Polemic Song

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Omnisciente

Taehyung mira desde su terraza el cielo nocturno que brilla sobre la ciudad. 

Siente su pecho oprimirse al recordar el doloroso pasado de su madre, su amor prohibido e imposible por Irene, la madre de Jungkook.

Ahora entiende la mayoría de las cosas. El porqué siempre vivió con su abuela paterna, el porqué sus padres nunca le visitaban de pequeño y la razón del porque sus padres siempre que se encontraban, era para gritarse cosas hirientes a la cara.

Taehyung no tuvo una buena infancia. Sus compañeros de pequeños se burlaban de Jungkook y él por no tener padres, (a Jungkook sólo por no tener padre, pero a él le daban el doble de burlas).

Aprendió a superarlo cuándo tenía catorce años, pero el trauma seguía ahí.

Su padre nunca lo apoyó para ser modelo, en realidad, nunca lo había apoyado en nada en las pocas visitas que le hacía. Su madre sorprendentemente lo aceptó, y le apoyó ayudándole económicamente en su carrera. Ahora estaba en todas las revistas.

Para la madre de Jungkook era más difícil, ya que era ella sola. Pero sacó adelante a su hijo y ahora es un cantante famosos a nivel mundial.

Jungkook y él habían pasado por mucho, pero ahora estaban prosperando y todas las burlas y las críticas estaban enterradas en lo más profundo, porque le demostraron a todos que podían brillar, aún si nadie los apoyaba.

Pero es consciente que no lo habría logrado si el tierno chico castaño no le habría dado ánimo a seguir sus sueños, así cómo Jungkook probablemente no habría tenido el valor de hacer la prueba de casting si Taehyung no le hubiera insistido.

Ambos fueron fundamentales en sus vidas y decisiones.

Taehyung suelta un suspiro cansado de la información que había recibido.

Los próximos días pasan y él sigue con su trabajo. Intenta no pensar demasiado en todo, en su madre, en sus abuelos, en Jungkook.

Hasta que una noche, mientras la lluvia caía levemente por la ciudad, su teléfono vibra en un mensaje.

Y no puede retener la emoción y el dolor en su pecho al leer el texto.

Jungkookie:

Tenemos que hablar.

9: 33 p.m