Capitulo 26 ❦ Todo arde ❦

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Al entrar a su habitación mis labios se encontraron ocupados rápidamente, Evan casi no me dejaba respirar, estaba frenético, como si no me hubiera saboreado en días o meses, tuve que alejarme para respirar pero atacó mi cuello de inmediato, sentía mi corazón latiendo en mis oídos, comenzó a quitarme la ropa mientras su hermano Ethan se concentro en mi parte inferior, me quito los pantalones.

La habitación en un segundo se llenó de suspiros de placer, prendas volaban por todos lados, ahora estaba desnuda en los brazos de ambos, su calor me encendía, su aroma me cautiva y su tacto me hipnotizaba y me vuelve adicta, cada segundo que estoy entre sus brazos mi corazón se funde más en ellos, el hilo rojo del destino se queda corto con nosotros, aquí, mientras Evan me besa apasionadamente, mientras Ethan lame cada centímetro de mi intimidad, aquí se que lo que nos une no es tan frágil, no es un hilo, es una cadena, no se estira ni se alarga, no tiene razón de ser, porque no podemos estar lejos los unos de los otros.

Mi intimidad comenzaba a gotear, me estaba por correr.

- Me corro - dije sobre los labios de Evan, tuve mis ojos cerrados, quería sentir absolutamente todo

- Hazlo, correte en la boca de mi hermano - fue de mi boca a mi oído - deja que te saboree

Me corrí tal y como dijo Evan, sentía mis mejillas encendidas, todo mi cuerpo temblaba producto de la excitación pero aún no acababa.

Evan me dejó ir para que su hermano en mi espalda me hiciera mirarlo y besarlo, compartimos un beso lento y apasionado, tan iguales y tan diferentes en tantos malditos sentidos, los quería demasiado, cada recoveco de sus cuerpos deseaba poseer, que cada célula de ellos pidiera por mi, quiero que me deseen tanto como yo a ellos.

Evan se desnudo e Ethan también pero no los deje ir, no había tiempo para hablar, quería hallarme ocupada entre ellos, no dejar ir ni un poco de esta maravillosa sensación.

Estando en medio de ambos, entre sus musculosos cuerpos, mis senos tan pegados como es posible al pecho de Evan mientras su hermano besa mi cuello, Ethan juega con mi agujero mientras que Evan juega con mi intimidad, ambos atacan mis puntos sin compasión, sus erecciones listas para mí rozan mi piel, siento como si me quemarán, están ardiendo, todo está ardiendo y quiero quemarme con todo, los gemelos incluidos.

El sonido húmedo que llena la habitación, sus dedos en mi interior que no dan tregua a nada y mi voz exclamando por más, sus voces guturales y graves que me encantan, cada suspiro de placer que sale de sus bocas es una melodía perfecta para mí.

Sacan sus dedos y en solo un segundo ambos ya tienen el condón puesto, estoy completamente lista para recibir cada estocada vigorosamente.

Evan toma mi pierna y la eleva hasta su cintura, ahí debo mantenerla, sus ojos brillan pero veo fuego en ellos, el mismo fuego que reflejan los míos, lleva sus manos a mi trasero y me abre para su hermano, el brazo derecho de Ethan me rodea desde la espalda baja hasta mi seno izquierdo, siento la punta de ambos en cada una de mis entradas, lentamente entraron en mi, deje escapar un jadeo cuando estuvieron por completo dentro.

Con ambos en mi interior comenzaron a moverse al mismo ritmo, lento pero profundo, no podía controlar mi voz nuevamente asique lleve mi mano a mi boca para tratar de apaciguar mis jadeos pero fue Evan quién no me dejó.

- No...- su voz era entrecortada y contenida - déjanos oírte...cada gemido de placer...cada pequeño suspiro cargado de pasión...

- Todo...- Ethan continuo - déjanos oir todo de ti... pidiendo más...

Después de una declaración así cómo podría negarme, cómo podría contenerme.

- ¡Más! - mis mejillas aún encendidas, mi voz aún entrecortada, mi respiración acelerada - ¡Quiero más! - abrace a Evan con mi brazo derecho y mi mano izquierda en la mejilla de Ethan - denme más...todo...- no dejaban de entrar y salir de mi, casi no podía hablar pero al mismo tiempo quería gritar - quiero todo...

Y así como yo obedecí ellos también, me dieron absolutamente todo, sus estocadas aceleraron, el sudor recorría cada centímetro de nuestros cuerpos pero era lo de menos, ambos entraban con fuerza en mi como me gusta, dejaban besos húmedos por todos lados, mis hombros, mi cuello, mis clavículas, no habría lugar sin marcar, en cambio mis uñas se enterraban en su piel dura y cálida.

Aceleraron el ritmo, está sería la segunda vez que me corro, sentí como me apretaban con mas fuerza, ambos con un pequeño y masculino suspiro, tres, cuatro veces más y ambos se corrieron llenando el condón.

Caí rendida en brazos de ambos, Ethan me tomo como a una princesa y me recostó en la cama, no estaba segura de cuál, ambos se limpiaron con sus toallas para acto seguido ponerse ropa interior, Evan saco una toalla limpia del closet y se la lanzó a Ethan que se sentó junto a mí y comenzó a limpiar mi cuerpo.

- Sería malo que te enfermes antes de nuestro viaje ¿No? - limpio muy suavemente mi cuerpo, mis piernas, mi torso, mis brazos, todo

- Si, solo falta un día querida Eli - Evan trajo una colcha adicional y una almohada - queremos que todo salga bien - su sonrisa se había vuelto cada vez más sincera

Evan estiró la colcha sobre mi, era cálida y cómoda, caería dormida en dos segundos, ambos se acostaron a cada lado de mi cuerpo, era divertido como en la privacidad de estás cuatro paredes eran incluso más diferentes, Ethan paso su brazo por debajo de mi cabeza en cambio a Evan le gustaba usar mi brazo como almohada, el me abrazaba por delante e Ethan por detrás, supongo que también explica sus preferencias en lo sexual. En la intimidad Evan era el más infantil y dependiente, mientras que Ethan tenía la tendencia a controlar y liderar. El primer movimiento depende del día.

Acariciaba el cabello de Evan para que se durmiera mientras que Ethan jugaba con un mechón del mío, cerré mis ojos y casi estaba dormida, por eso la conversación siguiente no la pude llevar.

- Hermano...

- La vas a despertar...ssshhh...es tan hermosa

- Si...si lo es...más hermosa que cualquiera...

- Creo que la amo

- Yo también...

Debe ser un sueño, un hermoso y maravilloso sueño, una fantasía, no pude distinguir las voces y mi conciencia se desvaneció pero quise responder algo a aquellas palabras tan calidas y amorosas.

- Yo también...- cómo de maravilloso sería - los amo...

Si no fuera un sueño.

Tres corazones una relación ❦ PRIMER LIBRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora