Mi corazón se rompe en mil pedazos, trato de que no se note en mi voz el terror ni el pánico, trato como si mi vida dependiera de ello.
- Necesito tiempo...- del otro lado de la línea solo había silencio, ninguno de los dos respondía
- Si es por lo del accidente Elizabeth...juro que no se que paso - era la voz de Ethan
- Queremos estar contigo...nos preocupas...- Evan interrumpió
- Quiero que entiendan - casi me arrancaba el pelo de raíz de lo fuerte que lo tiraba con mis dedos - quiero tiempo para estar sola...pensar y procesar lo que pasó
- Eli...
- Por favor - está vez yo interrumpí - pónganse en mi lugar - les corte.
No podía mentirles por tanto tiempo, ni siquiera tuve el valor de decirlo a la cara de ninguno de los dos, una mentira tan obvia, aunque en el fondo no quería que se dieran cuenta de eso, esperaba que se creyeran que tenía estrés post traumático y que por eso quería estar sola, ese era el diagnóstico que me dió el doctor cuando después de la llamada de Robert me encontró en una esquina en posición fetal llorando y temblando.
Ahora estaba en mi habitación, quedaban solo unos días para que las vacaciones llegarán a su fin y no me sentía para nada lista para volver a la universidad, la voz de Robert no me dejaba en paz.
Quería estar sola pero al mismo tiempo se deseaba que los gemelos vinieran en mi rescate para salvarme de este infierno en el que se había convertido mi realidad.
Nunca me considere una princesa y ahora solo deseaba que el par de príncipes me rescatarán de mi cautiverio.
No tenía nada que hacer asique me puse a dibujar, dibuje a un chico y su sombra, cuando lo noté era Robert, lo había dibujado, arroje la hoja al basurero, su imagen no me dejaba en ningún momento, comos seria mi vida sin recordar nada de el, ¿Sería feliz? ¿Podría vivir en paz? Enamorarme y dejarme ser.
Nada de eso pasaría jamás, Robert jamás me dejaría ser feliz.
Su oscuridad me seguiría mientras viviera...aquí, mientras siga viviendo a su sombra, no era una revelación, es que acaso...¿Podría escapar?
Revise mis ahorros, el dinero que me habían dado por mi cumpleaños, el dinero que quedó por no haber ido a la escuela de arte, tenía suficiente dinero para irme y vivir por algún tiempo, en la calle pero sería mejor que nada, ¿Estaba dispuesta a dejar mi vida ahora? ¿A mi familia, amigos...a los gemelos?
Dejar a todos a los que amo...dejarlos atrás también dejaría a Robert atrás, al menos hasta que supiera que hacer ¿Verdad?Mi hermana llegó de visita, pase el día rodeada de mi familia, abrace a mi sobrina más que nunca, no quería que olvidará cuánto la amaba, le dije a mi madre cuánto la amaba y que no se sintiera culpable por hacerme estudiar algo que no me gustaba, sabía que eso en el fondo la perseguia, escribi una carta para todos, una para mi mamá, otra para mí hermana, una para Kayla y otra para los gemelos, la más larga era para ellos, quería evitar escribir que el culpable de todo era Robert, no quería que se involucren con el, estaba fuera de mi lo sé, que clase de persona soy que prefiero huir de esta manera antes que enfrentar mis problemas a la cara.
Estaba asustada, tenía miedo, no quería hacer esto y al mismo tiempo solo quería olvidar la existencia de Robert, no sabía cuánto tiempo sería pero...lograría valerme por mi misma, tal vez hasta conozca otra faceta de mi misma.
Compré un boleto de autobús, en la noche cuando mi mamá dormía me fui, una sola mochila, solo con lo necesario, mire por última vez el interior de la casa en la que me había criado, observé por última vez la puerta cerrándose y también mire el árbol donde había visto a, y ahora estoy segura de quien era, Robert.
No podía dejar que le hiciera daño a los gemelos, casi morimos todos por mi causa, ahora está era mi manera de corregirlo, mi cobarde manera.
En la estación de buses recibir una llamada, no me preguntaba realmente quién era. Conteste.
- ¿Que tal Robert? - le dije
- ¿Dónde estás? - su voz se escuchaba furiosa, obviamente le molestaba que no hiciera lo que esperaba
- Pensé que siempre sabrías donde estoy...parece que por primera vez hice algo que no te esperabas
- No te quieres meter conmigo Elizabeth
- Exacto, de hecho no quiero saber de ti existencia, no me interesa, puedes tomar esto como quieras, piensa que estoy escapando si quieres...pero te aseguro que jamás volveré a ti...ya no manejaras mi vida - asique esa era la verdadera razón por la que había llegado a esta conclusión tan errática y apresurada, al menos al fin encontré la lógica de la acciones evasivas y locas - adiós Robert...diviértete tratando de encontrarme
- Te encontraré
- Y cuando lo hagas...yo te estaré esperando, no será una cálida bienvenida cuando nos volvamos a ver...
Escuché el llamado del bus, no gritaron dirección ni lugar, solo el número del autobús.
- Adiós Robert, que comience el juego.
Le corté, subí con mi pequeña mochila al bus, me senté junto a la ventana y mientras la oscuridad de la noche dejaba oculto todo rastro de vida mis pensamientos fueron lejos de este lugar, fueron con mi madre, el último beso, fueron con mi sobrina, el último abrazo, fueron con mi amiga Kayla, el último secreto, fueron con mi hermana, la última lágrima...y...fueron con los gemelos, la última declaración de mi amor hacia ellos, la última confesión sobre mis sentimientos, la última noche que estuvimos juntos, una lágrima se deslizó por mi ojo, una vez escuché que cuando lloras por un solo ojo es porque tu alma gemela llora, crei que podía entender...podía imaginar a los gemelos llorando al leer la carta, solo era que en el fondo ellos sabían...sabían yo escapaba, pero no sabían de que y tal vez jamás lo sabrían.
Es el fin del camino.
Así es como debía ser.
Estaba sola.
ESTÁS LEYENDO
Tres corazones una relación ❦ PRIMER LIBRO
RomanceCuando la chica callada y tímida de la clase conoce a un par de gemelos que la vuelven loca no hay más que hacer que sucumbir bajo los encantos de este par de irresistibles hombres.