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La lluvia aterrizaba sin claridad hacia el suelo, las grandes gotas se convertían en decenas una vez tocando las calles, las personas una vez más se apresuraban para entrar en sus autos o tomar el autobús lo más pronto posible. El intenso color gris del cielo indicaba que la mañana no sería para nada fácil, los relámpagos golpeaban con seguridad por sobre el cielo.

En el pequeño y cuadrado buró de noche, se guardaba el sonido agobiante del tan poco esperado despertador verde limón, Baekhyun agitaba su cabeza pero no conseguía olvidarse del molesto y agudo sonido que perturbaba su sueño. Luego de meditarlo, Baekhyun pensó en que despertar temprano no sería tan mala idea, teniendo un clima tan frío y lluvioso sería una buena idea preparar chocolate caliente y acurrucarse con Chanyeol en alguna esquina del departamento.

Se impulsó con fuerza, saliendo así de la cama con facilidad, sus pies descalzos tocaron el piso frío de madera. Chanyeol había dejado la ventana abierta. Baekhyun se acercó con poca valentía hacia las puertas corredizas del balcón, llovía y hacía mucho viento, pensar en tomar aire de esa forma en definitiva no era lógico o sano.

El celular de Chanyeol vibró encima del mueble a un lado de la cama, Baekhyun se giró levantando una ceja, Chanyeol no solía olvidar su celular. Ignoró ése hecho y regresó para cerrar la ventana del otro lado de la habitación. El celular volvió a vibrar.

— Por fin has despertado — habló Chanyeol, Baekhyun movió su mano, mostrando así un gracioso saludo. El mayor entró con una bolsa de papel obscuro en su mano derecha y un café americano en la otra.

— Dejaste la ventana abierta —

Chanyeol miró hacia la ventana con torpeza fingida. — Lo siento, ¿has pasado frío? — luego de decir eso, le extendió el café junto con la bolsa de papel, Baekhyun tomó las cosas con curiosidad pues en su mano la bolsa parecía estar caliente. — había un hombre muy raro en la cafetería. —

— ¿Por qué cada vez que sales te pasan cosas extrañas? —

El mayor levantó sus hombros — Dijo que no quería azúcar pero que deseaba mucho café —

Baekhyun ni siquiera pudo dar el primer mordisco a su lindo croissant, tan sólo con eso pudo darse una idea de la maravillosa aventura que seguramente guió a Chanyeol. — ¿y qué hay de malo en eso? —

— ¿a quién le gusta el café sin azúcar? —

— A él — dijo Baekhyun, permitiéndose el paso hacia la cocina, Chanyeol le siguió, rascando su cadera por debajo de la bermuda café que llevaba.

— Pensé en que sería una buena idea convivir con tu madre. —

Baekhyun le miró con asombro. — ¿Tú? —

Chanyeol movió sus manos y abrió los ojos con exageración. — Dios mío, no — se escandalizó — que todo el poder del universo me libre de convivir con tu madre, me refería a ti —

El menor rió, sentándose cerca de la barra. — Se ha tomado unas cortas vacaciones, dijo que prefería estar sola en estos momentos, no quiero molestarla — extendió su mano hacia el bowl de frutas para agarrar una manzana. Chanyeol se sentó justo detrás de él, observar cómo mordía esa manzana que parecía enorme a comparación de sus pequeños labios húmedos y llenos de un dulce y embriagante veneno. — ¿Tienes planes? —

— Mike se muda, me pidió que le ayudara junto con otros amigos —

Baekhyun asintió curioso, le dio otro mordisco a la manzana. — Quiero que vayas —

Chanyeol negó, cerrando los ojos manteniendo una sonrisa. — Quiero quedarme aquí — pero al terminar de decir eso, Baekhyun negó inmediatamente.

Miel y galletas - Chanbaek. (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora