CAPÍTULO 47 ~ "La boda"

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―Así me gusta, hermosa.―

―Sí, sí. Cállate y vámonos que se hará tarde.―

Tomo mi bolso. En el meto mi celular, mi pintura de boca y un rímel. Me echo un poco de perfume y salimos de la habitación.

Elliot llama al ascensor cuando escucho un chiflido.

―Vaya, Macky. Te vez hermosa.―Me da un beso en la mejilla.

―Gracias, James.― Las puertas del ascensor se abren y los tres entramos.

Me siento realmente incomoda entre ellos dos, claro, me eh acostado con los dos. Quizá lo que paso con Robert y Jordán si fue real y no un invento con una foto arreglada.

Las puertas del ascensor se abren, salgo primero que ellos.

―¿En que se irán? ―

―En taxi.―Le contesta Elliot con voz fría.

―¿Sabes la dirección de la capilla? Cuando Alessa me la dio, ya tenía un poco de alcohol en mi sistema y no le entendí muy bien.―

―Vénganse conmigo.―

―No. ―Dice Elliot al instante.―No queremos molestar.―Dice reparando lo brusco que sonó primero.

―No es una molestia. Vamos adonde mismo ¿Cuál es el problema?―

La mirada de Elliot es clara, "tú eres el problema".

―Supongo, que ninguno. ―Dice entre dientes.―

―De acuerdo, ¿nos vamos? ― Me encojo de hombros.

―Claro.―

Salimos del hotel y vamos directo a su Audi color negro. Elliot se sube en el asiento trasero. Pienso en irme en el asiento de enfrente, pero finalmente me voy a lado de Elliot.

―Me siento como un taxista.―Bromea James. Prende el coche y arranca. ―Solo hare una parada en la joyería.―

―¿Por los anillos? ―

―Aja.―

―Sigo pensando que deberías dejarme darte la mitad de lo que costaron.―

―Y yo sigo pensando que no voy a aceptar un solo centavo tuyo.― Entra a una plaza y apaga el coche frente a una joyería llamada "Beautiful" ―Ya vengo.―Sale del coche y entra a la joyería.

―No sé qué es peor. ―Murmura Elliot.

―¿El qué? ―

―No sé si es peor venir con él y que actué como si nada o el saber que no puedo odiarlo.― Cierro los ojos con fuerza.― Lo siento, no debí decir eso.―

―No te disculpes, es mi culpa.―Toma mi cara entre sus manos.

―Mackenzie no es...―

―No, Elliot. Ni te atrevas a decirlo. Claro que es mi culpa. Es mi culpa por ser lo suficiente estúpida como para emborracharme con mi ex y después acostarme con él. Sé que eso jamás me lo vas a poder perdonar, pero, no se ¡soy una imbécil por eso! ―Tapo mi cara con mis manos.―Tu siempre serás demasiado bueno para mí. No deberías estar conmigo.―

Él no contesta. Por un segundo creo que él acaba de darse cuenta de que es verdad, y por ese segundo me siento aterrorizada.

―Hablamos de esto después.― La puerta del piloto se abre y se cierra casi al instante. Retiro mis manos de mi cara y suspiro aliviada.

No me contestó porque venía James.

―Volví. Macky, tómalos. ―Me entrega una cajita de terciopelo color negro. Prende el carro y salimos de la plaza.

Mis Pervertidas FantasíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora