— Esta muy bien. - Manu fue el primero en hablar después de los aplausos. - hay cositas, sobretodo en tu inicio, Hugo, pero es que da tan igual. Es que pasan tantas cosas cuando cantáis juntos, hay tanta conexión que todo lo demás desaparece. - mientras escuchábamos el veredicto del director musical, Hugo se acercó a mi colocando su brazo encima de mi hombro. - es que nos dejáis con ganas de más. De no querer que termine la canción y es muy guay. Pasa como con señorita que al final todos estábamos gritando: Besala. - su comentario provocado las risas de los presentes. - y ahora todos estamos pensando: Hugo cabron dile algo que se va a ir. Y al Final cuando te vas. - dijo centrando su atención en mi - es como un: NOOO.
— Por favor no cambies nunca. - Noemi tomó la palabra entre risas. Todos adoraban la forma en la que Manu se expresaba.Los demás profesores también nos dieron alguna corrección. Sobretodo Mamen insistió en la colocación del final, donde mi voz había sonado demasiado ahogada.
En general había sido una buena actuación. Hugo y yo habíamos conseguido seguir todos los movimientos marcados por Vicky e Iván, y aún así parecía que no habíamos roto la conexión entre nosotros.
Hugo me abrazó mientras nos dirigíamos de nuevo a nuestros sitios. Una vez sentados todavía podía sentir su mirada fija en mi.
— ¿Qué? - pregunté empezando a sentirme incómoda baja su escrutinio.
— Nada, solo me sorprende como todos lo veían tan claro y nosotros estábamos tan ciegos.
— Tú fuiste el único que te cegaste. - murmuré recordando que fue él quien apostó por otra persona.***
Para celebrar el regreso a la academia, esta noche nos iban a poner una película.
Cuando llegué al salón, después de ponerme el pijama, no pude evitar observar como Hugo y Eva ya estaban sentados juntos.
No sabía qué esperaba pero desde luego, después de que ambos ya no estuvieran juntos, no había imaginado que terminarían acurrucados en el sofá a la primera de cambio.Cogí mi porción de palomitas, que por suerte al ser tan pocos no tenía que compartir, y me senté en la otra esquina con Sam. Ella al notar mi cercanía sonrió y apoyó su cabeza en mi hombro.
No fui capaz de concentrarme en lo que estaba sucediendo en pantalla, solo podía pensar en los dos cuerpos tumbados a pocos metros de distancia.
Me había obligado a mi misma a no desviar la mirada del televisor, aunque no estuviera entendiendo nada, para no ver exactamente que estaban haciendo, pero la incentidumbre me comía por dentro.
No me gustaba esa sensación, odiaba reconocer que estaba celosa. No quería estarlo, siempre había pensado que los celos no tenían que formar parte de las relaciones.
Pero, ¿Cómo podía evitarlo? ¿Cómo mo podía no pensar que de nuevo estaba perdiendo? ¿Cómo podía sacar de mi mente la sensación de que de nuevo la estaba elegiendo a ella?Empezaba a enfadarme conmigo misma, porque mi mente estaba creando una especie de guerra entre Eva y yo. Empezando a pensar que tenía ella que yo no tenía, empezando a infravalorarme.
Corté de raíz el rumbo de mis pensamientos. Esto no se trataba de sí Eva era mejor que yo. Se trataba de un idiota que parecía encantarle jugar conmigo. Aunque él lo negara.
Cuando las luces se apagaron y ya no había necesidad de seguir en el sofá, porqué nadie iba a extrañar mi presencia en la sala, decidí que no era necesario terminar de ver algo que en realidad nisiquiera estaba mirando.
Sam me miró un tanto extrañada al ver que me iba pero no preguntó. Seguramente ya me conocía lo suficiente como para saber que era mejor no hacer preguntas.***
No habrían pasado más de cinco minutos cuando sentí un peso extra en la cama y supe enseguida de quien se trataba. No podía negar que me había sorprendido que él hubiera notado mi ausencia.