La gala de despedida fue un desastre. Por más que intentaba aparentar normalidad y bromear con mis compañeros, siempre que Roberto interaccionaba con nosotros, todo parecía demasiado forzado.
Por suerte yo no era la protagonista de la gala y no se esperaba que hablara demasiado. Era la noche de los finalistas, en especial de los tres ganadores.
- Sin duda uno de los grandes momentos de la edición fue tu dúo con Anaju.
Con esas palabras Roberto empezó la pequeña entrevista que iba a dar paso a la repitición de mi dúo con Hugo.
Él se encontraba de espaldas a mi, y no podía ver su rostro pero sus hombros caídos seguían demostrando que no estaba a gusto con las preguntas. Hugo ya no quería hablar de mi.
- Si, fue un espectáculo que teníamos que dar. - contestó.
Cerré los ojos al sentir el golpe, dolía oírle decir de nuevo que solo éramos un espectáculo.
- Tienes razón fue un gran espectáculo y por eso vamos a recordarlo esta noche.
Tras sus palabras llegó el momento de dirigirnos al escenario principal y dar el espectáculo, ese que la gente esperaba.
- ¿Preparada para la última vez? - habló a mi espalda sorprendiéndome. Creía que no iba a dirigirmea palabra en un largo tiempo.
- No es la última vez, todavía nos queda la gira. - recordé restándole importancia a nuestra actuación.
- Es verdad, otra cosa en la que tenías razón. - añadió sin que lograra entenderle. - ¿Cómo era? Nunca el último siempre el penúltimo.
Hugo recordó las palabras que pronuncié cuando me pidió un último beso, antes de que empezará la gala que terminaría con mi expulsión.
- No me refería a una canción en ese momento. - susurré sin saber si el lograba escucharme.
- Lo sé, pero sigues teniendo razón. - volvió a hablar demostrando que había logrado escucharme. - tu y yo todavía no nos hemos dado el último beso, y lo sabes. Nunca será el último.
Quise contestar que estaba equivocado, pero las luces se apagaron y ambos nos vimos obligados a volver a la realidad.
Era la hora del penúltimo espectáculo.
***
Rafa fue de nuevo el encargado de convencer a todos para terminar la noche en una famosa discoteca.
Él y Eva se habían dado una nueva oportunidad. Eso parecía teniendo en cuenta que no se separaban y ya había perdido la cuenta de los besos que se habían dado cuando creían que nadie los observaba.
Era una mierda de amiga, porque nisiquiera me había acercado a Rafa para preguntar que estaba pasando. Estaba tan concentrada en mis propios problemas que había olvidado que el resto del mundo seguía funcionando. Hice una nota mental para llamar a Rafa mañana y ponerme al día de su vida.
- Yo voy a pasar. - anuncié siendo la única que se negaba a salir de fiesta. - estoy demasiado cansada.
-¿Por qué no vas a venir? - Hugo preguntó para mí sorpresa. - vamos a estar un largo tiempo sin vernos.
No era capaz de entender porque él insistía en que les acompañara, ni siquiera habíamos hablado más de dos minutos desde que habíamos vuelto a vernos.
- No tengo ganas. - declaré negándome de nuevo.
- Puedo prestarte las mías.
Él sabia que no me negaría después de que recordará exactamente lo que le dije la primera vez que los 18 decidimos cebrar juntos. Cuando era quien no quería unirse a la fiesta.
