Desde aquel balcón de la catedral Steven puede observar Paris, extendiéndose por kilómetros y kilómetros por una noche azulada, la respiración del híbrido se condensa por el aire frío. Steven permanece allí unos minutos, pero entonces entra a la catedral, con un alargado pasillo que lo dirige a una chimenea.
Desde muy joven el híbrido había recorrido esos pasillos por la misericordia del archidiacono, al fin y al cabo la madre de Steven había sido una monja. El híbrido observa la larga cruz sobre la chimenea, bajando la mirada hasta encontrar el fuego, en un principió todo era normal pero entonces el fuego empieza a tomar una forma humanoide.
El rostro de Steven permanece indiferente, cuando repentinamente Perla Rosa sale de el, tomando una forma corpórea, la demonio es una mujer más alta que Steven, con una piel de un color blanco enfermizo, un cabello rosa hecho en moños y con una cicatriz que recorre uno de sus ojos. Ella esta vestida con una especie de larga túnica de colores blancos y rosas que le da un aspecto de bailarina.
-Steven, que maravilloso es verte- Perla Rosa exclama con aparente emoción mientras ella da una sonrisa con sus dientes filosos hacía Steven. El híbrido suspira, mientras que la demonio da unos silenciosos pasos para colocarse detrás de él, ella coloca sus suaves manos en la espalda de Steven -Te noto muy tenso- Perla Rosa exclama mientras sus dedos acarician al híbrido.
Un escalofrío recorre la espalda de él, era como si los dedos de la demonio tocaran su piel a través de la tela de su ropa -¿Que quieres ahora?- Steven pregunta mordiendo su labio inferior, la figura delgada y algo curva de la demonio hace que algunos pensamientos impuros pasen por sus ojos, era el lado más débil del híbrido. El demonio es más fuerte que el hombre.
-Oh, solo quería saber como estabas, mi príncipe- Perla Rosa menciona en un pequeño susurro a la cabeza de Steven, los dedos de ella suben y pasan por el esponjoso cabello del híbrido, hasta finalmente tocar unas pequeñas protuberancias en el cráneo de Steven, unos pequeños cuernos. Debido al tacto un pulso eléctrico recorre la cabeza del híbrido.
-No me llames así- Steven rápidamente insiste e intenta alejar a Perla Rosa de un movimiento, pero la demonio lo esquiva, colocándose de rodillas frente al híbrido, los cuernos de Steven empiezan a crecer, y su piel se torna un poco morada.
-Vivir entre humanos te hace mal, mi príncipe. Todos en el infierno están preocupados por usted, especialmente su padre- Perla Rosa recalca con una sonrisa enternecida mientras sus manos se meten entre la ropa de Steven, el híbrido intenta detener a la demonio pero entonces su ropa arde, dejando al híbrido desnudo y solo con el calor del fuego para mantenerlo en aquella fría noche.
Una lengua viperina sale de la boca de Perla Rosa, extendiéndose a lo largo de la longitud del miembro de Steven. El híbrido tiembla un poco mientras la boca de la demonio sube y baja, recibiendo el pene de él con emoción mientras el sonido húmedo de la mamada inunda el silencioso pasillo.
Murmullos de rezos fallidos salen de la boca de Steven, pero entonces la velocidad de Perla Rosa aumenta mientras las manos de ella toman las caderas del híbrido, tocando con emoción la piel de Steven. Las manos de él se colocan sobre la cabeza de la demonio, forzando su miembro en lo profundo de la garganta de ella.
Para alguien tan cerca de la iglesia (aunque no exactamente miembro de ella) y alejado de las personas, ese tipo de placer era extraño para Steven, de hecho era literalmente demoníaco en este caso. El cuerpo y con esto la virilidad del híbrido crecen un poco más conforme la naturaleza demoníaca de Steven sale a relucir, corriéndose dentro de la boca de Perla Rosa.
La demonio tarda unos momentos mientras continua con el pene del híbrido en su boca, ella se asegura de tragar todo y cuando se retira ella deja que su lengua se deslice lentamente en el miembro de Steven para limpiarlo de cualquier resto que podía quedar -Gracias por la comida- Perla Rosa menciona con calma mientras la respiración de Steven se torna pesada.
-Maldita sea- El híbrido maldice en voz baja, mientras que Perla Rosa se levanta, tomando la cabeza de Steven entre sus brazos.
-Podrías tener todas las riquezas del infierno, oro, sirvientes, mujeres, todo. Solo tienes que irte de aquí - Perla Rosa canturrea mientras ella se separa del beso con el híbrido, ella solo quiere continuar molestando y follando pero entonces las manos de Steven se colocan con firmeza sobre sus caderas, empujando a la demonio contra la pared fría -Oh, eso funciono mejor de lo que esperaba- Perla Rosa exclama con deleite mientras una de las manos del híbrido agarra uno de sus gluteos.
Bastante pequeños, no es que la demonio pueda presumir de mucho pero igual. Steven le da una nalgueada a Perla Rosa, el cuerpo de la demonio se estremece por el tacto del híbrido, cuyo miembro se roza contra la entrada húmeda de ella. El glande de Steven entra lentamente dentro de Perla Rosa, solo para que el resto del miembro del híbrido entre repentinamente en la vagina de la demonio.
Los sonidos profanos de los gemidos de Steven y Perla Rosa inundan los pasillos de la catedral conforme las embestidas de él asaltan contra las paredes de la demonio, cuyo calor ahora también sustenta al híbrido de emoción.
Sonidos húmedos y movimientos resbaladizos definen las interacciones de aquellos dos, con embestidas erráticas de Steven contra la más experimentada pero no menos excitada Perla Rosa, ella acerca y da pequeños movimientos con sus caderas contra la entrepierna del híbrido, permitiendo que el miembro de él entre con mayor profundidad en sus rincones más sensibles.
Gotas de sudor caen por el cuerpo de Steven mientras el arquea la espalda, tomando la cintura de Perla Rosa y acercándola hacía su cuerpo. La demonio observa con emoción como el híbrido la levanta un poco por la cintura solo para tomarla como si ella fuera una muñeca de trapo y continuar penetrándola.
La lengua de Perla Rosa sale de su boca y ella la muerde, ahogando los demoníacos gemidos de ella mientras sus paredes se aprietan alrededor del pene de Steven. Los fluidos de ambos seres manchan los suelos de la catedral hasta que finalmente el híbrido se corre en el interior de la demonio.
-...¿Quieres repetirlo en otro lado?- Perla Rosa pregunta con emoción.
-...Si- Steven acepta un poco incómodo, sus cuernos eventualmente descenderían en tamaño conforme dejara de lado su excitación y otros males, pero no en esa noche particular.
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Bueno, un Au donde Steven es el hijo de Satan (Greg) con una monja que jugo con artes oscuras (Pink o Rose, son lo mismo pero el nombre es importante xd).
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Escribiendo por tristeza (Steven Universe One shots +18)
FanfictionNo tengo nada que perder, así que escribo porno, o algo así.