No recuerdo con exactitud cómo transcurrió el resto de la gala. Desde el momento en el que Roberto anunció que Hugo iba a continuar en el concurso, aquello era en lo único que podía pensar.
¿Cómo había sido tan ingenua de pensar que la audiencia no iba a olvidar su lamentable comportamiento antes del parón?
¿Cómo era posible que con todo lo que me gustaba analizar las cosas, no hubiera imaginado ni una sola vez este nuevo escenario?
No había planeado como iba a comportarme en el caso de que Hugo entrará de nuevo a la academia, y eso era un problema.
Si algo había entendido durante mi estancia fuera, era que en realidad no era tan buena en ocultar mis emociones. Eran muchos los que habían intuido que algo iba mal conmigo antes de vernos obligados a volver a casa e iban a ser muchos los que notarán que a pesar de estos dos meses fuera de aquella burbuja, yo todavía seguía un tanto alejada del resto.
La primera decisión que tomé para enfrentar este cambio de planes, fue cambiarme de cama. Eva dormía justo en frente mío, así que suponía que ahora Hugo dormiría con ella y aquello era algo que prefería no ver. Sabía que mis compañeros, conscientes de mis problemas de insomnio, no verían raro que les dijera que a partir de ahora iba a dormir en la antigua cama de Nick para intentar conciliar el sueño. Asi que esa era la primera medida que iba a tomar para sobrevivir al tiempo que Hugo y yo íbamos a convivir juntos.
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Después del chat, donde nisiquiera participé, corrí a la habitación para arreglar mi nueva cama y así no molestar a nadie cuando los demás se fueran a dormir.
El tiempo que perdí cambiando las sábanas, hizo que fuera la última en sacarse la ropa de gala y ponerse el pijama. Lo prefería de ese modo, en estos momentos no era buena para tener contacto con los demás.
Sólo quería meterme en la cama sin verme obligada a intervenir de algún modo en las conversaciones que seguramente se estaban dando en el interior de la habitación.
Pero hoy todo estaba destinado a no salir como tenía planeado.
Cuando llegué a la habitación me sorprendió encontrar a Hugo en su cama habitual, justo detrás de la que acaba de escoger como mi nueva cama.
Quise golpearme a mi misma al darme cuenta que mi súper plan para no tener que ver como Hugo y Eva dormían juntas o se comían a besos había sido un fracaso.
- Buenas noches. - dije al notar que Hugo levantaba su mirada del teléfono al ver como me quedaba de piedra al borde de mi cama. Reaccioné a tiempo y me recosté en la parte de abajo de la litera.
- ¿Ahora ya no hay un beso de buenas noches? - preguntó extrañado.
Hasta el último día en la academia cuando entraba a la habitación para irme a dormir, siempre hacia una breve parada en su cama para darle las buenas noches. Así que era normal su extrañeza.
- Ahora tu cama esta por detrás de la mía. Así que no tengo que pasar por tu lado para irme a dormir... - pensé rápidamente una excusa del porqué esta noche no me había acertado a él y tampoco planeaba hacerlo en las siguientes.
Estaba a punto de terminar mi absurda explicación, cuando noté un peso en la cama. Acto seguido unos brazos me rodearon para abrazarme y sus labios encontraron mi mejilla dejando en esta un sonoro beso.
- Supongo que ahora me toca a mi darte las buenas. - dijo sonriendo como un niño pequeño.
Tuve que morderme los labios para no pedirle que no lo hiciera, porque aquello solo le haría creer que algo habia cambiado.
Cuando estaba a punto de volver a su cama, vimos como Eva entraba a la habitación y tras murmurar un buenas noches sorteo las literas hasta llegar a su cama.
-¿No vas a dormir con Eva? - no puede evitar preguntar aunque me arrepentí en ese mismo instante.
Me había prometido a mi misma nunca hablar con Hugo sobre Eva. Nunca lo habíamos echo antes y no planeaba empezar hacerlo ahora.
Su relación con Eva, siempre fue un tema tabú en nuestra amistad. Hugo nunca me contó lo que sentía por ella, aunque tampoco era necesario porque era más que obvio, y cuando todo saltó por los aires yo tampoco quise preguntar como estaban las cosas entre ambos.
- ¿Por qué debería dormir con ella? - preguntó extrañado mientras se reincorporaba y encontraba mi mirada en la penumbra.
-¿Pues por qué estáis juntos y este es el único lugar dónde no hay cámaras? - contesté cómo si fuera lógico. -
- Wow - los ojos de Hugo se abrieron de par en par antes mis palabras. - Nisiquiera te has dado cuenta, ¿no? - no esperó a que contestara para seguir hablando. - siempre estás tan metida en tu propio mundo que no te das cuenta de lo que sucede a tu alrededor. - acusó con cariño - Eva y yo no estamos juntos, Anaju.
Aquella información me pilló totalmente por sorpresa, aunque me confirmó que desde que habíamos vuelto a encontrarnos no estaba haciéndolo todo mal.
Antes de volver a ver a Hugo me prometí a mi misma evitar su presencia. Me prometí no observar a Hugo mientras estábamos en el mismo lugar, me prometí no buscarlo inconscientemente con la mirada cuando mis ojos no lo tenían localizo. Me prometí que dejar de estar pendiente de él. Y eso parecía ser lo único que había cumplido, porque nisiquiera me di cuenta de que Eva y él no habían pasado las horas previas a volver al encierro pegados como lapas.
-¿Estás bien? - pregunté porque se suponía que eso era lo que hacían los amigos cuando uno de ellos acaba de terminar una relación. Aunque en el fondo rogara que Hugo de algún modo entendiera que no quería hacer el papel de amiga a la que acudes cuando tú relación termina para desahagorte y usar como paño de lágrimas.
No quería escuchar lo muy jodido que estaba por el fin de lo que fuera que había empezado con Eva. Me quería lo suficiente como para no destrozarme todavía más escuchando sus confesiones.
- Si. - habló frunciendo los labios y aunque no lo creía del todo, sabía que no buscaría más allá de su respuesta. - Eva y yo siempre tuvimos los días contados, y todos lo sabían. - añadió antes de volver a besar mi mejilla. - Buenas noches.
