𝐁𝐀𝐁𝐘, 𝐈'𝐌 𝐘𝐎𝐔𝐑𝐒 (𝐑𝐔𝐄𝐋 𝐕𝐀𝐍 𝐃𝐈𝐉𝐊)

𝘰𝘤𝘩𝘰.

hoy era un día algo caluroso, era día libre, y andrew nos había dejado salir. llevaba un vestido negro muy simple y cómodo. ruel solo llevaba shorts blancos, camisa del mismo color y una gorra beige que le quedaba muy bien. y claro, no pueden faltar sus converse. habíamos perdido a los demás; y con demás me refiero a shawn, connor, coco y camila, quien había llegado anoche de sorpresa. todos estábamos caminando juntos, pero ruel y yo nos distraíamos mirando una tienda donde venían cosas de marvel, y terminamos perdiéndolos. ni siquiera pudieron esperarnos. aunque tampoco era que me molestara quedarme sola con ruel.

—me voy a derretir.— me quejé cansada.

—solo estamos a 30 grados, no hace tanto calor, es solo que no estás acostumbrada.

—odio el verano.— suspiré esquivando a algunas personas que venían caminando en sentido contrario al nuestro. las calles estaban algo transitadas.

—¿quieres limonada?— me preguntó deteniéndose en una cafetería.

—o quizás café f...

—nop, limonada.— me interrumpió tomando mi mano para llevarme dentro del local. no pude evitar ponerme nerviosa y sentir un calor en mis mejillas. estaba roja, pero lograba disimularlo por lo que habíamos caminado y porque el sol que dio en la cara todo el rato. cuando llegamos a la caja soltó mi mano y se puso detrás de mí con sus manos en mis hombros.

—hola, bienvenidos.— sonrió la chica de la caja, mirándonos algo nerviosa —¿qué van a pedir?

—caf-

—dos limonadas grandes, por favor.— me interrumpió, haciéndome rodar los ojos divertida.

—claro, ya las traigo.— la chica se fue y me giré cuando alguien nos llamó. era un chico que parecía un poco mayor que nosotros.

—hola, ¿puedo tomarme una foto con ustedes?— nos miró esperando que dijéramos algo.

—uhm, sí.— acepté con una sonrisa. le entregó su celular a una mujer que lo acompañaba y se puso a mi lado tomando mi cintura algo fuerte. me moví un poco incómoda y los tres sonreímos para la foto. miré al chico en cuanto sentí como su mano bajó más de lo que debería. me separé al instante de él y me miró como si no hubiera hecho nada malo.

¿qué le pasa?

—¿qué mierda? ¿por qué hiciste eso? no vuelvas a tocarla.— pensé que ruel no lo había notado, y que lo haya hecho ponía más incómoda la situación para mí.

—¿qué? no hice nada que ella no estuviera pidiendo.— dijo como si nada. alcé las cejas incrédula por lo que dijo y ruel solo frunció aún más el ceño, acercándose a él y poniéndome detrás suyo.

—en ningún momento la escuché decirte que la tocaras, ¿o si?— lo miró enfadado.

—bueno, es su culpa por vestirse así.

¡no lo podía creer!

¿estaba hablando en serio? el vestido literalmente me llevaba unos cuantos centímetros por encima de la rodilla y era la cosa más simple y cero provocativa que había en el mundo.

iba a hablar, pero ruel lo hizo antes que yo.

—¿qué mierda te pasa? ella puede vestirse como le dé su puta gana y nada te da el derecho que venir a tocarla sin su consentimiento.

—no hay que hacer escándalo por algo tan simple.— la mujer habló por primera vez — ella se lo buscó vistiéndose de esa forma, mi hijo es hombre y...