𝘤𝘶𝘢𝘳𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘺 𝘥𝘰𝘴.

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—que pena que tienes que intentar meterte en relaciones ajenas para obtener la atención de alguien. el cariño de una persona se va ganando con el tiempo, no se gana a la fuerza. ¿no te da vergüenza? ¿por qué no te valoras tantito?

—tú no me conoces.— gruñó enfadada.

—¡y ni me interesa hacerlo!— exclamé cansada de seguir hablando con ella —así que deja de estarme molestando y de meterte en mi relación con ruel.

—sabes que esto no se va a quedar así ¿verdad? ruel me ha gustado desde que somos niños y todo iba bien hasta que te conoció. él va a ser mi novio. le pese a quien le pese. y la hermanita de un cantante no va a arruinar mis planes.— dijo entre dientes, con una cara de seriedad espantosa. parecía loca, daba miedo.

—me das pena ajena, aléjate porque ya no quiero seguir escuchando toda la mierda que dices.— suspiré negando con la cabeza, intentando alejarme. pero ella no me dejaba.

—yo voy a hacer que termine contigo.

—¿sigues con eso? eres una ridícula, mary, ya deja de decir estupideces y mejor céntrate en tu vida, que no parece estar muy bien del todo si necesitas arruinarle la felicidad a dos personas para obtener la tuya.

—dime lo que quieras, pero yo no soy tonta y sé que ruel va a ser mío.

—deja de hablar de él como si fuera un maldito juguete. es una persona, no un objeto, y no es tuyo. deberías de entender que si está en una relación conmigo es porque me quiere. y yo lo quiero a él, así que no te metas.— gruñí haciendo énfasis en la última parte —déjanos en paz.

—no te tengo miedo. solamente eres una zorra y seguramente te acostaste con él para que estuviera contigo, o para que se quedara en el tour con tu hermano. me pregunto con quiénes más te has acostad-

a veces era una impulsiva y no me podía controlar. justo como ahora. pero era demasiado tarde para arrepentirme pues terminé estampando mi puño en su cara con una fuerza que hasta a mí misma me sorprendió. no sabía que podía hacer eso, pero tampoco me arrepentía de haberlo hecho. pensé que mary no iba a hacer nada, pero por mi repentino golpe la hice perder el equilibrio y me tomó del brazo haciéndome caer con ella en la alfombra. me tomó del cabello con fuerza y yo jadeé adolorida.

—¡maldita zorra!— gritó enojada, sin dejar de tironear mi cabello.

—a mí nadie me va a decir zorra, zorra.— dije comenzando a enfadarme aún más. bueno, este era mi momento de brillar y poner en práctica todas esas peleas que tuve en el sofá con shawn y aaliyah. tomé su cabello con fuerza y la empujé hacia atrás para que se alejara de mí. mary lloriqueó adolorida y se volvió a tirar sobre mí para atacarme con sus uñas de gato. casi me sacaba un ojo de no ser porque le volví a soltar un puño directo al pómulo que la hizo caer de espalda.

¡no sabía que podía dar tan buenos golpes!

estaba feliz de estrenar mi puño en el cara.

vaya, puedo presumir que acabo de tener mi primer pelea.

—¡hey, suelta a mi hermana!— escuché un grito por alguna parte. algo aturdida me puse de pie con la ayuda de camila, y vi como shawn sujetaba a mary para que no se tirara una vez más sobre mí —¡¿qué te pasa, estás loca?!— le gritó enojado —¡ni sé para qué pregunto, claramente lo estás!— ella me miró con odio y yo solo le enseñé mi dedo corazón.

—¡es una perra, la odio! ¡zorra!— me gritó en la cara mientras soltaba patadas y manotazos al aire.

okay, no me siento para nada mal de haberla golpeado. se lo merece. eso y más.

—¡hey! ¡nadie que no sea yo le dice perra a mi amiga!— gritó camila enojada, señalándola —y más te vale largarte de aquí si no quieres que te arranque extensión por extensión hasta dejarte calva, maldita zorra entrometida.— la amenazó con seriedad.

—¿por qué se estaban peleando?— preguntó shawn mirándome con el ceño fruncido.

—esta maldita loca que vino y me empezó a decir que iba a quedarse con ruel, y todavía viene a decir que soy una zorra y que me acuesto con él para que salga conmigo y se quede en el tour.— gruñí hablando muy rápido, con la respiración agitada, mirándola con odio.

—¡porque eso es lo que eres! ¡eres...!

—¡basta! si te atreves a llamarla así una vez más o la vuelves a tocar te juro que te vas a arrepentir mary.— nunca había visto a shawn tan enojado. de hecho, nunca lo había escuchado hablar con tanta seriedad. ella me miró, lo miró a él y luego me volvió a mirar para después darse la vuelta y largarse diciendo un montón de groserías al aire. como la loca desquiciada que era.

—que bueno que se fue porque ya no iba aguantarme más en golpearla. si antes la odiaba ahora quiero matarla con mis propias manos.— dijo camila llevándome hasta la habitación que ambos compartían.

—¿estás bien?— me preguntó shawn cerrando la puerta y acercándose a mí para mirar mi cara.

—les juro que la voy a matar.— camila siguió hablando sola —yo sabía que no era tan buena como aparentaba, ¡yo nunca me equivoco!

—sí,— dije respondiendo a la pregunta de shawn —solo es un poco de sangre y algunos rasguños.

—voy a ir por el botiquín.— dijo yendo hasta el baño para buscarlo. me senté en el borde de la cama y suspiré tratando de calmarme. de verdad que nunca pensé llegar a tener una pelea. al menos no una real que no fuera con alguno de mis hermanos o connor.

—solo fuimos a comer, ¡a comer!— chilló camila caminando de un lado para otro —y cuando venimos nos encontramos a esa perra loca queriendo sacarte los ojos. ¿por qué no puedes estar sola sin que te pase nada? tienes un imán para problemas.— dijo haciéndome soltar una risita adolorida. la verdad era que mary sí me había dado unos buenos golpes. además me dolía la cabeza por tanto tironeo, me estaba sangrando el labio, tenía un rasguño en la mejilla y estaba segura que para mañana iba a tener algunos buenos moretones en los brazos. valió la pena.

—te va a doler.— me avisó shawn sentándose a mi lado, acercando un algodón mojado en alcohol a la herida de mi labio. me quejé adolorida pero él siguió limpiando el resto de mis heridas, terminando poniendo una venda en mi mano. tenía lastimados los nudillos, le había dado dos golpes maravilloso a esa loca y estaba muy feliz por eso. el dolor valía la pena.

—espero que le hayas roto la nariz.— suspiró camila sentándose a mi otro lado y acariciando mi cabello.

esto había sido una locura. definitivamente no tenía planeada una pelea el día de hoy. ruel iba a volverse loco cuando me viera y se enterara de lo que pasó. esperaba que no se molestara conmigo, eso sería el colmo. yo solo me estaba defendiendo y ella se lo ganó porque me hizo enojar.

𝐁𝐀𝐁𝐘, 𝐈'𝐌 𝐘𝐎𝐔𝐑𝐒    (𝐑𝐔𝐄𝐋 𝐕𝐀𝐍 𝐃𝐈𝐉𝐊)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora