El día tan esperado para irnos con los gemelos a las montañas estaba cada día más cerca, para ser exactos, a solo dos semanas, durante el tiempo que esperaba este tan ansiado viaje también tenía otras cosas en mente que no eran tan entretenidas pero igual o más importantes.
Robert, le pregunté a Ben, ahora que ya éramos "amigos" de nuevo, como era el, si siempre había sido como era y si con otras chicas era igual, no se me podía olvidar que él era casi cuatro años mayor que yo y nuestra relación no siempre fue tormentosa, durante un tiempo estuvimos muy bien pero con el tiempo se fue marchitando, como cuando dejas de regar una flor, así lo sentía yo, según Ben había tenido otras novias antes pero ninguna tan seria como yo lo había sido, que nunca reaccionó con las otras como conmigo y quería saber la razón, Robert y yo duramos dos años juntos hasta que sucedió lo de mi cumpleaños el año pasado, sin contar los celos sin sentido y todo lo demás, para Ben el hecho de que yo fuera diferente era un motivo de preocupación, dijo que incluso después de que terminamos el seguía preguntando por mi a todo el mundo pero no en el buen sentido, no preguntaba si estaba bien ni nada parecido, el preguntaba si ya estaba con alguien, si me habían visto muy amistosa con algún chico, cosas de ese estilo, no me gustaba, me vio con uno de los gemelos y eso ya me dejaba paranoica, esperaba que Robert se conformara con lo que había sucedido en las tiendas pero Ben y yo lo dudamos.
No me sentía tranquila, era como si alguien siempre me estuviera observando y eso me ponía los nervios de punta. Estaba paranoica.
Me relajaba cuando veía a los gemelos, sus sonrisas tranquilizan mi corazón lleno de inquietud.
Estaba en la biblioteca buscando un libro de referencias, sentí que alguien se acercaba a mí pero de alguna manera no me parecía molesto, era tan familiar y el aroma me ayudo a identificar a la persona que dese atrás corrió mi cabello y comenzó a besar mi cuello, deje escapar un suspiro de placer, ya sabían que mi cuello era mi punto débil, no importa de que tan mal humor este, si alguien me besa ahí pues...se me olvida todo.
Lleve mi mano a su cabello.
- Evan - sonreí
- Me encanta cuando dices mi nombre - susurro en mi oído - aunque me gusta más cuando lo gritas - llevo su mano a mi trasero
- Evan, estamos en la biblioteca - susurre, aunque en realidad no me molestaba
- Y está casi vacía, si no hacemos ruido nadie vendrá - llevo una mano a mis senos y otra a mi entrepierna
Deje escapar un pequeño jadeo.
- Evan...- susurre su nombre, me tomo de la cadera con ambas manos y me acerco a su erección - estás duro...- mordí mi labio
- Te vi y no lo pude evitar, te vez tan deliciosa Eli - me volteó
- Tu igual - mire alrededor, nadie, lo rodee con mis brazos y comencé a besarlo
Nuestras lenguas danzaban en la boca del otro, sus manos fueron a mis muslos y me hizo subir, lo rodee con mis piernas, no podía contenerme
Nos separamos, el comenzó a ver al rededor, al verlo tan atento decidí que quería volverlo loco, sin dejarlo ir comencé a besar su cuello, morder el lóbulo de su oreja, el gruñía.
- Sigue vigilando - le susurre
Su erección en mi entrepierna se sentía tan dura, casi quería que simplemente me bajará los pantalones y lo hiciéramos aquí mismo, lo que me trajo recuerdos, algo similar había pasado con Ethan.
- Te necesito Eli...mierda, quiero cogerte
- Hay reglas cariño - el asintió pero su expresión salvaje me estaba tentando demasiado
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Tres corazones una relación ❦ PRIMER LIBRO
RomanceCuando la chica callada y tímida de la clase conoce a un par de gemelos que la vuelven loca no hay más que hacer que sucumbir bajo los encantos de este par de irresistibles hombres.