-¡Joder, joder, joder!.- Chillo a medida que él avión sube. Elliot ríe a carcajadas.- ¡Joder, no te rías!.-
-¿Te haz subido a un avión alguna ves?.- Pregunta con diversión.
-¡Claro que si!.- Me senti levemente mareada.
-¿Hace cuanto?.- Ríe.
-Ammm, ¿Doce? ¿trece años?.- Digo con indiferencia.
-¿Trece años?.- Asiento.- ¿Y, a donde fuiste hace doce o trece años?.- Se burla.
-De hecho, a Florida.- El avión dejo de elevarse y ahora vuela agradablemente.
-¿Y eso?.-
-Disneyland.- Explico.
-Oh. Me imagino a una linda niña con ojos grises, una pequeña boquita carnosa y dos coletas corriendo de aqui para haya con un algodón de azúcar en la mano.- Sonríe.
-De hecho, solo tuviste un error en esa imaginación. Solo llevaba una coleta, no dos.- Tomo su mano y la aprieto. Sonríe.
-Quiero ver una foto tuya de niña. -
-Y, yo una tuya.- Arque una ceja.
-No tengo ninguna.- Hace una mueca como diciendo "Lo siento".
-Yo tampoco. Los álbumes se los llevo Katherin cuando se marcho a
Florida.- Me encojo de hombros.
-Pues... tendre que conformarme con una actual.- Sonríe.
-Lo mismo digo.- Saco mi IPhone y abro la cámara.
-¡Oh!.- Lo miro. Tiene los ojos cerrados, su rostro se contrae en un gesto de dolor y su mano esta en su corazón. Por un momento el pánico me invade, pero al verlo abrir un ojo y esbozar una media sonrisa, me relajo. Golpeo su hombro.
-Me asustaste idiota.-
-Esque, ese fue un golpe bajo.-
-¿El que?.- Pregunto con una ceja enarcada.
-Sacaste el Iphone. Me humillas. Yo solo tengo esto.- Saca un celular Samsung bastante bonito color blanco.- Esto no es nada al lado del tuyo.
Pongo los ojos en blanco.
-Elliot, eres un payaso.- Le apunto con el celular.- Sonríe...-Alargo.
Sonríe. Pero no es cualquier sonrisa. Es una de esas que te matan. Que hacen que te corras con solo verla. Tomo cuatro fotos y las guardo.
-Deja de sonreír asi porque si no te voy a encerrar en el baño del avión.- Le advierto. Su sonrisa se amplía.
-Yo no tendría problemas con eso.- Pone su mano en mi pierna.
-Ya. Quiero una contigo.- Pongo la cámara frontal.- Vamos, acercate.-
Nos tomamos al rededor de quince fotos, todas con diferentes caras. La última, fue una de nosotros dándonos un beso en los labios.
-¿Me las pasarás?.- Pregunta después de terminar de verlas.
-Lo siento, guapo.- Hago una mueca.- Pero no. No puedo. Iphone no tiene Bluetooth.-
-Eres una tramposa.- Dice con los ojos entrecerrados.
-No lo soy...-Se me ocurre una idea.- ¡Ya se!. Puedo mandartelas por Kik.- Sonrío.
-¡Espera!. No dejes de sonreír.- Toca su pantalla y después me apunta con la cámara.- Seran varias.- Hago diferentes caras.- Esta... si, esta.- Mueve algo y después guarda el celular. Me mira.-Serás mi fondo de pantalla de hoy en adelante.- Me besa.
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Mis Pervertidas Fantasías
Historia Corta―¿Entonces todo este maldito tiempo fui un objeto para ti?―Pregunta en un tono muy calmado para la situación. A pesar de eso, se escucha la tristeza, indignación, decepción y enojo en ella. ―¿Siempre fui eso para ti? ¿Un maldito objeto? ―No...―Un en...