado de que tienes un viejo hermano mayor. —

Los dos rieron y se dieron un amistoso abrazo.

— ¿Qué tal el primer curso? —

Chanyeol se sentó torpemente en la silla. — La mujer esa no dejaba de regañarme. —

Sehun rió. — Aprenderás rápido. —

— ¿Cómo estás? — preguntó Chanyeol.

— Estoy bien, muy bien. — Respondió el mayor con una sonrisa en la cara.

— Hoy es cumpleaños de Baekhyun. Estoy en un gran lío. —

Sehun rió por la nariz. — ¿Qué tan difícil será tenerle un regalo listo?, no seas tonto. —

Chanyeol se desparramó en la silla mirando directamente al techo. — Estoy seguro de que si le regalo una lata vacía el lo agradecería igualmente, pero quiero darle algo especial. —

— No te cuesta nada preguntarle. —

La secretaria entró para entregarle una carpeta a Sehun.

— Entonces no sería sorpresa...—

— Bueno...pregúntale a uno de sus amigos.—

Chanyeol sonrió en grande ante la increíble idea de su hermano, después se decepcionó dejando en obviedad a su propia cara. Sehun se dio cuenta y lo miró pidiéndole amablemente a la secretaria que se fuera. — ¿Qué? — preguntó Sehun.

— El único amigo de Baekhyun que conozco es...Kyungsoo.—

— ¿Y? —

— Nos caemos mal. —

Sehun rió. — Eso no importa, se trata del cumpleaños de Baekhyun. Anda, llama y pregunta, no perderás nada.—

— Perderé mi dignidad. —

— Por cuarta vez...— completó Sehun entre risas disimuladas. Chanyeol giró los ojos y se levantó de la silla directo a salir de la oficina.

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— Por quinta vez, Baekhyun. Chanyeol no tiene a nadie más. —

Baekhyun estaba sentado en uno de los sofás dentro del restaurante informal con temática fresca. — Me siento inseguro...—

— Si Chanyeol está diciendo la verdad...esa mujer es una vulgar. —

—¿ Y si no lo está? — respondió Baekhyun dándole un trago a su taza de té. — hay algo muy en el fondo que me dice que Chanyeol me está ocultando algo. —

— ¡deja de alucinarte! — pidió Kyungsoo. — no puedes desconfiar de él a pocos días de haber comenzado formalmente su relación. —

— Anoche...— Baekhyun guardó silencio. — anoche me pidió que me mudara con él...—

Kyungsoo dejó escandalosamente su taza en la mesa. — ¡Lo ves!, ¿Lo ves? — tomó la mano de Baekhyun. — Déjalo pasar esta etapa...— el mayor suspiró. — para él seguramente tampoco es fácil pasar de ser una cucaracha de barrio bajo a ser un príncipe.—

— Kyungsoo...— reprochó Baekhyun.

El pelinegro rió.

Baekhyun miró a Kyungsoo. — ¿Qué tal van las cosas con...Kai? —

— Ni yo mismo lo sé. Es un imbécil. —

— Lo quieres.—

Soo bebió de la taza de té. — Lo quiero. Él a mí no. —

— Deja que lo demuestre, jamás te había sentido tan entusiasmado con alguien. —

— Es que nadie nunca me había gustado tanto. —

El celular de Kyungsoo comenzó a vibrar encima de la mesa haciendo que los cubiertos hicieran ruido debido a la vibración. Kyungsoo levantó su teléfono con desconfianza al no reconocer el número. Contestó.

Si estás con Baekhyun no digas mi nombre. —

Kyungsoo sonrió. — Qué quieres.—

— Te ordeno que me digas las cosas que le gustan a Baekhyun.—

— Que patético novio eres. — Kyungsoo rió por la nariz sonriendole a Baekhyun para evitar sospechas, se giró un poco en la propia silla ocultando su boca con su mano para que su amigo no pudiera escuchar nada. — Flores...Baekhyun adora todas las cursilerías.—

— Gracias. —

— Ahora, lárgate a comprar un maravilloso regalo para mi amigo. —

— Lo que digas, arpía. —

La llamada acabó y Kyungsoo regresó con Baekhyun. — ¿Quién era? — cuestionó Baekhyun.

— Nadie, nadie. Ahora; ¿tienes planeado hacer algo esta noche?. —

— No...—

— Deberías de considerar follar con Chanyeol hasta que amanezca, no hay mejor regalo de cumpleaños. —

Baekhyun rió. — A decir verdad, no me quejaría. —


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Sehun tomó el inicio de su nariz cerrando los ojos para calmar y no apresurar lo que diría.
Delante de él estaba Miyeon con su bolso colgando de su hombro.

— Ya te dije, no te voy a dar la dirección de Chanyeol. —

— No te cuesta nada.—

— Vete, Miyeon. — Sehun le hizo una seña.

Miyeon se negó cerrando la puerta de nuevo. — Tú sabes que Chanyeol significó mucho para mí...—

— Chanyeol ya está con alguien, está viviendo con esa persona, es algo formal.—

— Baekhyun. — Dijo ella.

Sehun se giró mirándola mal. — ¿Cómo sabes su nombre? —

— Chanyeol me lo dijo. —

— Te prohibo acercarte, ¡te lo prohibo! —

Miyeon fingió demencia.— Yo no quiero hacerle nada al pobre...Baek...¿Baekhyun?. Pero dime en donde encuentro a Chanyeol. Puedo olvidar el nombre del chico si me dices en donde está. Por los viejos tiempos, cuñado. —


— a ti y a mí no nos une nada. No vas a lograr manipularme. — Sehun caminó hasta la puerta de su oficina para llamar a su secretaria. — Jiyeon, ¡Jiyeon! —

La chica corrió hasta entrar a la oficina. — Dígame, Señor. —

— Acompaña a la señorita hasta la salida. —

Miyeon se plantó en medio de la oficina con los brazos cruzados. — ¿De verdad, Sehun?, Creí que eras un hombre con valor. —

Jiyeon se acercó a Miyeon de forma amigable. — Señorita, por favor acompáñame. —

Miyeon miró a Jiyeon con desprecio y la ignoró. — Sólo quiero la felicidad de Chanyeol, ¿no te das cuenta? —

— Si quieres verlo feliz, vete. Suficiente daño le causaste en el pasado. Jiyeon por favor. —

Miyeon se safó del agarré de Jiyeon y se fue dando fuertes taconazos.

Miel y galletas - Chanbaek. (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora