𝐁𝐀𝐁𝐘, 𝐈'𝐌 𝐘𝐎𝐔𝐑𝐒 (𝐑𝐔𝐄𝐋 𝐕𝐀𝐍 𝐃𝐈𝐉𝐊)

𝘥𝘪𝘦𝘤𝘪𝘰𝘤𝘩𝘰.

cuando desperté ruel seguía dormido. me reí al ver que ahora era yo quien lo abrazaba desde atrás y él estaba acurrucado contra la almohada como si fuera un bebé. uno enorme. le quité unos cabellos que caían por su cara con extremo cuidado y me levanté para salir de su habitación sin hacer ruido. se veía muy cómodo, así que no quería despertarlo. aunque también quería ahorrarle un susto porque tenía más que claro que recién despierta no me veía para nada decente. no sabía que hora era, pero seguro era muy temprano porque parecía que nadie estaba despierto. corrí por el pasillo hasta que llegué a mi habitación y suspiré al tumbarme sobre las suaves mantas. era raro dormir sola cuando hace unas horas me estaba abrazando de ruel, pero quería evitar burlas en caso de que alguien entrara y nos viera así. no tardé mucho en caer dormida una vez más, soñando con cierta persona.

obviamente estoy hablando de tom holland.

estaba sola en la habitación del hotel; cantando a todo pulmón y bailando por todo el lugar mientras escuchaba golden years, con la hermosa voz de ruel retumbando en mis audífonos a todo volumen. probablemente iba a quedarme sorda, pero iba a valer la pena. coco hoy se encarga de llevarnos al dentista; más bien a ruel, porque tiene una cita para que le quiten sus muelas y kate le ha pedido (más bien obligado) que lo cuide y lo obligue a venir. ni ella, ni ralph o sylvie han podido venir, pero me pidieron que lo grabara para poder molestarlo después con cualquier tontería que hiciera. yo he sido la primera en apuntarme para ir y verlo hacer el ridículo mientras tiene anestesia. la canción termina en el tiempo justo para poder escuchar los golpes en la puerta. me quito los audífonos y corro a abrir.

—hola.— coco me da una sonrisa —ya es hora de irnos.— dice divertida con las llaves de un auto en la mano. asiento y salgo del hotel con ella a mi lado. ambas hablando de cualquier cosa hasta que llegamos a un auto negro y puedo ver a ruel dentro.

—¿nervioso?— pregunté a penas me subí en los asientos traseros.

—pff, claro que no.— responde con un tono inseguro. suelto una risita, sabiendo perfectamente que está más que nervioso, y miro por la ventana. ya había cancelado su cita como tres veces, y por eso es que kate ha decidido pedirle a coco que lo lleve. además está perfecto porque tiene unos días de descanso y el dentista ha dicho que es tiempo justo para que ruel se recupere, claro, solo si sigue todo como se lo indican. en todo el camino solo me toca reír de las tonterías que ruel hace y a penas llegamos lo veo hacer una mueca de sufrimiento y nerviosismo.

bajamos del auto y caminamos hasta la recepcionista que nos recibe con una sonrisa.

—hola, que bueno que ha llegado.— dice divertida, haciendo referencia a todas las veces que ruel a cancelado —el dentista los espera, síganme.

me toca quedarme en la sala de espera mientras coco es la que lo acompaña. una hora después lo veo salir de la pequeña habitación con las mejillas inflamadas, el cabello revuelto y los ojos algo rojos. el dentista y un ayudante son quienes se encargan de ayudarlo a caminar hasta afuera y subirlo en el auto, mientras que ruel saluda a las plantas de bambú que hay a un lado en la acera. le pongo el cinturón y cierran la puerta antes de que ruel intente salir. coco se queda hablando con ellos, y a mí me toca grabar a ruel con una mano y cuidarlo.

—¿cómo te sientes?— le preguntó sonriendo al ver como toca sus labios con el ceño fruncido.

—¿estoy vivo?— me pregunta mirándome confundido. lo único que puedo hacer es soltar una risa al ver su cara —¿esto es real?

—claro que sí.— digo acercándome un poco para quitarle las manos de su boca —no toques.— ruel hace caso y apoya su cabeza contra el asiento, mirándome sin decir nada y con los labios entre abiertos.