𝘵𝘳𝘦𝘪𝘯𝘵𝘢 𝘺 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘦.

1.3K 129 249
                                    



—hola, ¿quién eres y por qué estás tan guapo?— pregunté abrazando a ruel por detrás cuando lo vi peinando su cabello. soltó una risita y me miró por el espejo —¿me das tu numero o te pegan?

—yaaaa.— se quejó con la carita roja —cállate, me sonrojas.— dijo con una voz chillona, cubriendo su cara con sus manos.

—te ves muy bien.— dije alzando mis pulgares y sonriéndole cuando me separé de él.

—por supuesto que me veo bien, es porque yo siempre me veo bien.— respondió con obviedad, haciéndome torcer los ojos.

—no puedo argumentar nada contra esa lógica.— negué divertida.

—a todo esto, ¿qué haces aquí?— me preguntó mientras ataba los cordones de sus converse.

—¿me estás corriendo?— puse una mano en mi pecho, fingiendo estar dolida —si no me quieres ya mejor dímelo y me voy.— me limpié una falsa lágrima.

—ya dramática, nada más te estaba preguntando porque siempre estás con coco sentada antes del show.— se rió acercándose a mí.

—ah, pues porque venía a preguntarte si no tienes cheetos. quiero unos.— dije sonriéndole con inocencia.

—solo me quieres por mis cheetos. siempre todos me dicen: "ruel, ¿tienes cheetos? ¿me das de tus cheetos?" pero nunca nadie me dice: "ruel, toma, te regalo unos cheetos".

—si si... ¿tienes cheetos o no?

—depende.— dijo alzando las cejas.

—¿de qué?— me crucé de brazos.

—¿qué me vas a dar a cambio?

—mmm, déjame ver.— dije buscando dentro de los bolsillos de mis jeans —tengo un peso, un chicle seco de ayer y una pelusa. tómalo o déjalo.

—no es justo, eso no me sirve de nada.— se quejó cruzando los brazos.

—¿disculpa? estás hablando con una mujer de negocios.— fingí estar ofendida —déjame te explico... mira, puedes reutilizar el chicle, con tantita baba queda como nuevo. el peso te sirve porque puede que algún día te falte uno y te vas a arrepentir de no haber aceptado el peso que yo te daba, y la pelusa la puedes guardar para que te recuerde a mí.

—ya mejor vete.— se rió empujándome hacia la puerta.

—hey, ¡¿y los cheetos?!— pregunté cuando cerró la puerta en mi cara —¡vas a ver!— abrió la puerta y solo me dio un rápido beso antes de volver a cerrarla.

—te quiero, adios.— gritó desde dentro.





fui hasta el lugar donde estaban coco y connor hablando de algo que claramente no podía escuchar con todos los gritos que había. me senté al lado de connor y ambos me miraron.

—¿no deberías estar tomando fotos?— le pregunté confundida.

—sí, de hecho ya me iba. coco solo me estaba diciendo que iba a venir su amiga.— dijo antes de ponerse de pie y dejar un beso en sus labios.

—ew, contrólense.— fingí querer vomitar y ella golpeó mi nuca —¡oye!

—¡mary!— chilló coco haciendo a connor a un lado y corriendo hasta quien venía caminando. ella le sonrió y pude ver que era la misma chica con la que estaba ruel esta mañana.

𝐁𝐀𝐁𝐘, 𝐈'𝐌 𝐘𝐎𝐔𝐑𝐒    (𝐑𝐔𝐄𝐋 𝐕𝐀𝐍 𝐃𝐈𝐉𝐊)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora