𝘤𝘶𝘢𝘳𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘺 𝘶𝘯𝘰.

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seguía enfadada por lo que había dicho mary y también porque no entendía mi tarea, así que tenía todo el derecho de enfadarme y no hablar con nadie. como por ejemplo: con ruel, quien me había estado moleste y moleste desde hace más de quince minutos y ya me estaban dando ganas de soltarle un manotazo en la cara. lo veía y me acordaba de mary, en estos momento ni lo soportaba aunque aún no me haya hecho nada. no paraba de hablar, de distraerme, de picarme la cara, los brazos o las costillas, y lo más probable es que si seguía así iba a terminar con un moretón. o varios.

—ruel, tengo tarea que hacer, ¿puedes callarte y dejarme en paz? no me puedo concentrar si me estás molestando.— suspiré cansada.

—pero estoy aburrido. quiero atención, dame atención.— dijo haciendo un puchero y apoyando su cabeza en mi hombro. dejé de lado lo que estaba haciendo y lo miré.

—¿ahora sí quieres mi atención?— pregunté enfadada, cruzando los brazos.

—¿de qué hablas?— me preguntó separándose confundido —¡siempre quiero tu atención!

—sí, claro, y por eso has estado ignorándome estos días que mary ha estado aquí.— dije de mala gana, volviendo mi atención a lo que hacía antes. aunque ni siquiera sabía qué estaba haciendo.

—¿qué tiene que ver mary en todo esto?— me preguntó frunciendo el ceño.

¿en serio está preguntándome eso?

—no sé, ¿por qué será? quizás porque desde que llegó has estado pasando todo el tiempo con ella y a mí a penas y me hablas.

—¡yo solo quería pasar tiempo con mi amiga! ¿qué tiene eso de malo? ¿ahora no puedo hacer ni eso?

—"¿hacer ni eso?"— pregunté incrédula, alzando las cejas con más enfado que antes —lo dices como si yo te prohibiera cosas, cuando sabes que jamás hecho eso. ¡y no, no tiene nada de malo que quieras pasar tiempo con tu amiga! pero me has estado ignorando y solo me hablas cuando ella se va y después cuando vuelve te desapareces otra vez. justo como lo estás haciendo ahora.

—yo no he estado ignorándote.

—pues no te das cuenta, pero lo haces.

—bueno pues perdón por querer estar con mi amiga.

—¡es que eres tonto! ¡eres un terco!— chillé casi arrancándome el cabello de la frustración —¡le gustas, ruel, le gusta a mary y ha estado coqueteando contigo desde que llegó! y en mi maldita cara. en la cara de todos, y tú no le dices nada.

—¿qué?— preguntó incrédulo —¡claro que no! ¡eso no es cierto! ¿por qué inventas esas cosas?

odiaba estar peleando con él. esta era nuestra primer pelea, y todo era por culpa suya; por culpa de mary. y la muy maldita seguramente estaba de lo más contenta con esto. o lo estaría cuando se enterara.

—¡yo no estoy inventando nada, todos aquí se han dado cuenta!— dije con obviedad —hasta tus fans y eso que ni siquiera la ven estar encima tuyo todo el día. ¿crees que eso a mí no me incómoda? ¿tú cómo te sentirías si yo traigo a sam acá y lo dejo estar abrazándome, besándome y llevándome a donde él quiera? ¿te gustaría que te ignorara por estar con él, que nos pusiéramos corazones y fotitos en instagram a cada rato? porque te recuerdo que cuando conociste a sam y no te cayó bien yo hice lo posible para que tú no te sintieras incómodo, te hice sentir bien para que no te pusieras mal por alguna cosa que él dijera o hiciera y hasta tomé mi distancia con él para evitar malentendidos.— estaba enfadada, muy muy enfadada, y que ruel no quisiera entender lo que le decía me irritaba aún más.

𝐁𝐀𝐁𝐘, 𝐈'𝐌 𝐘𝐎𝐔𝐑𝐒    (𝐑𝐔𝐄𝐋 𝐕𝐀𝐍 𝐃𝐈𝐉𝐊)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora