𝐁𝐀𝐁𝐘, 𝐈'𝐌 𝐘𝐎𝐔𝐑𝐒 (𝐑𝐔𝐄𝐋 𝐕𝐀𝐍 𝐃𝐈𝐉𝐊)

𝘶𝘯𝘰.

—¡se hace tarde!— escuché el grito de mamá desde la planta baja de la casa. me apuré en arreglarme el cabello y suspiré frustrada al no poder subir el cierre del vestido que iba a ponerme.

—mierda.— gruñí enfadada, queriendo solo salir en pijama y decirle a mamá que quería quedarme en casa. pero eso no iba a pasar, y ya era tarde, así que debía apurarme o ella se iba a poner como loca.

—¿mi cabello se ve bien?— grité asustada cuando la puerta de mi habitación se abrió de golpe. miré mal a aaliyah pero me acerqué a acomodar algunos mechones de su largo cabello castaño.

—listo. ayúdame con el cierre.— pedí dándome la vuelta. ella lo subió rápido y se fue. me senté en el borde de la cama y me puse mis converse. ni lo usaba tacones, yo no había nacido para llevarme con esas cosas endemoniadas. aunque debía admitir que alguna vez llegué a utilizar unos, pero solo fue en ocasiones extremadamente formales y especiales.

—¡suficiente tiempo, nos vamos aunque no estén listos!— volvió a gritar mamá, sacándonos de nuestras habitaciones entre chillidos y quejas.

ella era una mujer muy dulce, divertida, relajada y tranquila a diario, pero cuando se trataba de la puntualidad se convertía en una loca. ella odiaba la impuntualidad.

estábamos en camino a un evento al que nos habían invitado. era más bien como un buffet donde asistirían algunas celebridades, empresarios y otra gente importante. la verdad yo solo iba por la comida... y porque mamá me estaba obligando. llevaba un vestido amarillo y me había puesto mis converse negras, algo de maquillaje y había peinado mi loco cabello. la verdad era que no me veía mal, era un outfit lindo para un evento casual.

yo solo iba con la esperanza de conocer a mi esposo tom holland.

no estaba muy enterada de lo que trataba este evento, pero sabía perfectamente que el dinero recaudado sería para beneficio de los niños en situación de abandono. shawn dentro de poco iba a continuar con la segunda mitad de su tour, y sabía que era importante que nosotros asistiéramos con él. shawn era mi hermano mayor, pero también era mi ejemplo a seguir, mi confidente, mi mejor amigo, mi compañero de travesuras y una de las personas más importantes en mi vida. lo admiraba muchísimo.

—¿creen que venga tom holland?— pregunté como por quinta vez, haciendo que mi familia se ría de mí y solo bajen del auto sin responderme —groseros.

—cariño, no creo que tengas tanta suerte.— se burló papá acariciando mi cabello mientras caminábamos a la entrada del edificio. lo miré ofendida.

—papá tiene razón.— aaliyah me miró divertida.

—gracias por su apoyo.

—buenas tardes, ¿familia mendes?— preguntó la mujer encargada de la lista de invitados. nos pidió que la siguiéramos y salimos por una puerta de cristal hasta lo que parecía un enorme jardín repleto de mesas, con arreglos florales por todas partes, meseros yendo de allá para acá y, lo más importante, largas mesas llenas de comida deliciosa.