Mis Pervertidas Fantasías

CAPÍTULO 44 ~ "Maldito Viernes."

~Ingrid♥️~

Viernes. Maldito viernes. Que estúpida fui al proponerle esto a Jonathan ¿Qué tenía en la cabeza?

―¿Estas lista para irnos? ― Me pregunta mi novio.

Mi novio. Que dulces se escuchan esas palabras. Sonrío y asiento.

―Sí. Aunque no creas que tengo muchas ganar de pasar todo el día con Katherine y Jonathan. Si fuera solo con Alessa y Ryan, sería más fácil.― Él sonríe. Me abraza y entierra su cabeza en el hueco de mi cuello.

―No puede ser tan malo.―Murmura contra mi cuello y deposita un beso en él. Suspiro.

―Créeme, lo es.― Le doy un poco más de acceso a mi cuello.

Me besa debajo de la oreja y va haciendo un camino de besos hasta mi boca. Rodeo su cuello con mis brazos e intensifico el beso. Muerdo su labio inferior, él se aparta y me da un beso en la nariz.

―No funcionara pequeña tramposa. Será mejor que nos vayamos.―

―¡No intentaba nada! ―Me rio.―Si no quisiera ir, simplemente no iría.―

―Entonces,―Enarca una ceja.―¿quieres ir? ―

―No pongas palabras que no son en mi boca.―Frunzo el ceño.

―Ahora mismo quisiera poner algo en tu boca.―Me sonríe. Amo su sonrisa pícara, la pervertida, la traviesa o simplemente la de cuando está feliz. Dios, amo tanto a este hombre. Es la perfección personificada. ¿Por qué tuve que darme cuenta hasta cuando estuve a punto de perderlo?

―Pervertido.―Le doy un beso corto en los labios.

―Solo contigo.―

―Eso me alegra. Anda, vámonos antes de que me arrepienta y te ate a la cama.―Tomo mi pequeña bolsa gris rata.

―Huy, no me emociones deoquis.―

―Cuando regresemos, ¿sí?― Sonrío.

―Pues hay que irnos ya para que lleguemos más pronto.―Me abre la puerta y salgo con él a mis talones. Cierra la puerta detrás de él.― ¿Te eh dicho que te miras hermosa y me vuelves loco con ese vestido que llevas puesto? ―

Tomo el borde de este y lo miro. Es un vestido de encaje color negro, con corte circular hasta medio muslo, estraple y con toda la espalda descubierta. Lo acompaño con unos tacones de plataforma negros y el cabello atado en una cola alta.

―No es para tanto.―Caminamos al elevador.

―Oh, claro que no.―Pone los ojos en blanco.

Llama al ascensor y cuando se abren las puertas, me quedo rígida.

―Hola.―Me sonríe y mira a Elliot.―¿Qué Tal? ―

―Todo bien.―Me toma de la mano y entramos al elevador.

―Hola, James.―Digo despacio. Las puertas del ascensor se cierran y este comienza a descender, no con la velocidad con la que me gustaría, pero lo hace.

―¿Cómo estás? ―

―Bien. ¿Y tú?―

Por un momento creí que me diría "destrozado por tu culpa" pero no lo hace.

―No puedo quejarme.― Se encoge de hombros. Baja la vista y mira la mano de Elliot y la mía entrelazadas. ―¿Ya son novios? ― Abro la boca para responder, pero Elliot se me adelanta.

―Sí. Ella es mía ahora.―Siento la tensión saliendo de su cuerpo. Le aprieto la mano intentando que se relaje.

―Muchas felicidades. Cuídala mucho, amigo. Ella es la mejor persona que puedes encontrar en este mundo.―