XXXII

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Rafa se acercó a mi de nuevo cuando entré al autobús que nos llevaría de nuevo al hotel.

Estaba enfadada y no quería tenerle cerca. Tenía la sensanción de que me había utizado para joder a Eva y a su vez a Hugo con nuestra a cercanía. No me había apartado porque no quería hacer una escena, pero desde el primer momento había notado sus intenciones.

- Ahora no, Rafa. - dije intentando que no se sentará a mi lado. No me hizo caso.

- Solo quería decirte que tenías razón ¿vale?

- ¿Razón en que? - pregunté sin entender.

- Con Hugo, lo vuestro es diferente. - sus palabras llamaron mi atención y al ver en mi rostro la falta de entendimiento siguió hablando. - Hoy estaba a punto de matarme, es más creo que si Flavio no se hubiera interpuesto me habría partido la cara. Nunca lo vi así cuando estaba con Eva. - explicó encogiendose de hombros. - creo que de verdad le gustas.

-No vuelvas a utilizarne de ese modo. - hablé todavía enfadada aunque me alegraba de que el motivo de sus acciones fuera ese y no el que había imaginado. Yo pensaba que él se había mostrado así solo para molestar y no para demostrar algo. - Hugo no tiene que demostrarte nada, tiene que demostrarmelo a mi, y lo está haciendo sin necesidad de jugar a ponerlo celoso.

- Solo intentaba cuidarte. - se excusó dolido por mis palabras.

- Tengo casi 25 años Rafa, no necesito que me cuiden de los chicos malos. - me defendí odiando ser la chica en apuros que necesitaba ayuda.

- Vale, lo siento. - dijo abriendo sus brazos pidiendo permiso para abrazarme. -¿Cómo has visto a Eva? - preguntó cuando nuestro abrazo se rompió.

- Bien. - contesté encogiéndome de hombros. Lo cierto era que no me había fijado demasiado en ella.

-¿Crees que aún le gusto? - preguntó provocando mi sorpresa. Rafa jamás había querido hablar sobre Eva de ese modo, jamás se había preocupado por sí ella todavía sentía cosas por él.

- Eva está enamorada de ti, Rafa. - dije siendo completamente sincera.

- Entonces tenemos un problema, porque yo no puedo olvidarla.

- ¿Por qué sería eso un problema? Ambos seguiis locos el uno por el otro.

- La quiero, y lo sé, pero no soy capaz de perdonarla. - dijo cerrando los ojos, como si esas palabrase hubieran traído de nuevo la imagen de su traición a la mente. - ¿Cómo lo hiciste tú? ¿Cómo pudiste perdonar a Hugo?

- No lo sé. - dije sin mentir de nuevo. Aunque la historia era diferente yo tampoco era capaz de entender a Hugo al principio. - Supongo que entendí que tenía dos opciones: podía pasarme toda la vida preguntandome que habría pasado si hubiera decidido darle una oportunidad o podía arriesgarme y vivir mi historia en vez de soñarla.

- ¿Y si vuelve a salir mal? - preguntó todavía inseguro.

- Si sale mal, solo será una historia más de las muchas que aún quedan por vivir, pero si sale bien... - hice una pausa para intentar encontrar las palabras perfectas. - si sale bien puede ser la historia de tu vida y una historia compartida es mil veces mejor que millones de cortos.

- No me extraña que Hugo se vuelva loco cuando alguien se te acerca demasiado. - hablo mirándome con admiracion. - yo también pelearía con uñas y dientes para no perder a alguien como tú.

***

Nada más abandonar el autobús dos pequeñas figuras delante del hotel llamaron mi atención paralizando mis pasos. Todavía no la había visto en persona, pero reconocería aquella cabellera dorada en cualquier parte, al igual que el cuerpo que le acompañaba.

- Mira que bien. - dijo Rafa apoyando su brazo en mi hombro al descubrir porque estaba en trance. - tu cuñado y tu suegra ya han llegado para no perderse la final.

