𝐁𝐀𝐁𝐘, 𝐈'𝐌 𝐘𝐎𝐔𝐑𝐒 (𝐑𝐔𝐄𝐋 𝐕𝐀𝐍 𝐃𝐈𝐉𝐊)

𝘷𝘦𝘪𝘯𝘵𝘪𝘤𝘪𝘯𝘤𝘰.

hoy ruel y shawn habían tenido varias entrevistas por separado, y esta última iban a tenerla juntos; y como ambos son unos pesados, me obligaron a acompañarlos de allá para acá todo el rato. para mi suerte, esta era la última del día y después podría irme a descansar. por otra parte, para mi desgracia, otra vez me habían arrastrado para responder algunas preguntas con ellos. aunque solo me estaba haciendo la loca y solo sonreía porque no estaba poniendo mucha atención. lo único en lo que podía pensar era en comer algo.

—entonces chicos, ¿qué tienen planeado hacer después de esto?— preguntó el hombre, que no conocí de nada, curioso.

—comer.— fui la primera en responder. todos se rieron y yo solo sonreí avergonzada.

—creo que todos haremos lo mismo.— dijo shawn divertido, palmeando mi rodilla de forma amistosa.

—no, estoy segura de que ruel se irá directo a dormir.— dije mirándolo. se encogió de hombros cuando todos nos reímos de él.

—quiero cambiar un poco de tema.— dijo el hombre mirando sus tarjetas y alzando su mirada directo a ruel y a mí. me sentí como la presa de algún león a punto de ser atacada —bueno... ya sabemos que ustedes siempre están juntos.— yo solo sonreí nerviosa, moviendo mi pierna cuando centró su mirada en mí —¿se gustan?

—eh,— me reí nerviosa, muy nerviosa —yo adoro a ruel...— él me interrumpió antes de que pudiera seguir.

—sí, todos aquí lo adoramos.— las personas detrás de cámara hicieron escándalo y miré a todos sintiendo mis mejillas calientes.

¿por qué siempre salgo avergonzada de estas entrevistas? no necesito decirle a todo el mundo que me gusta ruel.

—a mí sí me gusta.— respondió ruel sonriente. shawn, sentado a mi lado, se removió en su lugar incómodo aunque eso ya lo supiera. sí, yo también estaba incómoda con estas preguntas.

solo podía disimular mis nervios riendo, pero me estaba volviendo loca tener la atención sobre mí, y sobre todo la mirada de ruel, quien parecía divertido con todo esto.

—¿y tú sabías que están saliendo?— preguntó directo a shawn.

—¿saliendo?— preguntó shawn sorprendido y confundido, con ese tono de voz chillón, moviendo su mirada del hombre hacia nosotros.

escuché a todos carcajearse detrás de cámaras, viendo la cara que tenía shawn. me encogí de hombros con una sonrisa que era más como una mueca. estaba segura de que mamá y aaliyah se estaban riendo de él por a penas enterarse. ya se había tardado mucho.

—a mí nadie me dijo que estaban saliendo.— respondió haciendo énfasis en el "nadie" y mirándome cruzado de brazos.

—pero ni siquiera puedes enojarte, tu hermana está saliendo con ruel. literalmente es el chico más bueno que puede haber.— dijo el entrevistador haciéndome reír. bueno, tenía un gran punto. y también era el más lindo, el más divertido y...

—entonces, chicos... solo queremos que lo confirmen, ¿están saliendo o no?— preguntó mirándonos junto a todos los demás. hasta sentí que me temblaron las piernas de los nervios.

—sí.— respondimos al unísono.

—¡lo acaban de confirmar!— gritó divertido.

—bueno, es hora de hablar eso de que están saliendo ¿no?— dijo shawn con una sonrisa torcida.

suspiré cansada.

ya venían sus interrogatorios de hermano mayor. ya se había tardado mucho en saberlo.

•

saqué una nueva rebanada de pizza de la caja. y suspiré. caminé con ella y me lancé sobre el sofá sentándome con una pierna sobre la mesita de noche y otra sobre el sofá. si mamá me viera sentada así me vendría a decir "siéntate como una señorita y cierra esas piernas". me reí de imaginarla. le di play a friends y di una gran mordida a mi cena. estuve riendo probablemente como por unos veinte minutos, hasta que escuché como abrieron la puerta de la habitación. ni siquiera necesitaba mirar para saber que era ruel.

—que bonita te ves con salsa en la cara.— se burló caminando hasta mí. con mi mano limpié mi mejilla y palmeé el lugar a mi lado para que se sentara. se veían tan lindo con el cabello revuelto y la carita adormilada —¿qué haces despierta tan tarde?— me preguntó recostándose entre mis piernas y apoyando su cabeza en mi estómago. le sonreí y peiné su cabello con mis dedos, quitando esos mechones que le caían por la frente.

—¿qué haces tú despierto tan tarde?— le pregunté de vuelta, riendo. abrió la boca grande y acerqué la pizza para que le diera una mordida —hey.— me quejé cuando se comió casi la mitad de un solo bocado. se rió con la boca llena de comida y negué.

—no podía dormir. quiero que me hagas mimitos como siempre.— dijo abrazándome como pudo con un puchero.

—voy a empezar a cobrarte.— mentí, recostándome mejor en el sofá para que estuviera más cómodo. se acomodó contra mi cuerpo y sonreí cuando besó mi mano. vi como cerró los ojos cuando acaricié su cara con cuidado y sonreí.

—ven acá.— dijo poniéndose de pie y acostándose en la cama, regalándome una de sus brillantes sonrisas y abriendo sus brazos para mí. no me lo tuvo que decir dos veces, casi al instante fui a tirarme entre sus brazos. ¿ya dije lo mucho que me encanta abrazarlo y tenerlo así de cerca? porque me encanta. es lo mejor, se siente muy bien. se balanceó hacia los lados conmigo entre sus brazos y su cabeza descansó sobre la mía antes de besar mi frente. sonreí contra su pecho, feliz. me encantaba que fuera tan demostrativo y cariñoso sin importarle sentir pena o ser rechazado, aunque claro, yo nunca iba a rechazarlo. no estaba tan loca como para hacer eso. apoyé mi cabeza en su pecho y con eso pude escuchar los latidos tranquilos de su corazón. sus manos acariciaron mi espalda de arriba a abajo sobre la ropa y me apretó contra su cuerpo. me reí llena de nervios y felicidad al sentir como dejaba miles y miles de besitos cortos por toda mi cara mientras me seguía la risa —¿tienes sueño?— me preguntó en un susurro, acariciando mi cabello y pegando su mejilla a la mía.

—poquito.— respondí en el mismo tono. cerré los ojos disfrutando de sus caricias y me acurruqué contra su cuerpo.

—hay que dormir.— dijo bostezando —te quiero.

—te quiero.— le repetí con una sonrisa. se separó de mí y nos miramos a los ojos. ambos soltamos una risita y volvimos a abrazarnos. me apoyé contra su pecho y poco a poco me fui quedando dormida, escuchando su respiración tan tranquila.