𝐁𝐀𝐁𝐘, 𝐈'𝐌 𝐘𝐎𝐔𝐑𝐒 (𝐑𝐔𝐄𝐋 𝐕𝐀𝐍 𝐃𝐈𝐉𝐊)

𝘷𝘦𝘪𝘯𝘵𝘪𝘥ó𝘴.

esta vez es aaliyah quien decide que hoy es el día de hermanas. y todo esto solo porque shawn le contó que hicimos eso y ella también quiso hacerlo. de no ser por eso, yo estaría haciendo cualquier cosa con ruel. pero no me quejo de nada porque tenía muchas ganas de verla y no iba a desperdiciar el tiempo que ella estuviera aquí.

—¿y cómo han ido las cosas con jordan?— le pregunté mientras caminábamos con nuestros brazos enganchados por las calles cercanas al hotel.

—muy bien.— sonrió emocionada —lo invité para que viniera con nosotros pero tenía otros planes con su familia y no podía viajar.— hizo una mueca.

—que bueno que no le hiciste dramas.— me reí ganándome un manotazo de su parte —¿y ustedes cuánto tiempo se van a quedar?

—para tu mala suerte creo que solo tres días, aunque si fuera por mamá nos quedaríamos con ustedes el resto del tour.— dijo divertida.

—quiero volver a casa pero al mismo tiempo no quiero que se termine el tour.— suspiré desganada, mirándola.

—en otras palabras: no quieres dejar de ver a ruel.

—sh, alguien te puede escuchar.— dije avergonzada, sintiendo mis mejillas calientes.

—por favor, si todo el mundo sabe que están juntos. es imposible que alguien no lo sepa.

—eso no es cierto.— murmuré nerviosa —shawn no se da cuenta aún.

—¡claro que es cierto!— se quejó frunciendo el ceño y mirándome —ustedes dos son lo más obvio del mundo. ni siquiera necesito verlos a diario para saber que seguramente se la pasan pegados como chicles. además todos sabemos que están saliendo. el único que no se da cuenta es shawn, pero él es otro caso porque lo que tiene de alto lo tiene de tonto.

—hay algo que no te he contado.— dije algo insegura. solo tenía miedo de que aaliyah le contara a todo mundo y las cosas se pusieran incómodas.

—¿qué?— me miró atenta.

—el día que fui con coco y ruel a lo del dentista, puede que me haya dado un casi beso en el auto.— hablé demasiado rápido, pero de alguna forma ella pudo entenderme y abrió la boca grandísimo, como un pez. la interrumpí antes de que dijera algo —y también puede que después me haya dado un beso real. bueno, dos, casi tres... ¿pero quién está contando?

—era obvio, pero... ¡¿ruel y tú se besaron?!— gritó sorprendida.

—grita más fuerte aaliyah, ruel no te escuchó desde su habitación en el hotel.— me crucé de brazos y ella chilló sacudiendo mis hombros fuertísimo —y sí, nos besamos. en realidad... ¡todavía no me lo creo! te juro que no pensé que eso fuera a pasar. estaba muy nerviosa.

—¡mamá y camila se van a morir de la emoción cuando les cuente!— chilló abrazándome y dando vueltas conmigo por todas partes.

—¡ya, ya!— me reí.

—¿cómo fue todo?— me miró feliz —no, mejor no me cuentes, no quiero saber cómo se pasaron babas. ¡yo quiero planear la boda! ¡mamá tiene que saber esto!

—deja de gritar.— me quejé cuando unas personas nos miraron.

—yo voy a ser su cupido, y voy a planear la boda de coco, la tuya y de paso la mía con jordan, aunque él no quiera, ¡y vamos a ser todos muy felices!— dio saltitos emocionada.

—estás loca.— me quejé escuchándola hablar sola sobre un montón de cosas que no iban a pasar —¿tú cómo sabes lo de coco?— pregunté confundida.