Por primera vez en mi vida siento que le estoy dando la cara a la muerte, es como si estuviera frente a mi la peor de todas las plagas en la tierra, es increíble como era incapaz de ocultarme ni correr, me sentí tonta por no salir corriendo de ahí, me sentí estúpida por no gritar y también al mismo tiempo, jamás me había sentido tan valiente.
Mi cuerpo era lo único entre el demonio y una inocente, no conocía a esta mujer tan bien vestida pero sabía perfectamente a quien tenía enfrente, no podía permitirle hacerle daño a una extraña.
- ¿Cómo mierda me encontraste? - le pregunté mientras mi brazo en alto impedía que la mujer saliera de detrás de mi espalda, no quería que corriera hacia donde estaba él, era arriesgado
- Nunca te perdí de vista mi amor - escupí ante sus palabras
- Lo siento, creí que iba a vomitar por las palabras que acaban de salir de tu asquerosa boca - dije
- Ahora te lo parece pero hubo un tiempo en que rogabas que estos labios te besaran - me respondió el muy hijo de puta
- Fue hace mucho tiempo enfermo - no me iba a quedar callada
El fijo su mirada nuevamente en la mujer a mi espalda.
De nuevo me cruce entre ella y su mirada depravada.
- Déjala fuera de esto - le dije - deja que se valla...- tome la mano de la mujer
- Tiene más que ver de lo que crees...- su rostro, su expresión, es la misma que cuando golpeó a eso tipo hasta casi matarlo
Vi la puerta trasera del bar, cerrada, en el pequeño tiempo que la abra Robert la alcanzaría.
Vi el callejón, obvio no podríamos pasar sin que él nos atrapará, un callejón sin salida.
Vamos Elizabeth, tu puedes, piensa en algo, piensa.
- Ella es una extraña - no me quedaba de otra, negociar era mi única alternativa, ojalá alguien saliera por esta puerta, ojalá alguien grande y fuerte, dios mío - deja que se valla...tu y yo hablamos a solas...- no me gustaba la idea pero no tenía de otra - ¿Que dices? - sentía una gota de sudor bajando por mi frente
El simulo pensarlo sin quitar sus ojos de nosotras.
- De verdad no sabes quién es ella ¿Verdad? - es como si se burlara de mi el muy imbécil
- No y no me interesa, lo único que me importa es que se pueda ir de aquí donde hay alguien tan peligroso como tú
- ¿Me tienes miedo Elizabeth? - frunció el ceño - esos gemelos te llenaron la cabeza de mierda sobre mi ¿Verdad?
- Tienes que estar bromeando - me rei irónicamente - ¡Casi me matas! ¡A Ethan y a Evan también!
- Ha eso...- sonrió - pensé que ya me habrías perdonado...
- Ja.más - le escupí - nunca te perdonaré por haber intentado matar a mis novios...
Eso lo enojo, su rostro se deformó y dejo salir un gruñido casi bestial.
Puse a la mujer justo detrás de mi espalda, pegada a mi.
Si se acerca puedo aprovechar que me valla a golpear para arrojarla a un lado para que se valla.
- Esos imbéciles te alejan de mi...y eso no lo dejaré pasar...los mataré - se me congelo la sangre, los rápido latidos de mi corazón que podía escuchar en mis oídos, el sudor cayendo por mi rostro y aún sentía todo frío
Sabía que su amenaza no era de mentira, no era una broma, en verdad pensaba a matarlos.
- ¿Por qué no puedes dejarme en paz? - le dije llena de miedo - ¿Por qué no me dejas vivir mi vida y tu vivir la tuya?
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Tres corazones una relación ❦ PRIMER LIBRO
RomanceCuando la chica callada y tímida de la clase conoce a un par de gemelos que la vuelven loca no hay más que hacer que sucumbir bajo los encantos de este par de irresistibles hombres.