Un paisaje blanco, la nieve brillaba a la luz del sol pero no sé derretia, el helado viento que corría me congelaba la nariz y mis mejillas estaban sonrojadas pero estaba que saltaba de la felicidad.
Kayla después de la incomoda visita de la última vez decidió invitar a su ”amigo” al viaje, pensamos que tal vez se vería sospechoso pero a los gemelos no les importaba dar cualquier impresión y a mi, ahora, menos, asique solo me iba a dedicar a disfrutar de estas dos semanas.
Los gemelos, Kayla, Thomas y yo ya habíamos llegado a las montañas, dejamos nuestras cosas en la cabaña de los gemelos y después Kayla nos invitó al chalet de su familia para disfrutar de sus comodidades, era incluso más grande que su casa en los suburbios, si en aquella casa en el estacionamiento caía un helicóptero pues aquí entraría un avión, todo era precioso, el lugar entero se basaba en una decoración tan blanca que daba la impresión de estar rodeados de árboles cubiertos de nieve, hermoso.
Todos pasamos al balcón enorme del chalet para admirar mejor el paisaje.
-¿Que opinas? - me dijo Evan que usaba una chaqueta de plumas azules con un gorro negro de lana y unos jeans gruesos de color negro
- Es hermoso - dije casi sin aliento - tan hermoso
- No tanto como tú - me susurro Ethan a lo que yo solo sonreí
- Me alegro que hayas venido amiga - Kayla estaba casi más emocionada que yo
Ella ya había venido varias veces y me había invitado pero a mí siempre se me ocurría una excusa, hasta ahora.
Kayla y Thomas tomaron su propio camino mientras que con los gemelos fuimos a su cabaña familiar.
En la personal me gustaba la pequeña cabaña de los gemelos, estaba hecha completamente de madera, el suelo estaba cubierto en su totalidad de una alfombra que se extendía de pared a pared, la chimenea le daba un toque hogareño, era tan linda y acogedora al mismo tiempo que moderna y juvenil, cierto detalles le daban ese toque, tal parece que el padre de los gemelos diseño esta casa, pensé que tendría oportunidad de conocerlos pero no fue así.
Dejamos las maletas en la habitación, nos quedaríamos en la matrimonial, al entrar quedé sin aire, la cama era enorme cubierta por un cubrecama de plumas blanco, la cabecera de la cama donde debería haber un muralla era completamente de cristal, se podía ver el exterior hermosamente blanco, colgaban luces del techo en forma de estrellas, no podía esperar a que fuera de noche para poder verlas encendidas y brillando sobre nosotros.
- Todo es tan perfecto chicos - por primero ves en mucho tiempo, tome aire profundamente, lo deje ir y me tire de espaldas sobre la cama
Los chicos no tardaron en estar junto a mí, ambos se recostaron y se dejaron mimar por mi, los acariciaba a ambos mientras sentía sus respiraciones al mismo tiempo que las mías.
Habíamos quedado con Kayla y Thomas para ir a esquiar asique los gemelos me eligieron la ropa más abrigadora que tenían para mí. Una chaqueta como la de ellos pero de color rosa pastel, un gorro de lana blanco y orejeras, unas botas de montaña muy lindas y cómodas, conmigo ya lista fuimos al encuentro de mi amiga y su "amigo".
- Nunca he hecho esto - dije una vez que estuve sobre una tabla de esquí - tengo miedo
- Tranquila - mis manos, que tenían guantes, estaban siendo sujetadas por Ethan que me estaba enseñando por turnos con su hermano que ahora mismo estaba esquiando libremente hasta que le tocará ayudarme - no te voy a soltar, confía en mí
Confiaba pero admito que sopezaba la idea de caerme sobre mis glúteos en la nieve y pasará una vergüenza.
- Entonces, otra vez - le escuché decir a Ethan mientras intentaba nuevamente quedarme de pie sobre la tabla
Estaba vez no caí, aunque estar quieta no era lo mismo que ir a gran velocidad mientras recorres un campo minado cubierto peligrosamente de una capa resfaladiza de nieve blanca y dura.
Recordé las palabras de Evan: tu cuerpo debe seguir las ondas, como cuendo tenemos sexo, nuestros cuerpos siguen ciertos movimientos. Idiota. Pero de solo recordar eso me hizo sonreír.
Estuve practicando por dos horas aproximadamente, hubieron caídas, golpes, risas y sonrojos infinitos en ese pequeño lapso de tiempo eterno, hasta que al fin fui capaz de bajar por una cuesta sin caer una sola vez. Los gemelos estaban muy orgullosos de mi por lo que había logrado, no era profesional pero ahora podría seguirles el paso y esquiar todos juntos.
La tarde se lleno de risas, juegos, persecuciones, besos secretos entre los gemelos y yo para que Thomas no sospechara más de lo que tal vez ya hacía, hasta que cayó la tarde, el cielo se volvía anaranjado a gran velocidad y en poco tiempo morado y rosado, con los gemelos nos separamos de Kayla y volvimos a la cabaña.
- Está helado - dije una vez estuvimos dentro de la casa y los gemelos entraron detrás de mi
- Es cierto - dijo Evan - deberíamos darnos un baño
Lo quedé mirando ante esa idea, nunca nos habíamos bañado juntos.
- Si no les molesta...aunque no se de qué tamaño es la ducha, no he visto el baño - dije apuntando a la puerta
- Encendere la chimenea primero ¿Bien?- dijo Ethan
- Bien - dijimos Evan y yo al mismo tiempo a lo que reímos todos
- Tengo hambre - dije mientras iba a la cocina a buscar algo que comer
Hasta la cocina parecía de ensueño, americana con ventanales enormes, todo tan lindo y apropiado, le dicen cabaña pero hay mucho espacio disponible, es más como una cabaña de lujo.
Saque una bolsa de papas fritas la abrí y ofrecí a los gemelos, la chimenea ya estaba encendida, nos sentamos en la alfombra al rededor de esta y comimos.
Al terminar fuimos al baño y otra vez pensé que se me caería la mandíbula, el baño era extraño pero espacioso, el piso estaba seco pero era totalmente loza, habían duchas al piso y aparte algo como un jacuzzi, los ventanales dejaban ver toda la montaña pero ningún lugar donde la gente pudiera vernos.
- Duchate primero Eli - dijo Evan - entramos enseguida
- De acuerdo - besé a cada uno y entre al baño
Me desnude, deje correr el agua caliente de las duchas y deje que calentará mi cuerpo, estuve sola dos minutos hasta que la puerta volvió a abrirse Ethan entro pero totalmente solo y cerró la puerta.
- ¿Y Evan? - le pregunté
- Ya viene linda - comenzó a desnudarse
No aparte los ojos ni un segundo de su cuerpo, cada prenda que caía al suelo enviaba una corriente eléctrica a través de mi cuerpo, el agua aún caía sobre mi y el cuerpo desnudo de Ethan me tentaba, nuestros ojos se encontraron, sabía perfectamente en lo que estaba pensando que era lo mismo en lo que yo, antes de que pudiera decir palabra alguna Evan entro al baño y sabía que todo se volvería aún más húmedo.
Pase mi lengua por mis labios y ambos sonrieron.
ESTÁS LEYENDO
Tres corazones una relación ❦ PRIMER LIBRO
RomanceCuando la chica callada y tímida de la clase conoce a un par de gemelos que la vuelven loca no hay más que hacer que sucumbir bajo los encantos de este par de irresistibles hombres.