- No son ni mi cuñado, ni mi suegra. - corregí volviendo a enfadarme por las ocurrencias de Rafa.

-¿No? Entonces ¿Por qué te has recolocado el cabello cinco veces durante el último minuto como si necesitarás causar una buena impresión? . - dijo sin burlarse.

- Vete a la mierda. - murmuré mientras nos acercábamos a la familia de Hugo.

En parte agradecía que Rafa estuviera presente, él conocía a Ana y al hermano de Hugo y su presencia haría que me sintiera más cómoda.

Era cierto que estaba nerviosa por causar una buena impresión. Puede que aunque no lo hubiéramos hablado si que creiera que estaba frente a mi suegra y mi cuñado.

- Ana. - rafa llamó abrazando a la madre de Hugo. - pensaba que llegabais mañana.

- Nosotros también, pero cambiamos los billetes a última hora. No queríamos llegar tarde como la semana pasada. - hablaba mientras yo intentaba esconderme detrás de Rafa. Quería golpearme por estar tan nerviosa. - Hola Anaju. - Ana habló de nuevo saludándome.

- Hola. - hablé con timidez. No sabía muy bien cómo saludarla. ¿Un abrazo sería demasiado?

Ana resolvió mis dudas acercándose más a mi y abriendo sus brazos para estrecharme con cariño. Nisiquiera nos conocíamos pero su forma de acercarse me hizo creer que era verdad aquello que una vez dijo en directo. La madre de Hugo me tenía un gran cariño.

- Hola. - dije algo más tranquila dirigiéndome al otro hijo de Ana, Rafa. - soy...

-Anaju. - terminó la frase por mi a la vez que me daba dos besos. - la novia de mi hermano.

- No... - quise negar su información pero él ya no me estaba escuchando. Rafa y él habían empezado a hablar sobre un videojuego que ambos jugaban.

-¿Qué vas a hacer ahora? - Ana preguntó logrando qué desviará la mirada de su hijo y mi amigo y me centrara en ella.

- Creo que nada importante. - contesté creyendo que no entrar en detalles, era mejor que decir que tenía previsto pasarme la tarde en mi habitación de hotel esperando a que el directo se reanudar y ver a su hijo hasta que decidiera irse a la cama.

- ¿Nos tomamos un café? - preguntó sonriendo.

- ¿Tú y yo? - contesté con otra pregunta pareciendo tonta. Y eso que pensaba que nada podía ser peor que nuestra primera conversación telefónica.

- Si. - contestó sin entender porqué estaba tan sorprendida por su pregunta. - creo que mi hijo tiene otros planes.

Antes de que pudiera contestar Rafa y el hermano de Hugo se acercaron a nosotras para decirnos que iban a ir a la habitación del primero para jugar a la play.

Ana y yo terminamos en la cafetería del hotel tomando algo. Mi nerviosismo provocó que nada más añadir un poco de leche a mi café, la taza resbalara de mis manos y terminara haciendo un desastre mojando mis pantalones por completo.

- Lo siento. - dije cogiendo servilletas de papel para intentar secar la mesa. - No se porque estoy nerviosa.

- La primera conversación a solas con la suegra siempre resulta intimidante. - bromeó logrando que mis acciones se detuvieran. ¿Ana acababa de decir que era mi suegra?

- Yo no...-empecé a hablar intentando sacarla de su error - Hugo y yo no... - seguí haciéndome un lío con mis palabras. - nosotros solo...

- Mi hijo y tú solo sois amigos, y tú no estás nerviosa por estar a solas conmigo. ¿Es esa la mentira que quieres contarme?

- No. - grité horrorizada al pensar que ella pudiera haberse tomado mal mi inaptetitud para expresarme.

- Solo estoy bromeando. - dijo apretando mi mano por encima de la mesa para demostrarme su apoyo. - puede que todavía no seas mi nuera oficialmente, pero sé que lo serás. - siguió hablando sonriendo. - y tú y yo vamos a llevarnos muy bien.

Inconsciente || AnahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora