IV

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— ¿Quieres ensayar? - Hugo preguntó entrado al box de Laura donde me encontraba.

Después de la clase de Iván, cada uno se concentró en sus temas individuales y no volvimos a coincidir.
Al terminar de cenar, no dudé en acudir a un box para seguir preparando mi canción.
Era consciente de que estaba cometiendo  el mismo error que en el pasado. Estaba concentrándome en el trabajo, para bloquear cualquier otro tipo de pensamiento sobre el caos de emociones, que seguían revoloteándo en mi interior. No era la solución, pero tampoco conocía otra mejor.

— Claro. - dije sabiendo que no podía negarme. Si quería que todos pensarán que nada había cambiado, tenía que empezar por mostrar naturalidad a la hora de ensayar juntos. -¿ Te sabes la letra? - pregunté mientras buscaba en el ordenador nuestra canción.
— Si. - dijo a la vez que las primeras notas empezaban a sonar.

Ambos conseguimos terminar la canción sin equivocarnos. Seguramente el echo de que ninguno de los dos hubiera sido capaz de mirar otro, había ayudado a que no nos desconcentraramos.

— Está bastante bien ¿no? - pregunté rompiendo el silencio que se había creado cuando el último acorde sonó.
— Si - Hugo estuvo de acuerdo. - pero creo que sería necesario que nos miraríamos mientras cantamos. - mordí mis labios sabiendo que él tenía razón. - ¿Otra vez?

Esta vez fue Hugo el encargado de volver a reproducir el tema. Colocó su silla justo delante mío y empezó a cantar quemandome con su mirada.

De nuevo volví a perderme. Una vez más solo existían él y su voz. Su manera de entonar cada nota  haciéndome creer que cada palabra que salía de su boca tenían que ver conmigo.

No era del todo consciente de cómo había logrado terminar la canción sin perderme ni un solo momento. Pero igual que la última vez, el silencio se creó cuando la música terminó.
Las luces ya estaban apagadas. Se habían fundido en algún momento de nuestra actuación y nisiquiera había sido consciente hasta ahora.
Aún así, a pesar de la oscuridad podía ver con claridad cómo sus ojos azules seguía observando los míos.

— ¿Qué nos ha pasado, Anaju? - preguntó logradando qué agachara la murada mientras negaba la cabeza
— No lo sé. - susurré siendo completamente sincera.

Porque aquello era lo peor de todo, que ni siquiera podía saber con exactitud qué había pasado, solo sabía que había pasado.
Ya no éramos los mismos y los dos lo sabíamos. A pesar de nuestro intentos por aparentar normalidad algo se había roto, pero ninguno de los dos parecía saber exactamente que.

— ¿Cómo llevas la otra canción? - preguntó de repente.

Agradecí el cambio de tema, porqué ninguno de los dos parecía estar preparado para enfrentar nuestra falta de comunicación.

— Aún no he tenido clase con Vicky, así que bien. - contesté sabiendo que las complicaciones vendrían cuando tuviera que agregar coreografía a la canción. - ¿La tuya que tal?
— ¿Te la canto? - preguntó como siempre solía hacerlo, con esa mezcla entre dulzura y timidez.
— Si quieres...

No pude negarme, aunque no me apeteciera escucharlo. Nunca podría negarme a que me enseñara algo que le hacía tanta ilusión.
Entones me di cuenta, de que por lo menos eso era algo que no había cambiado, yo siempre intentaría estar ahí para escucharle.

La maqueta empezó a sonar y sabía sin necesidad de haberlo oído que se luciría en esta actuación.

Por fin iba a poder cantar un estilo parecido al que muchos le estaban pidiendo. En la próxima gala Hugo interpretaría un tema de Manuel carrasco titulado "Que bonito es querer".

Hugo disfrutaba como un niño cada nota que  salía de su garganta, sus ojos brillaban de un modo especial mientras me observaba sonriendo.

El momento era mágico, como siempre que él entonaba algo que lograba llegarle. Transmitía una paz que me hacía desear estar siempre oyendo sus versiones, sin necesidad de oír nada más.

No puede evitar que su felicidad contagiara la mía y por un momento todo pareciera volver a la normalidad: como hace meses atrás, cuando podía estar horas con él en un box escuchando sus nuevas composiciones. Cuando incluso me había permitido creer, que en ocasiones, algo de lo que creaba tenía que ver con nosotros. Cuando me había cegado por completo y al abrir los ojos resultó ser todo imaginaciones mías.

—¿Qué te parece? - preguntó sorprendiéndome. Había estado tan metida en mis pensamientos que nisiquiera me había percatado del fin de la melodia.
— Te queda genial, pero eso tú ya lo sabes. - dije viendo a pesar de la poca luz como sonreía con su característica chulería.

Volvimos a quedarnos en silencio y volví a creer que nuestro tiempo a solas había terminado, pero de algún modo ninguno de los parecía querer ser el primero en abandonar  ese lugar.

Era como si ambos estuvieramos intentando a todo costa volver a ser los mismos de antes y no fuéramos a marcharnos hasta conseguirlo.

—¿Has estado componiendo algo? - está vez fui yo la que rompió el silencio.
— Todo el tiempo.
— Enséñame algo. - pedí sin pensar demasiado en mis palabras.
— ¿Segura?

Al ver que me limitaba a asentir salió del box corriendo para dirigirse a la sala de Capde y volver con una guitarra en la mano y su libreta.

En el tiempo que tardó en volver no pude evitar pensar que tal vez había sido una mala idea pedirle que me enseñara alguna de sus composiones. Estaba convencida de que muchas de sus nuevas creaciones estaban inspiradas en Eva y no sabía como podría reaccionar al escucharlas.

—¿Lista? - preguntó y sin esperar respuesta empezó a tocar los primeros acordes.

Reconocí al instante aquella melodia a pesar de estar siendo tocada con una guitarra y no con un ukelele o el piano.

— Esta no es tu canción. - hablé antes de que empezar a cantar mi composición. "me iré"
— Lo sé - habló confiado, como si no fuera consciente de que estaba jugando conmigo. - pero al final logré sacarle los acordes.

Empezó de nuevo a tocar las primeras notas. Hugo cantó cada estrofa de mi canción sin dejar de mirarme. Decidí no unirme a él, queriendo que fuera su voz el único recuerdo de este momento. Sólo él, cantando por primera vez mi primera composición con la guitarra, logrando hacer una versión incluso mejor que la mía.

— Ahora mismo te odio un poco. - pronuncié cuando los últimos acordes sonaron. - Acabas de sonar mejor que yo.
— Mira que eres tonta. - dijo entre risas mientras cogía su libreta y empezaba a jugar con ella entre las manos.

No sabía si estaba planeando cantar algo que estuviera escrito allí dentro, pero de ser así esperaba que tuviera el móvil cerca. Sin la linterna no iba a poder ver con claridad nada de lo que estuviera allí escrito.

— Toma. - dijo entregándome sus notas. - todavía no le he sacado melodía, pero esto es lo último que he escrito. - sin darme tiempo a reaccionar se acercó a mi depositando un beso en mi mejilla. - buenas noches.

Vi como se marchaba y cuando desapareció de mi vista, acerqué la libreta al ordenador para, gracias a la luz que preducia la pantalla, poder leer al menos un par de frases.
Deje escapar la libreta de entre mis manos cuando leí lo único que había escrito en el folio que Hugo había dejado abierto.

"Quédate"


Inconsciente || AnahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora