CAPÍTULO 14 ~ "No Logan, no lo merece"

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―¿Ahora si puedes decirme que fue lo que paso?―Se sienta en frente de mi.

―Elliot beso a Alice.― Digo furiosa.

―¿A Müller?―Pregunta sorprendido.

―Si, a esa.― Bufo.

―Uau... humm ¿qué vas a querer?―Dice intentando distraer el tema.―No, espera no me digas.―Pone sus dedos en sus sienes y cierra los ojos.―Un Capuchino de Vainilla.―Abre solo un ojo.

―Logan,―A pesar de lo furiosa que estoy, eso me hizo reír.―eres un payaso. Si, un Capuchino de vainilla, por favor.―

Se levanta y viene a mi lado.

―Puede que sea un payaso, pero soy tu payaso.―Besa mi cabeza.―Ahora vengo.―

Finalmente venimos al Cafenio. No quería estar en la cafetería de la universidad donde podía encontrarme a Elliot o Alice. Mi cabeza es un total caos de preguntas ¿Porque? ¿Porque Elliot me engaño? ¿Porque con Alice? ¿Porque estoy tan molesta?

―Porque esta celosa.

―¿Celosa? ¿Yo? claro que no.

―¿Entonces porque esas ganas de llorar?

―¿Qué? pues, es... por el coraje. Si eso es, es por el maldito coraje de que esa puta se haya metido con Elliot y él le respondiera.

―¿Y porque crees tú eso? te estas enamorando de él, es lo único que te sé decir.

―Sale un capuchino de vainilla para la hermosa dama.― Dice Logan poniendo un vaso frente a mi.―Y un frappe para mí.―Se sienta.―Ahora sí, ¿quieres que le rompa su cara de niño bonito?―

―¿Cara de niño bonito?―Me burlo.

―Es sarcasmo, tonta. Yo soy más guapo que él obvio.―

―Sí, claro...― Suspiro.

―Pero, ¿cómo estas segura de que se hayan besado?―

―Porque la muy sin vergüenza me lo dijo. Además ella traía los labios muy hinchados.―Le doy un sorbo a mi capuchino.

―Ingrid, sabemos cómo es ella. A lo mejor ni lo beso, y por querer hacerte la maldad, se chupo los labios hasta dejárselos así o se fue a besuquear con otro, yo que sé. ―Se encoje de hombros.

―No lo creo.― Digo algo dudosa. ¿Y si fue así?

Mi celular comienza a sonar al ritmo de American Idiot de Green Day.

Saco mi IPhone de mi bolso, la pantalla se iluminaba con:

Llamando....

Elliot Malek♡

Pongo el celular en la mesa bocabajo.

―¿No vas a contestar?―Pregunta. Mi celular deja de sonar.

―No.―Sonrío.

―Ingrid.―Me llama.

―¿Mande?―Se levanta, da un giro sobre sí mismo, y después se sienta y me observa.―¿Que fue eso?―Pregunto confundida.

―Creo que deberías darle una oportunidad de que te explique como estuvieron las cosas.―

Mi celular vuelve a sonar. Lo ignoro.

―¿Qué? no se lo merece Logan. Además, ¿que no se supone que estabas de mi lado? diste tu...―Vacilo.― vueltecita y ¡pum! estas de su lado.―Me cruzo de brazos.

―Es que, me puse en su lugar. Si eso me pasara, me gustaría que me dejarán dar mis explicaciones.―Bebe de su frappe.

―No lo sé...―

―Vamos, Ingrid. Llámalo, cítense, hablen, arréglense, bésense y follen...―

―¡Logan!―Lo regaño.

―Por dios, ¿acaso vas a decirme que no lo han hecho?―

―Pues no.―Miento.―Hace un par de semanas que le hablo ¿qué me crees o qué?―Finjo algo de indignación.

―Por favor. Se conocen desde hace como seis o siete meses. Si yo fuera tu, ya me lo hubiera violado.―Succiona de la pajilla.

―Logan... ¿acaso eres gay amigo mío?―Digo burlona.

―No, ¿cómo crees?―Dice en tono homosexual.

―Pues―Me rio.―creo que sí. Y también creo que quieres quitarme a mi chico.―Frunzo el ceño.

―No. Nada de eso. Yo soy hombre, tanto que si no fueras mi amiga casi desde pañales, ya te hubiera follado.―

―¡Logan Ammatheus Lerman Collins que idioteces dices!―Exclamo sorprendida por su comentario.

―La verdad, princesa. La verdad.―Sonríe.

Mi celular hizo un "blimdim", señal de un mensaje.

―¿Quién?― Pregunta.

Lo leo. Claro debí imaginarlo.

*Mackenzie por favor, contéstame. Debemos hablar. Yo no la bese, ella me tomo desprevenido y me beso a mí. Por favor, yo solo te quiero a ti ¿acaso aún no te lo eh dejado claro? por favor Mackenzie. Te lo suplico, hay que hablar.
Tu Leliot*

―Elliot.―

―¿Y dice...? ―Pregunta curioso.

Le leo el mensaje. Cuando acabo, pongo el celular de nuevo en la mesa bocabajo.

―Uau. El tipo está loco loco por ti.―Se burla.

―Aun así no hablare con él.―

Bufa y pone los ojos en blanco. Alarga la mano y toma mi teléfono.

―¡Hey!―Teclea un poco y después pone el teléfono al centro de la mesa.―¿Qué hiciste Lerman?―

―Estará en media hora en tu departamento, más vale que corras.―Me da las llaves de su coche.

―Te amo, idiota. Eres el mejor ¿lo sabes?―Le paso las llaves de mi coche.

―Sí. Ya lo sabía. Ahora corre.―Sonríe.

Tomo mi celular. Y como si hubieran presionado un botón en mí, salgo a toda prisa a mi departamento.

Mis Pervertidas FantasíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora