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 Él esperaba encontrarla en su habitación nuevamente, pero no fue así, por un segundo el pánico se apoderó de él al pensar que se hubiese ido aterrada por la situación, pero sus palabras fueron sinceras "siéntete orgullosa" debía estarlo, no por lo que hizo, bueno si, también por eso, a él le había encantado verla, como le había devuelto el beso, como se había sentado en su regazo... bueno, pero no era eso, debía estar orgullosa de no dejarse vencer por el miedo, por las inseguridades, por permitirse ser ella misma y hacer lo que realmente quería y no lo que "se supone que tendría que haber hecho"... estaba completamente vestido, lo había hecho en el baño, por respeto a Clarisa, pero ella no estaba, de pronto el hambre se apoderó de él y recordó que ella amablemente le había preparado algo y solo había probado uno que otro bocado, así que fue en su busca, grande fue su sorpresa al salir y encontrarla sentada con el poemario entre sus manos, al notarlo, levantó el rostro hacia él

¡Que alivio! Pensé que te habías ido— ella le sonrió

Dijiste que podía quedarme

Y lo mantengo... ¿te gusta eso? — preguntó señalando el poemario, ella asintió mientras veía como caminaba hacia la mesa, tomando el plato entre sus manos y sentándose a su lado

No tiene autor ¿de quién es? — quiso saber ella

Algún día, quizá te lo diga— respondió él con la boca llena, aquello hizo que riera, no una sonrisa, ella rio de verdad, rio con diversión... estaba enamorado de su risa

Cierra la boca Nicolás... — dijo aun riendo — ¿Por qué no me lo dices ahora? — obedientemente, comió todo el sándwich antes de responderle

Porque el autor desea mantenerse en el anonimato

No debería, sus palabras son hermosas— los ojos de Nicolás se iluminaron ante aquellas palabras, sin previo aviso depositó un beso en su mejilla, para luego seguir comiendo

Gracias por los sándwiches, están deliciosos— dijo luego de un rato, dejando el plato vacío sobre la mesa, ella le restó importancia a sus palabras con un gesto de sus manos — ¿quieres seguir leyendo o podemos ver la tele? — Propuso Nicolás, ella iba a responderle pero un bostezo se interpuso en su respuesta —o podemos dormir— ambos rieron ante el comentario

No, me gustaría ver la tele contigo— el rubio asintió, levantándose para buscar el control del televisor para encenderlo, Clarisa por su parte dejó el libro sobre la mesa, para acomodarse mejor en el mueble

¿Así que... prefieres ver una película o hacemos zapping?

Zapping— respondió ella

Después de haber pasado todo el día llorando y en un pequeño estado de depresión ahora se sentía tranquilo, estaba en paz consigo, sentía que todo iba a mejorar si la tenía a su lado, que era justo donde estaba, sentada con la cabeza recostada en su pecho mientras él la rodeaba con un brazo, incluso había subido las piernas al mueble y se veía de lo más tranquila mientras reían viendo "Intensamente", esa película le gustaba mucho, era tan real, sobre todo en la parte donde demuestran como a veces necesitas sentir un poco de tristeza para valorar los mejores momentos, como ahora

­Al terminar la película, pensó que diría algo, una opinión, un comentario, pero ella no dijo nada, ni siquiera la sintió moverse así que inclinó un poco el rostro y entendió por qué... se había quedado dormida sobre su pecho, con la mano que tenía libre le apartó un mechón rebelde que caía sobre sus ojos mientras sonreía, durante muchos días había soñado con abrazarla, pero de verdad, no esos abrazos tímidos que le daba cuando su hermano no estaba, soñaba con poder tener una conversación con ella, con que riera de algún chiste y ahora la tenía allí y se sentía tan dichoso, sentía que podría contra cualquier cosa, su madre estaría muy orgullosa de él, estaba seguro... recordaba perfectamente él día que le había contado que estaba enamorado de ella, estaba cumpliendo quince cuando lo realmente lo supo

AUNQUE PASE EL TIEMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora