Escribiendo por tristeza (Steven Universe One shots +18)

El relámpago de Anatolia (Spinel x Steven)(Au)

Con una sonrisa torcida, Spinel entra en la jaula dorada de su palacio, cubierta por telas traídas de otras regiones de Asia, la monarca turca lleva un largo vestido de colores rojos y dorados, con un poco de azul en la parte superior, y un espeso gorro blanco que cubre su cabello rosado -Basileo- Spinel canturrea moviéndose por la jaula dorada.

El lugar es una serie de habitaciones enormes, acompañadas de todo tipo de lujos, pero no hay manera de que Spinel pierda la ubicación de su "invitado", quien intenta ocultarse entre las almohadas -Aquí estas- Spinel reclama con avidez y cierta burla, quitando una almohada para encontrar allí a Steven, encadenado de sus manos y el cuello al suelo con finas cadenas de oro. 

El romano traga saliva mientras que Spinel se sienta detrás de él, la turca coloca sus manos en los hombros de Steven -¿Que se dice? Mi basileo, tu señora esta aquí- Spinel exclama con su tono viperino justo en el oído de él. 

-...Hola- Sale una débil voz de la boca de Steven, incluso casi mordiendo su lengua, era debido a una mezcla de orgullo y miedo que le daba tener que rebajarse a la altura de aquella conquistadora. 

-Hey, es un avance- Spinel exclama con una pizca de aparente alegría mientras sus manos bajan de los hombros de Steven hasta las muñecas de él -Pero cuando yo sea emperatriz, quiero que te arrodillas, con tu frente pegada al suelo- Spinel exclama repentinamente, haciendo que entonces la frente del príncipe choque contra la almohada. 

-Constantinopla no a caído en cientos de años, no creo que nunca llegues a ser emperatriz de nada- Steven desafía con dificultad, pero entonces un escalofrío recorre su piel mientras él siente claramente el rostro de la turca contra su cuello, oliendo y depositando besos en su piel. El escalofrió es acompañado por un temblor en sus muñecas mientras las manos de Spinel lo dominan con fuerza. 

-Mi bisabuelo sitio tú amada ciudad, es solo cuestión de tiempo que yo termine lo que él empezó. ¿Cuanto crees que tu madre pueda resistir? Sobre todo cuando tengo a su querido heredero encarcelado aquí- Spinel menciona con burla, ante sus palabras Steven guarda silencio -Responde- La turca ordena. 

El romano mantiene silencio, pero entonces una mordida en su cuello lo hace soltar un repentino grito, una mordida proveniente de Spinel cuyos colmillos se hunden en la piel de Steven, dejando una marca rojiza mientras él se retuerce, incapaz de resistir la fuerza de Spinel -Te dije que respondas. ¿Cuanto crees que Rose IX Cuarzo resista mis ejércitos?- Spinel pregunta con aparente curiosidad, pero hay una cierta ironía en ella, ella espera que el príncipe no responda. 

-Años- Steven responde ignorantemente, pero incluso él había oído los disparos de los enormes cañones de los ejércitos turcos. 

-¿Oh?¿Quieres apostar? Yo digo que apenas duraran unos...3 meses, como mucho, 53 días quizás es una fecha aproximada- Spinel responde mientras solo deja una de sus manos irse de la muñeca de Steven, aunque ella deja una marca roja, utiliza su mano libre para empezar a quitarse la ropa. 

-¡Ja! Eso suena más como un cuento de hadas o las fantasías de una demente...creo que tiene sentido que tú digas algo así- Steven sentencia -Bárbara- El romano continua, pero entonces su rostro recibe un golpe de la turca. La voz de Steven se silencia mientras un moretón aparece en su rostro. 

-Una pena, no quería golpearte, mi rey de reyes, pero eres tan insolente que mereces un castigo. Si fueras otro, Steven, te cortaría la cabeza, pero para tu suerte, te quiero muuuuy vivo- Spinel susurra para Steven, el cuerpo de ella se pega contra la figura de él, aun vestido, a diferencia de la turca. El romano entonces siente como las manos de Spinel empiezan a meterse entre sus vestiduras. 

Pequeños pellizcos empiezan a avanzar con una mano por el cuerpo de Steven, enviando pequeñas descargas que hacen que él se sobresalte, pero la otra mano de Spinel empieza a llegar a la entrepierna de Steven, tocando el bulto del heredero de la casa de Cuarzo.