𝐁𝐀𝐁𝐘, 𝐈'𝐌 𝐘𝐎𝐔𝐑𝐒 (𝐑𝐔𝐄𝐋 𝐕𝐀𝐍 𝐃𝐈𝐉𝐊)

𝘵𝘳𝘦𝘴.

ruel y yo hemos tomado mucha confianza en estas dos semanas del tour. realmente nos hemos vuelto buenos amigos, muy cercanos, y todos han notado eso. me preocupa que me siento rara a su lado. quizás no tenemos años de conocernos, pero siempre quiero verlo, pasar el mayor tiempo posible con él, para todo lo pienso, y lo invito a todas partes. ¡le comparto mi comida y él me regala sus cheetos algunas veces, con eso digo demasiado! pero es que en serio es muy agradable pasar tiempo con él, es fácil tomarle confianza. unos días atrás nos presentó a su familia, y debo decir que son igual de locos y agradables que él. son adorables, es increíble. me llevé muy bien con sus hermanas, pero me hice más cercana de coco que de sylvie, aunque ella igual me caía muy bien.

—¡para, para!— chillé asustada sujetándome con fuerza de su brazo cuando no dejaba de correr por todo el parking del lugar donde se presentaban con uno de esos carritos donde se carga equipaje. aunque no sé por qué había aceptado subirme, primero que nada —¡ruuuuuel!

—¡no pasa nada!— dijo entre risas, empujando el carrito incluso más fuerte. sabía que siempre estaban grabando todo para subirlo a youtube, pero yo solo estaba rogando no caerme y romperme algo porque mamá se iba a volver loca donde lo viera. en ese momento una de las llantas del carrito se pinchó con una roca que había en el asfalto. en un solo segundo vi mi muerte y me despedí mentalmente de mi familia, arrepentida de no haberme terminado toda la comida de mi plato esta mañana, pero antes de que pudiera salir volando ruel me atrapó y me sacó del carrito antes de que chocara contra una pared y se volcara —mierda, por unos segundos pensé que iba a tener que volver al hotel y decirle a shawn que había matado a su hermana.— me miró entre divertido y preocupado, soltándome y dejándome de nuevo sobre el asfalto.

—no te vuelvo a hacer caso en nada.— negué con las manos en la cintura.

—¿están bien?— preguntó el chico de la cámara, sin dejar de grabar. intercambiamos miradas y levantamos nuestros pulgares con unas sonrisas.

—mejor hay que volver.— dijo caminando hasta la entrada. lo seguí a pasos rápidos y fuimos hasta donde estaban todos: el vestidor de shawn. hablaban y reían de algún chiste que no alcanzamos a escuchar, y nos saludaron a penas nos vieron entrar.

—me preocupaba que volvieras sin mi hermana.— la voz de shawn hizo reír a todos.

sí... casi me hago puré contra una pared.

—¿hay comida?— preguntó ruel evitando su comentario y yendo hasta la mesa de snacks. me fui a sentar al lado de shawn y subí mis piernas sobre las suyas para dejar caer mi cabeza contra todos los almohadones que había en el sofá negro. que cómodo era. últimamente él y yo no hablábamos mucho porque siempre estaba ocupado ensayando, viendo algo del tour o saliendo-llamando-mensajeando con camila. no es que me moleste, amo que al fin estén juntos y puedan ser felices, lo merecen más que nadie, pero también pienso que si han pasado solo dos semanas y casi no lo veo, a pesar de que estar juntos, no quiero imaginarme como va a ser dentro de unos meses.

—¿están jugando fifa y no me dijeron?— escuché la voz de ruel acercarse.

—¿para qué te iba a decir? no necesito que juegues para saber que vas a perder.— respondió shawn burlón, seguido de un "ohhh" por parte de todos. me reí viendo la cara de indignación de ruel.

—creo que te estás olvidando de lo bueno que soy jugando.

—entonces hay que hacerlo. te reto.

—¡te voy a patear el puto trasero, mendes!— dijo sentándose a mi lado en el sofá, pero en la parte de arriba. shawn lo imitó y yo quede sentada en el medio, como cualquier persona normal lo haría. ambos tomaron los controles y comenzaron a jugar y hacer escándalo junto al resto del team. yo solo miraba todo y me reía de ellos. me levanté del sofá cuando mi celular sonó indicando que tenía una llamada.