―¿Qué clase nos toca, Grid?―Pregunta Nayla.
―Literatura.―Contesto.
―Ah. ¿Y tú, Eli?
―Cálculo.―Bufa y pone los ojos en blanco―¿Qué les parece si no entramos y discutimos acerca de la apuesta?
―Por mí encantada.―Sonríe―¿Y tú, Grid? ¿Qué opinas?
―Ah...―Me quejo―Es mi materia favorita.
―Vamos, no seas aguafiestas.―Dice Eliza―¿Qué? ¿acaso no te mueres de curiosidad por saber que chico te toca?
―Pues sí.―Admito.
―¡Entonces vamos!―Dice Nayla―Además solo estamos leyendo ese libro.
―Está bien.―Ambas gritan bajito―Vamos a la cafetería.
(...)
―Dios, estas cosas son fantasías estúpidas aptas de una niña de dieciséis.―Se queja Nayla mirando su antigua hoja.
―¿Por qué?―Pregunto.
―Porque si, ósea escucha esto, ¿encima de un coche? ¿En el asiento de atrás de un coche? ¿En la regadera? ¡Dios! ¿Qué estaba pensando?―Nayla tapa su rostro―Es tan estúpido.
―Pues... yo sigo en pie con todas.―Dice Eliza―Y Nayla, no son tan malas, están muy bien. Pero sigo pensando que lo de Ingrid es algo loco... lo del camión y luego ¿en el baño de la Uni? Esta loca.
―Son mis perversidades ¿ok?―Reclamo.
―Si.―Eliza ríe―No te esponjes, ¿sí? Bueno, pero ¿dos meses? creo que es mucho ¿no? Los chicos aman el sexo. Dos semanas y la lista completa de Ingrid esta toda realizada.
Me ruboriso.
―¡Oye! déjame en paz. Además, no escogimos chicos fáciles.―Nayla y yo nos miramos cómplices―Tu chico, no es fácil.
―Pues déjame decirte, amor mío, que el tuyo tampoco es fácil.―Nayla ríe―Y tú ni te rías que el tuyo tampoco lo es.
―De acuerdo, de acuerdo.―Nayla deja de reír pero aún sonríe―¿Cuánto tiempo entonces?
―Creo que dos meses está bien.―Digo―Ya depende de cada una si logramos que sea en un mes o dos semanas.
―¿Y cómo estaré segura que lo hacen? ¿Qué tal si me engañan?―Pregunta Eliza.
―Sabes que para mí maldita mala suerte, yo no sé mentir.―Dice Nayla.
―Y yo confiare en ustedes, así como espero que confíen en mi.―Digo.
―De acuerdo.―Dice Eliza.
―¡Venga!―Ánima Nayla―¿Quién será mi chico?
Eliza y yo nos miramos y reímos.
―Pues nada más y nada menos que, Fernando Thomson.
―¿Fe-Fernando Thomson? ¿El sexy y callado chico de Administración?―Pregunta asombrada.
―Sí.―Decimos Eliza y yo al unísono.
―¡Dios esto será difícil! Pero valdrá la pena, ah.―Se muerde el labio.
―Y bien, ¿quién es mi chico?―Pregunta Eliza emocionada.
―Dile tú.―Me dice Nayla. Eliza me mira nerviosa.
―Steven Valverde.―Digo.
―¡No jodas! ¿Ese bizcóchate de Contabilidad? ¡Es súper cerrado! Pero, yo lo abriré.―Nayla y yo reímos por sus caras de orgasmos.
―Bien, Ingrid.―Comienza Nayla. Siento nervios―Tu chico será... Elliot Malek.
―¿Qué? ¿Nuestro compañero de Literatura?―Pregunto con asombro.
―Sí, ¿por qué?―Pregunta Eliza confundida―El chico está súper guapo, ósea ¡parece el hermano perdido de Mario Casas! No creo que no te guste.
―No puedo creer que chicos así sean tímidos.
Elliot es guapo, muy muy muy guapo, es alto, piel moreno claro, ojos azul verdosos, cabello corto color castaño y labios carnosos. Es un chico realmente guapo. Pero, no sé porque lo siento lejos de mi alcance.
―No, es obvio que está demasiado guapo. Pero... siento que esta fuera de mi alcance, que...
―Espera, espera―Me interrumpe Nayla―¿Estás diciendo que no crees que quiera follarte?
―Pues... sí.―Admito.
―A ver, Ingrid.―Me dice Eliza―Solamente, la única razón por la cual él no quisiera follarte, es porque es gay y dudo que lo sea, nena. En fin, hoy trece de Marzo empieza nuestra apuesta. Para el trece de mayo todo tiene que estar listo, ya saben la primera en terminar, gana.
―Hay que llevar una bitácora.―Propone Nayla―Anotar día, que fantasía fue y en qué lugar se realizó, observaciones y así.
―Muy bien. Pues, el juego comienza... ¡ahora!―Dice Eliza y las tres reímos.
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Mis Pervertidas Fantasías
Short Story―¿Entonces todo este maldito tiempo fui un objeto para ti?―Pregunta en un tono muy calmado para la situación. A pesar de eso, se escucha la tristeza, indignación, decepción y enojo en ella. ―¿Siempre fui eso para ti? ¿Un maldito objeto? ―No...―Un en...