No hay nada de malo en pasar tiempo con amigos, eso es una obviedad, y era el razonamiento de Peridot cuando invito a Lapis a pasar tiempo con Steven y ella en una casa en la playa, era un verano particularmente caluroso, pero aquel lugar esta enormemente deshabitado. La chica del teñido cabello azul conocía a la pareja desde hace bastante, de hecho Lapis comparte apartamento con Peridot.
-Oigan. Voy a comprar helado. ¿Quieren algo más?- La chica rubia de baja estatura pregunta con emoción.
-No- Lapis responde con calma mientras lee un libro, ella parece fresca como una lechuga.
-No cariño- Steven responde, el adolescente pelinegro intenta sonreír a Peridot mientras se va, pero el calor lo hace sudar mucho y le hace tener un tono un poco rojizo. Steven esta frente a un ventilador, dejando que el aire le de a su cuerpo.
Lapis pasa pagina, ella mira de reojo al pelinegro -Hace mucho calor- Steven menciona preocupado, pero por su parte la chica peliazul da una pequeña sonrisa, un sonrojo invade el rostro de Lapis pero por otros motivos.
Levantándose del sofá, Lapis sigilosamente camina, colocándose detrás de Steven. Los finos dedos de la peliazul acarician la espalda del pelínegro, él se sorprende un poco por los repentinos movimientos de la chica, pero en realidad no es la primera vez que ella hace algo similar -¿Te gustaría bañarte conmigo? Tú eres un chico taaaan sucio- Lapis canturrea pasando sus manos alrededor del cuello de Steven.
-N-No- El pelinegro responde apenado y bastante sonrojado, Lapis ríe por lo bajo, ese era un comportamiento normal en Steven -Lapis...- Él murmura tímidamente, sus manos empiezan a tocar las de ella.
-Si eso prefieres- Lapis continua hablando dulcemente, sus pechos empiezan a restregarse contra la espalda de Steven, y ella sabe que él lo nota. La espalda del pelinegro se encorva mientras la peliazul empieza a morder la oreja de Steven -¿Te gustaría entonces el sexo sudoroso? Hace tiempo que no lo hacemos, casi una semana...me estoy subiendo por las paredes- Lapis reclama con un tono pervertido.
-Peridot va a venir en cualquier momento- Steven intenta decir, pero la peliazul se esta subiendo su camisa, dejando al descubierto sus pechos, no los más grandes del mundo, pero hey, existían, eran más de lo que podía presumir Peridot.
-Sabes bien que eso nunca nos detuvo, amigo especial. Vamos, por lo menos una sesión rápida, ya sabes que Peridot nunca se enterará- Lapis responde con calma, una de su mano continua sobre el cuello de Steven, pero la peliazul dirige su otra mano a su propia intimidad, empezando a masturbarse detrás del pelinegro.
Steven escucha claramente un sonido cada vez más húmedo acompañado por los gemidos de Lapis, especialmente dirigidos para él. El pelinegro traga saliva, su cabeza arde, y no precisamente por el calor, también arde su cabeza de abajo.
Una sonrisa victoriosa se forma en el rostro de Lapis cuando ella ve a Steven girarse, la peliazul siempre gana cuando se trata de cosas como esta, siempre. El pelinegro abre su cremallera y deja salir su miembro erecto, Lapis lo toma entre sus manos, acariciando toda la longitud de Steven contra su rostro.
-Ahora no te veo quejándote tanto- Ella se burla con calma mientras empieza a lamer el miembro fálico del pelinegro. Steven intenta desviar la mirada, pero se estremece mientras Lapis empieza a estimular con vigor su erección, empezando a mamar al pelinegro.
Las manos de Steven se colocan a los costados de la cabeza de Lapis, si ella pudiera, sonreiría por los movimientos de cadera que el pelinegro empieza a realizar, casi golpeando la garganta de Lapis. Los gemidos de Steven son los que ahora llenan la habitación mientras él se corre dentro de la boca de la chica peliazul.
Él se retira brevemente, mientras que Lapis traga la descarga del pelinegro. Ella parece ocupada, pero entonces nota la mano de Steven contra su trasero, Lapis se estremece con gusto por aquel movimiento.
