POV Hugo.
Anaju por fin se había quedado dormida. Había besado absolutamente todos los rincones de su cuerpo, sin olvidar ninguno, como ella había suplicado. Acaricié su piel con toda la delicadeza posible como si esta fuera de porcelana.
No olvidé mirarla de vez en cuando para que pudiera ver en mis ojos que no volvería a fallar y cuando los demás ya estaban durmiendo no dudé en desnudarla.
Fue diferente, mucho más íntimo que las veces anteriores. Intenté ser delicado, amable con mis embestidas, dulce con mis besos.
Entrelacé nuestros dedos a ambos lados de su cabeza cuando supe que nos faltaba poco para terminar.
Observé su rostro, viendo por primera vez el momento exacto de su liberación. Sus labios entreabiertos intentando que sus jemidos no fueran demasiado altos, su ojos cerrados sólo un instante debido al placer, volviendo a mirarme en seguida. Aquella era con diferencia la mejor imagen que había visto en mi vida, mi película favorita.
- Te quiero. - se escapó de mis labios.
Ella sonrió y me abrazó con fuerza. No contestó, todavía no lo haría. No había escuchado un "te quiero" de sus labios, y aunque me encantaría que lo dijera, no hacía falta.
Un día ella estaría lista y sabía que cuando empezará a decirlo no iba a parar. Mientras tanto podía ser yo el encargado de decirlo.
Sabía que los demonios volverían, que en algún momento los besos dejarían de ser suficientes y todo explotaría. Pero era lo suficientemente egoísta como para disfrutar del tiempo que nos quedaba. Sólo esperaba que cuando llegara el momento, que cuando ya no fuera capaz de acallar sus fantasmas hubiéramos sumado tantos momentos buenos que los malos ya no importará. Necesitaba sumar recuerdos para que cuando ella reprochara mis error, poder demostrarle que había cambiado.
Su cuerpo se revolvió para liberarse de las sábanas dejando su desnudez al descubierto. Conté los lunares de su espalda, mientras los acariciaba, sabiendo que más temprano que tarde se unirían a alguna de mis composiciones. De algún modo ella iba a formar siempre parte de mis futuras canciones. Pasará lo que pasará.
Deje escapar todo el aire que no sabía que estaba conteniendo cuando me di cuenta de que estaba enamorado. ¿Cómo había empezado esta locura?
***
2 de febrero
Roberto acababa de dar paso al video resumen de nuestra semana. Anaju y yo empezaríamos a cantar en los próximos minutos.
Ya estaba colocado en las escaleras haciendo un rápido repaso de todo lo que debía hacer.
Ella se cruzó en mi visión, sonriéndome antes de depositar un beso en mi mejilla.
- Saca a la pantera, huguito.
Se fue antes de que pudiera contestar, corriendo para colocarse en su sitio. Si ella supiera que mi pantera llevaba una semana despierta por su culpa, no le hubiera echo falta recordarlo.
"I love it when you call me Señorita
I wish I could pretend I didn't need ya
But every touch is ooh-la-la-la
It's true, la-la-la
Ooh, I should be runnin'
Ooh, you keep me coming for ya"
Las primeras notas sonaron y toda mi atención fue para ella. Estaba guapísima con aquel mono rojo. En realidad siempre estaba guapísima, pero ese color le había lucir todavía más sensual.
A pesar de la distancia sabia que ella solo me estaba mirando a mi y mi pantera interior lo notó al instante.
No sabía si debía a amar o odiar a Iván por haber cambiado la percepción que tenía sobre Anaju. Éramos amigos antes de esta canción, pero ahora... Ahora ya no estaba tan seguro.
