Capítulo 12

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¡Otro más  ;)!

La inspiración sigue... os dejo con el capítulo 

😘😘😘😘


Le extrañó esa nota, más que la nota en sí, fueron las palabras escritas en ella. Dobló el trozo de papel grueso en su bolsillo y oyó de fondo a su amigo, Edward. Los dos habían quedado en el club para tomarse un ligero tentempié y hablar de las últimas. 

— Por la cara que has puesto, no te ha gustado el mensaje que te ha mandado.

Oliver sospesó en elegir bien su respuesta, ya que no le había dicho nada de su relación con Sophie.

— Me esperaba otra respuesta diferente.

— Ya... es una mujer que te ha dado calabazas.

— No me ha dado calabazas. No es eso. No hubiera podido ser posible quedar con ella porque tengo que trabajar — frunció el ceño —. Era más tarde.

Admitió que había tenido previsto una cita, que no había esperado que se cancelara.

— Mmmm, ¡qué difícil es recibir la negativa de una dama cuando nosotros somos quiénes se la damos!

— La quiero, Edward — no pudo decir el nombre, aún no —. Pensé que nos podríamos ver cuando no tenemos todo el tiempo para nosotros.

— ¿La conozco?

— Por ahora quiero mantener su identidad en secreto.

Su amigo silbó, pero no se escapó de su suposición. 

— Parece ser que es una dama virginal. Ay, amigo, ten cuidado con las de ese tipo. No son como las viudas que no tienen ningún compromiso del cual atarte. Si te pillan, caes con ella y no te escaparás del lazo del matrimonio.

— Quizás esté cambiando de opinión y quiera casarme con ella— la expresión incrédula que compuso su compañero de mesa le hizo envararse —. ¿Por qué no podría serlo? Estoy enamorado. 

— ¿Enamorado hasta el punto de romper tus propias normas?

— Sí.

— Pues esa dama debe merecer mis respetos — alzó su copa como una especie de brindis.

Sacó su reloj de su bolsillo y miró la hora.

— He de irme. Hablamos — le dio una palmada como despedida y se marchó del distinguido local, sin observar que Edward se puso seriamente y se fue de allí, unos segundos de diferencia que él.

***

 No le hubiera supuesto ningún problema aplazar la clase de piano de lady Stranford para otro día, si definitivamente lady Rider hubiera quedado con él. Ahora no sabía con certeza que otro momento podrían quedar si el tiempo lo tenía limitado. Pero no podía ser un egoísta. Ella tenía otros eventos que no podía eludir. Él, no debería dejar sus ocupaciones a un lado, tampoco. Para mantener el secreto, había que continuar con sus vidas como si nada pasara, como si la vida era la que había dejado hacía una semana.  El tiempo era relativo cuando se vivía intensamente. 

Mírame a mí  © #2 Saga MatrimoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora