La gala.
Había llegado el momento, Roberto ya tenía el sobre entre sus manos y se disponía a leerlo. No podía miralo, mis ojos solo lo veían a él y Hugo solo me mira a a mi. Nuestras manos entrelazadas, nuestros ojos humedecidos esperando un simple parpadeo para dejar salir las primeras lágrimas. La voz de Roberto era sólo un leve murmullo, poco o nada importaba el veredicto.
- Los telespectadoes han decidido que el concursante que debe seguir en la academia sea.. - ambos nos sonreímos antes de escuchar sólo el nombre de uno de nosotros. - Hugo.
Sus brazos me rodearon en un milésima de segundo mientras ambos nos rompiamos. El momento había llegado, el sueño se había roto.
El presentador obligó a Hugo a volver con mis compañeros, el público empezó a corear mi nombre y Roberto suplanto los brazos de Hugo por los suyos para intentar reconfortarme. No funcionó.
- Esto no es fin Anaju. - tomo la palabra - estoy seguro que volveremos a vernos tarde o temprano y tu carrera estará llena de éxitos. - aseguró sonando sincero, aunque solía decir lo mismo a todos los expulsados. - estos son algunos de tus mejores momentos en la acedemia.
En la pantalla se reprodujo un video resumen sobre mi paso por el concurso. Mis compañeros aprovecharon el momento para colocarse en la pasarela. Cuando el video terminara era el momento de las despedidas.
Los presentes corearon un "ohhh" y al dirigir mi vista a la pantalla pude ver como empezaban a retransmitirse momentos de risas entre Hugo y yo, de fondo se escucha mi voz diciendo que él sería la persona que más echaría de menos. Parte de nuestra conversación en la sala del futuro.
- Ahora si, ha llegado el momento. Puedes despedirte de tus compañeros. Mucha suerte. - Roberto anunció mientras nos dábamos un último abrazo.
A lo lejos empezó a sonar la canción que había escogido para este momento. "My happy ending" de mika.
La había escogido porque cuando era pequeña aquella era la banda sonora de un programa de baile que me encantaba. La canción que sonaba siempre que un concursante era eliminado.
Funcionaba en piloto automático, todo se veía borroso debido a mís lágrimas. Abrazaba a mis compañeros uno a uno deseando llegar a sus brazos y a la vez intentando alargar el momento todo lo posible. No quería darle un último abrazo.
Maialen terminó deshaciendo nuestro agarre porque sabía que yo no sería capaz, ahora solo quedaba él.
Y Hugo estaba llorando, no solo con los ojos brillantes por la emoción, no, él estaba realmente llorando, su rostro empapado en lágrimas. Nunca lo había visto llorar de ese modo.
Nos miramos solo un instante hasta que él entrelazó nuestras manos y tiró de mi para abrazarme con fuerza.
Mi llanto aumentó de intensidad al notar como él intentaba sujetarme con toda la fuerza del mundo, sentía que me ahogaba.
- No quiero irme. - sollocé quejándome como una niña pequeña que monta una escena porque su mamá le obliga a volver a casa, cuando ella quiere seguir jugando en el parque. Yo también quería seguir jugando.
- Y yo no quiero que te vayas. - escuché.Volvimos a separarnos solo el tiempo necesario para mirarnos fijamente e inconscientemente mis manos terminaron acunando su rostro, apoyadas en mi sitio favorito, su cuello.
Ante el contacto Hugo nos acercó para unir nuestras frentes y nos abrazamos de nuevo.
Unos segundos más que siguieron sin ser suficientes. Nunca sería suficiente.