Lapis se levanta junto con Steven, yendo al sofá donde ella antes había estado leyendo. Frente a frente, la peliazul retira un poco sus pantalones cortos, permitiendo al pelinegro empezar a penetrar su sexo con rapidez.
Las manos de ella acarician el rostro de Steven, él siempre quiere hacerlo un poco más intímo, pero al menos para Lapis eso no es necesario, ella simplemente ya disfruta de pasar tiempo con él, en muchas maneras.
Las embestidas del pelinegro chocan con fuerza contra las esbeltas caderas de la chica, incluso el sillón tambalea mientras el cuerpo de los amantes suda mientras los gemidos de ambos se vuelven más evidentes.
El cuerpo de Steven se estremece mientras Lapis se apega a él, como las manos de la chica pasan por su espalda, o como sus piernas se enredan alrededor de su cintura, incluso los pequeños movimientos de cadera.
Todo mientras el miembro del pelinegro continua entrando y saliendo, Lapis permite que él dude, que él continue su relación con Peridot a pesar de lo que hacen, que él empiece a besarla, morderla y penetrarla a espaldas de su querida amiga.
Definitivamente Steven no era el mejor novio o Lapis la mejor amiga, pero todos tienen varios rostros. Solo que algunos se ven, y otros no. Lo que si pueden verse son las pequeñas interacciones entre los amantes, las miradas, los temblores, el agarre, todo fundido en lujuria desenfrenada.
El interior de Lapis aprieta con fuerza el miembro de Steven, mientras él pelinegro no puede desviar la mirada de su amante, ella empieza a besarle, inundando la boca del pelinegro con su lengua y saliva, un curioso sabor inunda el paladar de Lapis y Steven -¿Es un día seguro?- El pelinegro pregunta preocupado mientras sus manos descienden del vientre a las caderas de la peliazul.
Lapis sonríe -¿Quieres jugar al azar?- La chica bromea sin pensar, ella gime y su mente da algunas vueltas mientras la virilidad del pelinegro sigue entrando y saliendo de su sexo. Lapis cambia las posiciones y ella empieza a montar a Steven, el pelinegro intenta oponerse pero ella vuelve a callarlo.
Ahora el sofá si esta temblando de arriba a bajo mientras Lapis salta sobre el miembro de Steven, de la punta hasta la base en el interior de la peliazul. Hasta que finalmente Steven se corre dentro de ella -Ah~ La chica gime en el oído del pelinegro.
Steven, sudando a montones logra levantarse, al igual que Lapis. La peliazul se viste y vuelve al sofá, después de vestirse ella esta tan fresca como una lechuga, parecía que ella no hubiera estado sudando en ningún momento. Steven por otro lado tiene que ir a bañarse.
-¡Hola!- Peridot saluda entrando momentos después -¿Y Steven?- La chica pregunta entregando un helado a Lapis.
-En el baño, no entres, pervertida. No permitiré que violen a mi amigo conmigo cerca- Lapis responde con indiferencia mientras come su helado.
-¡No iba a hacer nada con esa información!- Peridot responde sonrojada mientras va a guardar el resto de las compras y esperar que el pelinegro salga -¡Y yo no violaría a Steven!- La chica insiste sentándose en el sofá mientras que Lapis corre las piernas.
-Estoy segura de que lo intentarías. Yo lo haría- La peliazul menciona con calma y una sonrisa mientras se ríe.
-Si, claro- Peridot responde riendo. Ella naturalmente no cree que Lapis es capaz, por supuesto, Steven y ella son amigos muy cercanos, amigos especiales, como la peliazul suele decir. Pero al final del día, Peridot era la novia del pelinegro, y no Lapis. Si solo Peridot sospechara porque unos nueve meses después Lapis tiene un pequeño niño muy similar a Steven.
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Un Au donde todos son humanos, Steven, Lapis y Peridot tienen entre 18 y 19 años :v. Y bueno, el resto se explica solo, pero Peridot tiene unos cuernos ENORMES.
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Escribiendo por tristeza (Steven Universe One shots +18)
FanficNo tengo nada que perder, así que escribo porno, o algo así.