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Este definitivamente no era un día en el cual decidieran levantarse temprano, en absoluto, incluso cuando los rayos del sol se hacían más fuertes, el reloj marcaba las nueve menos diez y el ruido del patio era bastante fuerte, ambas chicas permanecían tumbadas sobre sus camas. Morfeo no tenía intención de soltarlas aún y de no haber sido por los insistentes golpes a su puerta ninguna hubiese despertado en un rato, la primera en levantarse fue Clarisa, quien aún descalza, con el cabello desordenado y la pijama puesta se dirigió a abrirla, frente a ella estaba Luisana, su profesora de geografía

Buen día Clarisa— saludó, esta solo se rascó un ojo con pereza —Pasé para informarles que a las doce, justo antes del almuerzo deben dirigirse al auditorio para un anuncio especial

Gracias— fue lo que respondió antes de ver como su profesora tocaba la puerta de enfrente, cerró la puerta y caminó hasta la cama de Louise, tocó varias veces su hombro pero ella parecía un muerto, no se movía, no reaccionaba

Louise... llamó, pero nada... no tenía mucha paciencia ese día así que hizo lo que en un día normal le hubiese tomado unos cinco minutos decidir hacer — ¡LOUISEE! —gritó con mucha fuerza, la morena se sobresaltó bastante y se sentó en la cama con ambas manos en su pecho, ciertamente ella no era de gritar o alzar la voz pero siempre habían excepciones

¡¡Por el amor a Dios Clarisa!! ¿Qué sucede? — preguntó mientras trataba de normalizar sus respiraciones

Tenemos que estar listas para un "anuncio especial" en el auditorio antes del almuerzo —hizo comillas con sus manos sobre la cabeza —Lamento haberte asustado —dijo para disculparse aunque realmente estaba riendo de la cara de su amiga

Al final el tal "anuncio" ese no era más que comunicarle a las hormonales chicas que compartirían su graduación con los chicos, cosa que Louise y Clarisa ya lo sabían pues William les había dicho, claro que según la rectora "era una sorpresa"... adivina William, le arruinaste los planes a Miranda, la verdad era que aquellas jóvenes que durante diez años habían compartido con ellas y con las cuales habían cruzado muy pocas palabras prácticamente comenzaron a alardear y gritar de emoción, digamos que ellas eran de las que se iban los viernes en las noches y con mucha audacia se colaban el sábado por la mañana sin que nadie las viera, claro que unas cuantas veces habían atrapado a alguna de ellas

Bien Clarisa, son las dos de la tarde, tenemos exactamente cinco horas para estar listas —Louise es de esas que son estrictamente maniáticas con el tiempo, si hay que estar a una hora en algún lugar ella llegaba justo cuando marcaba la hora indicada.

La fiesta seria a las siete y para Louise cinco horas era muy poco tiempo, es decir, tenía que arreglar su cabello, maquillarse y vestirse además de arreglar también a Clarisa quien por su parte se mantenía bastante tranquila

Hagamos algo— dijo mientras sacaba su vestido del closet e invitada a Clarisa a hacer lo mismo —Anda a darte un baño, mientras te vistes yo tomo el turno en la ducha, luego tu alisaras tu cabello mientras yo me maquillo, luego te maquillo y luego me peino — y así era ella, todo lo planificaba a la perfección

Okey —se limitó a decir mientras se dirigía al baño

Mientras se duchaba recordó por un segundo a William, era un chico bastante hermoso, con unos ojos espectaculares y se preguntó ¿Qué posibilidades habrá de gustarle a un chico como él? Nunca había tenido un novio, nunca se había sentido atraída físicamente por alguien, todas esas cosas la ponían muy nerviosas, en ocasiones cuando salían con Marcos Louise la invitaba a hablarle a algún chico, durante todos esos años no logró pasar más allá de un "Hola", sonrisa tímida, ligero asentimiento, media vuelta... cuando tenía quince terminó llorando por la noche gracias a un intento fallido, no dudaba que esta noche le fuera mal.

AUNQUE PASE EL TIEMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora