Miel y galletas - Chanbaek. (En Edición)

O37

Antes de comenzar el capítulo quiero pedir disculpas, las últimas actualizaciones de mis historias han sido lentas e incluso cortas, con diálogos pobres y textos bastante resumidos, esto pudo afectar en la experiencia al momento de leer y lo entiendo. Las últimas semanas fueron difíciles y la inspiración para escribir era completamente escasa. Ahora me encuentro mejor y con muchas ganas de actualizar pronto todos mis fics.

Por otra parte, quiero notificar lo siguiente;

La pareja secundaria; LuHan y SeHun, tendrán una historia propia, obviamente formándose en un nuevo fic próximamente.

Nuevamente, lo siento.

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— Si te esfuerzas demasiado en que queden perfectas...—

Baekhyun vaciló con una sonrisa fanfarrona que solamente causó una risa escandalosa en Chanyeol. — Oye, lo entiendo, ¿vale? —

— Deja de decir que lo entiendes. — Habló Baekhyun fingiendo autoridad estricta, dejó el bolígrafo en el escritorio. — no eres bueno en matemáticas. —

Chanyeol se giró por el sofá hasta caer a propósito, levantándose con gracia rodeó a Baekhyun para entrar a la cocina. — es tu culpa —

— ¿mi culpa? — se quejó Baekhyun fingiendo estar indignado.

— tu culpa — Chanyeol le apuntó desde la cocina, mientras que en su boca se escondían dos fresas con crema batida. — tu culpa por pedirle ayuda a alguien que nació para decepcionar a la gente. —

Baekhyun rió, se levantó del sofá con prisa para llegar hasta Chanyeol y darle un abrazo empalagoso. — eres muy malo en matemáticas —

El mayor asintió con resignación. — pero muy bueno besándome — recompensó logrando que Chanyeol ampliara una sonrisa, tan brillante que los ojos de Baekhyun se iluminaron aún más, mucho más de lo que ya lograba el propio Park.

— Ahora me siento mejor — Chanyeol dejó en la barra al bowl de fresas, decidiendo concentrarse en el puro y natural sabor plano de los labios de Byun, rellenitos y rojos, tan brillantes como un espejo expuesto a la luz solar, tan cálidos como una manta en medio de un mortal invierto, como un beso en una cena de año nuevo.

Sin necesidad de decir nada, sin nada que decir, sin nada que querer decir.
Baekhyun pensaba cada vez; ¿Por qué razón necesitaría un gesto amable de otras personas?, Chanyeol le daba más que un gesto amable y más que un simple gesto, le daba más de lo que otra persona pudo o podría ofrecerle. Los días habían marchado a una velocidad increíble e incomprensible, ahora Baekhyun asistía a la universidad con normalidad, Chanyeol decidió quedar como mesero, el café de la oficina le hartó y digamos que no deseaba tener más conflictos con máquinas expendedoras.

Cambiar un ritmo de vida a veces no era favorable y Chanyeol lo entendió después de cuatro discusiones una mudanza, ¿por qué complicarse la vida con algo que, aunque duela, probablemente acabe pronto?.
Pensar en una ruptura definitivamente no entraba a la lista de opciones, tampoco valía hacer planes.