Una Mirada ||Zac El Alba Y Tú

Capítulo 2

_¿Siquiera te suena el nombre Zac?

Ella negó con la cabeza.

_¿Zac el Alba? ¿En serio no me conoces?_ siguió preguntando, aún sin poder creer la situación.

La muchacha permaneció estática por unos segundos, pareciendo querer recordar algo. No estaba segura pero sabía que olvidaba algo importante y lo estaba pasando por alto en esos instantes.

De pronto, la pelimorado abrió sus ojos exageradamente para luego exclamar; cosa que extrañamente emocionó al rubio.

¡Esa era! Era exactamente la reacción que esperaba él. Bueno... realmente era lo que acostumbraba cada que se encontraba a una chica, y más si era de la edad a la que se aproximaba la joven.

Aunque... ahora que lo mencionamos. Esto contradice de manera contundente lo que se había dicho un capítulo atrás. Literalmente había estado huyendo de este tipo de reacciones minutos antes de toparse con esta chica. Y ahora estaba furioso (por decirlo de alguna forma), para que ella le pidiera un autógrafo o una selfie.

Con una mirada iluminada, posó de manera diva y se presentó al igual que haría él en un concierto.

_ ¡Sí!¡Ese soy...!

Y antes de siquiera poder terminar...

_ ¡Demonios!¡ ¿Qué hora es?!_ exclamó nuevamente a la vez que buscaba su celular en uno de los pequeños bolsillos de su mochila.

El muchacho se paralizó de inmediato. ¿Estaba soñando o qué?

La verdad no sabía como reaccionar. No sabía si reír o llorar... o si simplemente acceder a la idea de que siguiera siendo amnesia.

_ A...a ver si entiendo..._ titubeó unos segundos luego de poder asimilarlo_. Si te digo que yo soy ese tal Zac el Alba, un famoso cantante pop... ¿aún seguirías mostrando indiferencia?

La chica arqueó una ceja, incrédula.

_ Ajá.Y yo soy la Reina Afrodita_ dijo ella_. Dejaría de darle la mínima importancia si me dieras a conocer tu verdadera identidad.

El chico suspiró pesadamente.
¿Qué tan grave de la cabeza debía estar alguien como para no reconocer a un icono tan afamado como lo era él?

Bueno... la verdad era que el chico aún tenía la esperanza de que esa fuera la razón por la que lo trataba de esa forma.

Quizás si la joven fuere de otro continente, o planeta,  y no hubiese manera alguna de que supiera de su existencia, le perdonaría. Sin embargo, no era así. Efectivamente, estábamos hablando de una nativa natural de Japón. Había  nacido en su mismo país.

Pensar que en ningún momento de su vida hubiese oído de él le era totalmente improbable e imposible considerando la tecnología avanzada que poseía Japón y que cada vez eran muchas más las fronteras que cantaban sus canciones.

¡Por Dios!¡Era el único nombre que se oía en toda Asia!

Incluso tenía fanboys al otro lado del mundo. ¿Cómo era acaso posible que ella no fuera una fanática?

Aunque aún más importante...¿por qué diablos se estresaba tanto? Ni que esta chica fuera medio mundo.

_ Carter..._ llamó el rubio al mayor, que de inmediato respondió algo ofendido.

_ ¡Ya te dije que ella está bien!

_ Bueno ya, ya. No era para que te enojaras conmigo_ respondió apenado, cubriéndose un poco con sus manos frente a él.

La pelimorado, que no daba su nombre aún -al menos a Zac por considerarlo falso- bajó de un salto de la camilla apresurada tras haber visto la hora en su celular.