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No puede ser Clarisa, ¡Que emoción! — dijo Louise cuando le contó que se casaría en tan poco tiempo, había decidido reunirse con ella para el almuerzo dos días después de su decisión, cuando le dijo a Nicolás que la llamaría él le propuso que se lo dijera en persona, así que mientras Nicolás almorzaba con Enrique ella lo hacía con su mejor amiga.

Eso no es todo — contó emocionada, con una sonrisa bailando sobre sus labios. Louise soltó una exclamación de sorpresa, con las manos en el rostro, la curiosidad brillaba en sus ojos.

¿Estas embarazada? — preguntó alarmada.

¡No por Dios! — respondió rápidamente, cómo podría pensar eso, era muy joven para tener un hijo.

¿Qué es? ¡Tengo demasiada curiosidad! — el rostro de Louise lucía afligido, intentando adivinar qué era aquello que todavía no le contaba, Clarisa reía de ella, Louise siempre fue demasiado curiosa.

Queremos que seas nuestra madrina — dijo para terminar con su sufrimiento y de todas las reacciones hubiese esperado cualquiera menos aquella que le estaba dando, con los ojos llenos de lágrimas fijó la mirada sobre Clarisa, totalmente seria, aquello la asustó por completo y pensamientos sobre una respuesta negativa la invadieron, al ver que no respondía volvió a hablar — ¿No quieres? —.

— ¿Cómo puedes pensar que no quiero? — Exclamó Louise sorbiendo su nariz, se había emocionado tanto que no logró contener las lágrimas, eran de felicidad, por su amiga, por Nicolás, por su amor — ¡Claro que quiero! Sería un honor para mí ser su madrina de boda — El aliento volvió a la rubia tras oírla y sentir como la rodeaba con ambos brazos, correspondiendo de inmediato.

Continuaron con su almuerzo hasta que la hora de volver marcó para ambas, Nicolás y Enrique ya habían regresado y el primero se encontraba sentado tras su escritorio concentrado en su trabajo, al entrar levantó la vista y le regaló una sonrisa bastante linda, ella amaba las sonrisas de Nicolás.

— Hola, ¿Qué tal tu almuerzo? — quiso saber, invitándola a acercarse y besando sus labios al hacerlo.

Bien, al principio pensé que no quería porque se puso a llorar, pero luego me abrazó y dijo que si — ambos rieron y Clarisa caminó hasta sentarse en su escritorio, aún no terminaba de leer el documento que su hermano le había traído al inicio de semana.

Me alegra que haya aceptado — comentó Nicolás y ella asintió de acuerdo, no se le pasó por la mente que Louise se negara, de pequeñas habían hablado al respecto en varias ocasiones, aunque siempre pensaron que sería la morena quien se casara de primero, cada uno volvió a su trabajo nuevamente, era un día aburrido, sobre todo para ella que debía terminar de leer todas esas palabras que no entendía para nada.

¿No se irán? — dijo una voz interrumpiendo en su oficina, Enrique asomaba el rostro sereno desde la puerta haciendo que mirara la hora en su celular.

Amor son las cinco — dijo Clarisa sorprendida, el tiempo pasó más rápido de lo que pensó y aquello fue un alivio para ambos, comenzó a recoger sus cosas al tiempo que Nicolás hacía lo mismo y apagaba su computador, amos se pusieron de pie para caminar hacia su auto, Enrique se había despedido de ellos en la entrada.

Nicolás desde el asiento de copiloto veía a su prometida guardar la andadera en la parte trasera del auto para luego subir en el asiento del conductor, nunca se quejaba, no que él la viera por lo menos, pero sabía, estaba completamente seguro de que estaba cansada, por suerte para ambos lo peor había pasado, habían sido dos meses bastante duros para ambos, pero sobre todo para ella y nunca objetó, ser consciente de eso lo hizo enamorarse un poco más, antes de que encendiera el motor la tomó del rostro con ambas manos y la acercó a él, besándola deliberadamente, encantada y ligeramente confundida lo aceptó, abriendo los labios cuando lo sintió delinear su labio inferior con la lengua con la intención de profundizar el beso, aquel era un beso cargado de pasión, de amor, de deseo, se separaron cuando la necesidad de respirar les impidió continuar.

AUNQUE PASE EL TIEMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora