CAPÍTULO 57 ~ "Dos Minutos"

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¿Este realmente será mi karma? ¿Con esto me castigara la vida? A mi punto de vista es injusto, ya me había quitado a James primero.

Pero, la vida es una maldita zorra que te arrebata lo que amas cuando más lo amas. Comprobado por segunda vez.

Tengo sentada en el suelo recargada en el pie de la cama por lo menos una hora pensando lo patética que es mi vida e intentando decidirme entre si voy a la universidad o no.

Si me quedo en casa, probablemente me la pase mirando películas y llorando hasta volver a dormir y si voy a la escuela, probablemente ponga poca atención a clases, veré a Elliot y me la pasare llorando lo que quede del día después de que él me mire con odio.

Me levanto y voy a la ducha. Prefiero verlo que quedarme en casa, quizá lo convenza de hablar y así explicarle como estuvieron las cosas.

Me visto con unos jeans desgastado y una blusa de algodón negra, me hago un moño alto y no me maquillo, no tengo ánimos de hacerlo… esta será la primera vez que vaya a la universidad desmaquillada y sin tacones.

Quizá Elliot no me odie, aun. Quizá él está decepcionado de mí, está furioso conmigo, pero no me odia. No puede odiarme de un segundo a otro, sé que él aun me ama.

Llego a la universidad con ese pensamiento.

Él me ama, aun me ama.

Entro cabizbaja a mi primera clase.

Elliot no se encuentra en ella ya que no toma la asignatura, pero con quien si me toca es con la persona que destruyó mi felicidad.

―Hola, zorrita ¿Por qué tan deprimida?―Enarca las cejas y saca su labio inferior.

La ignoro y me siento en los asientos de abajo, cosa que nunca hago porque para mí entre más arriba mejor, pero hoy no.

―Oye Lucía, escuche algo muy bueno.―Se acercan un poco a mí. Yo solo me limito a mirar mis dedos.

―¿Enserio, Alice? ¿Qué cosa?―Dice con falso entusiasmo.

―Escuche que desenmascararon a tres zorras y sus supuestos novios las botaron como basura.―Lucía jadea de supuesta sorpresa.

―¿Qué? Uau, eso es fantástico. La vida les da su merecido a esas putas perras tarde o temprano. Pero lo más importante es que si ya dejaron a las putas, están solteros ¿no?―Me pongo rígida y de repente me entran unas tremendas ganas de golpearla, otra vez.

―Hum-hu.―

―Eso es genial, entonces supongo que ya tengo el camino libre con Elliot.―Levanto la vista a ella y me doy cuenta de que me está mirando, todo el tiempo estuvo mirándome.

―Exacto, Luce.―

―Aléjate de él.―Digo con los dientes apretados. Siento que me empiezan a escocer los ojos.

No, no. Por favor no… no llores frente a ellas. No llores frente a ellas.

―¿Perdón? ¿Por qué debería de hacerlo?―Pone una mano en su pecho. Sus ojos están llenos de satisfacción.

―Conseguiste lo que querías, Elliot me dejo y no volveré a estar con él. Muy bien, ahora déjalo tranquilo. Ya tienes lo que querías.―Digo -de milagro- con voz firme.

―Querida, ¿y tú como sabes que es lo que quiero yo?―Se acerca a mí y se recarga en la mesa inclinando su cuerpo a delante causando que quedamos cara a cara.―Quiero destruirte por completo. Ahora estas medio destruida. Cuando él este conmigo, todo tu mundo se va a venir abajo.―Sonríe.

Mis Pervertidas FantasíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora