-¿Q,que?- Pregunto realmente sorprendida.
-Que te llevaré a Florida a la boda de tu hermana. Y, como me dijiste que querías que fuera contigo, me atreví a comprar un boleto para mi.-
-Por dios.- Me levanto y lo abrazo con fuerza.- Eres el mejor. Te quiero demasiado, Leliot.- Lo miro. En sus ojos veo un brillo que nunca habia visto. Me sonríe y me besa.
-Es lo mejor que me han dicho en toda mi vida.- Me muerde el labio.
-¿Que? ¿que eres el mejor?.- Gimo.
-No.-
-¿Entonces que?.-
-Que me quieres. Es lo mejor.-
-Es la verdad.- Me separo y lo miro a los ojos para tratar de que vea que es cierto.
-Lo se.- Sonríe.- Quiero...- Vacila. Su expresión es alegría con una pizca de tristeza.- quiero, follar contigo.-
Ahora entiendo porque su expresión. Sinceramente, creo que esto debe cambiar.
-No.- Digo con voz firme.
-¿No?.- Me mira confundido.
-No. No quiero follar contigo.-
-Oh.- Baja la vista.
-No quiero follar contigo. Quiero hacer el amor contigo.- Digo con toda la dulzura que puedo.- Quiero que me hagas el amor toda la noche. Quiero que me beses y me digas cosas lindas. Quiero perderme en tus besos, en tus caricias, en ti. Eso es lo que quiero.-
Me mira, en sus ojos miro lujuria, pasión, ternura y amor. Se acerca a mi y me besa.
Caminamos lentamente a la cama. Me siento en el borde del colchón mientras saco su camisa de algodón de un color indigo desgastado, la cual hace que sus músculos se marquen. Pero ahora ya no hay nada que marcar, pues se encuentra en el suelo. Me va recostando en la cama al mismo tiempo de con sus manos va tirando todo lo que esta en ella. Sin dejar de besarnos tiernamente en ningún momento. Siento su mano en mi sexo, jadeo de sorpresa y placer.
-Elliot...- Gimo.
-Estas mojada.- Besa mi cuello.
-Por favor...- Le suplico. Mierda, estoy muy exitada.
-¿Por favor que?.- Muerde mi lóbulo. Gimo.
-Por favor, hazme el amor. Ahora, deshaste de tu ropa y de la mía, ya.-
-A la orden capitana.- Ríe por lo bajo.
Muerde mi pecho izquierdo antes de levantarse. Lanzo un pequeño grito de sorpresa. Se quita los zapatos, los jeans azul oscuro y los boxers quedando totalmente desnudo y una tremenda erección.
-¿Asi?.- Dice con voz seductora.
-Si. Joder, si.- Muerdo mi labio inferior.
-Muy bien.- Se acerca extremadamente lento a la cama.-¿Que te parece si nos deshacemos de esto?.-Pasa su dedo índice por mis bragas y recorren mi vientre hasta llegar a mi sujetador. Aprieta mi pecho derecho. Gimo.
-Elliot, deja de provocarme.- Murmuro. Cierro los ojos y muerdo mi labio.
Siento una presión en mi cadera y el sonido de tela desgarrandose. Abro los ojos de golpe. Sostiene mis bragas rotas en su mano. A pesar de lo que eso me exita, consigo enarcar una ceja.
-Esto es mío ahora.- Las guarda en la mesita de noche. No me alcanza a mirar.
Aprovecho y me quito el sujetador. Quedo totalmente desnuda y exitada en su cama.
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Mis Pervertidas Fantasías
Historia Corta―¿Entonces todo este maldito tiempo fui un objeto para ti?―Pregunta en un tono muy calmado para la situación. A pesar de eso, se escucha la tristeza, indignación, decepción y enojo en ella. ―¿Siempre fui eso para ti? ¿Un maldito objeto? ―No...―Un en...