CAPÍTULO 15 ~ "Te quedan sesenta segundos"

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Veinte minutos después de que llego, tocaron a mi puerta.

―¡Voy!―Grito.

Antes de abrir, me hecho un vistazo en el espejo de mi sala. Limpio un poco mis ojos por debajo quitando el rímel escurrido. Pellizco mis mejillas para que tomen un poco de rubor, acomodo mis senos en el escote de mi lindo vestido estraple de vuelo azul turquesa, y alboroto un poco mi cabello.

―Tu puedes...―Susurro a mi reflejo.

Voy a la puerta y la abro. Él esta con su brazo derecho apoyado en el marco de la puerta. Llevaba su camisa de algodón negra, casi pegada al cuerpo, su cabello negro alborotado, sus jeans azul obscuros y sus vans negros. Se ve realmente sexy. Levanta su cara y me mira. Sus hermosos ojos verdes azulosos reflejan tristeza, pero su rostro daba un toque de esperanzas.

―Qué bueno que decidiste escucharme.―Murmura.

―No me quedo de otra.―Me mira con cara de confusión.―Logan tomó mi celular y te escribió el mensaje, y por eso no me quedo de otra.―Digo fingiendo indiferencia.

―¿Logan?―Asiento.―Entonces... ¿no vas a escucharme?―Quita la mano del marco.― Por favor, escúchame, yo no la bese, ¿porque habría de hacerlo?―Dice con desesperación.

―Dispones de cinco minutos.―Me cruzo de brazos.

―Sí, Humm... ¿puedo pasar?―Juguetea nervioso con sus dedos.

Me hago a un lado para que él pase. Cuando entra, se gira y me mira suplicante.

―Te quedan 4 minutos.―Digo con tono frio.

Cierro la puerta y me recargo en ella. De nuevo cruzo los brazos. Él no habla, solo me mira.

―Te quedan 4 minutos.―Le recuerdo.

―Bien... pues, paso así...―Suspira.―Cuando me llamo la maestra, fue para entregarme unos papeles. Una solicitud de una beca para una tal Zakae Müller de Contabilidad.―

Se queda en silencio observándome. Intente que mi rostro no expresara nada.

―Tres minutos.―

―Ok...―Toma aire.―Fui a la facultad, pregunte en que salón estaba, fui al salón 209, toque y pregunte por la chica. Me sorprendí cuando la mire, ya que la reconocí, pero no recordaba que se llamara Zakae. Salimos del salón, me alejo un poco de él. Le pregunte que si ella era Zakae, me dijo que sí, pero que la llamara Alice.―Me mira esperando a que le Diga algo.

¿Alice? ¿Solicitando una beca? pero, ¡ella se pudre en dinero! ¿Cómo era posible? Además, ya tenía años que no escuchaba que le llamaran Zakae. Ella odia al igual que yo... bueno, yo odiaba que me llamaran Mackenzie, así como ella odia que la llamen Zakae. Cada que la llamaban así, ignoraba a quien la llamaba, fuesen maestros, amigos o incluso sus padres. Me extraña demasiado.

―Dos minutos, y no más.―

Él asiente y continúa.

―Cuando yo estaba por irme, ella me jalo, me dijo que no me fuera, comenzó a hacerme preguntas...―Suspira.―Me pregunto si eras mi novia... yo le dije que sí y comenzó a insultarte, a decirme que ella era mejor que tú. Le pedí que dejara de hablar así de ti. Dijo que eras una... eso, y que te preguntara algo sobre la fiesta de una tal Lucía...―Me mira esperando respuesta.

Oh dios... La fiesta de Lucía... jamás olvidare, más bien, no dejaran nunca que lo olvide. Ese día, me sentí de lo peor, bueno, al día siguiente, porque, exactamente esa noche no lo recuerdo. Lo que se, fue que tome demasiado, y, me drogué. Ese día... ese día me acosté con Robert y Jordán, el novio y el cuñado de Lucía. Aunque, yo no recordaba, ni sentía que hubiera tenido relaciones con dos chicos, Lucía al día en que me fue a reclamar, me enseñó una foto donde estaba dormida en el pecho de Robert, mi cabello -negro en ese entonces, ya que me lo había teñido porque odiaba mi tono rubio- tapaba mi rostro. Llegue a pensar que no era yo, pero el tatuaje en mi espalda decía lo contrario. Sí, tengo un tatuaje al final de la espalda en forma de una fina y linda pluma del ala de un ángel como la de Patch. Solo por eso supe que era yo, si no, lo hubiera negado mil veces, pero, eso no mentía.

Mis Pervertidas FantasíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora