39

30 5 0
                                    

¿Y bien Enrique? — preguntó Duque sentado frente a él en su oficina

Duque...— comenzó él pero lo detuvo de inmediato

Escucha Enrique, ya ha pasado más de una semana y Nicolás no ha reaccionado ni tenido mejoría alguna— dijo tan tranquilo —No hay nada que en este momento puedas hacer para mantener tu empresa, ya no cuentas con su ayuda así que tu única opción es vendérmela— continuó hablando, deteniéndose unos segundos, pensativo para luego proponer —aunque en una de mis visitas a Wilson, supe que tenías una hermana, bastante hermosa por cierto... te propongo algo... concédeme la mano de tu hermana y financiaré tu empresa sin ningún otra condición —la rabia en su cuerpo crecía con cada una de las palabras que salían de los labios del hombre sentado frente a él, quería borrarle cada una de sus facciones a golpes, la empresa que había heredado de su padre estaba a punto de quebrar por culpa de una estafa, se sentía un incompetente y la sangre en sus venas burbujeaba, Nicolás y el habían estado trabajando en un excelente proyecto para reestructurar la empresa e invertir pero no pudieron terminarlo, no tenía muchas opciones, viéndose atrapado, sofocado por todas las cosas que estaban pasando, su mejor amigo en coma, Clarisa cada día más flaca y agotada, su ser impulsivo lo llevó a hablar sin siquiera pensar un segundo lo que estaba haciendo

Pero habrá una condición— dijo, Duque sonrió con suficiencia

No estás en momentos de poner condiciones Evans— esa estúpida sonrisa, Enrique apretó los puños a su costado, debía controlarse para no destrozarle la cara justo en su oficina

Pondré la condición, es tu decisión si la aceptas o no Duque— le respondió con autoridad

Adelante dijo haciendo un gesto con la mano

Se lo propondré a mi hermana, por supuesto ella se negará, si Nicolás reacciona, justo en ese instante todo quedará disuelto

Enriq...— iba a oponerse a su condición, pero no se lo permitiría

Haré un documento especificando cada una de las clausulas— no le dirigía la mirada, recogía algunos papeles de su escritorio como distracción, de nuevo Duque intento hablar —Te llamaré cuando esté listo, lo leerás y será tu decisión firmarlo o negarte— Enrique no tenía idea de lo que estaba haciendo, si Duque decidía no firmar todo se iría al bote de la basura, su empresa, su vida, todo. Pero tampoco cedería tan fácilmente, era lo menos que podía hacer por su mejor amigo y si Clarisa aún tenía un poco de esperanzas, entonces él también la tendría, Nicolás estaría tan enojado, sobre todo por el odio que siente hacia ese hombre

Enrique es una estupidez, no ha dado ningún indicio de mejoría— entonces elevó la mirada a él y con la seguridad que definitivamente no tenia en ese momento dijo

Pues no hay de qué preocuparnos ¿No? — el silencio inundó la oficina por unos segundos hasta que la puerta fue abierta sin haber sido tocada antes, Sharon entró deteniéndose de pronto con vergüenza al notar que Enrique no se encontraba solo

Lo lamento, no sabía que estuvieses ocupado— dijo apurada, retrocediendo unos pasos, justo cuando estaba dispuesta a irse la voz de Enrique la detuvo

Tranquila, Duque ya se iba— dicho esto, se colocó de pie, Duque lo observó por unos segundos para luego imitarlo y sonreírle de forma cínica

Estamos en contacto Enrique— y así salió de la oficina, sin despedirse, sin inmutarse, sabiendo que tenía el control.

Una vez solos Sharon se acercó a su novio quien ahora se encontraba sentado frente al escritorio con expresión de cansancio

AUNQUE PASE EL TIEMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora