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Corto los últimos pedazo de aquella mujer y los guardó en el congelador. El cuerpo era del tamaño perfecto para caber en su congelador.

Cerró de un golpe, dando por terminado su acto.

Minho se dejó caer sobre el ordenador, odiaba su vida. Ahora podía sentir paz después de desahogar todo aquel horrible sueño, solo faltaba consolar el sueño.

Había tomado una mala decisión esa tarde pues habia decidido tomarse una siesta, como cualquier persona normal, pero fue la peor siesta de casi toda su vida, pues había soñado aquel horrendo sueño con aquella pobre mujer.

¿Por qué sus sueños debían de sentirse tan reales? Sabía perfectamente que no era él quién cometía aquellos asesinatos, sabía que sólo era un sueño y sabía que su mente le daba una mala jugada, pero lo hacía sentir tan miserable.

Terminó de escribir esas escenas a las 05:00 a.m, debía de dormir para volver a la universidad, tenía exactamente tres horas. Se acostó en su cama sintiendo un escalofríos al pensar en aquel asesino.

- La tiró al suelo solo para no ensuciar su dichosa cama. Maldito asesino loco- dijo cerrando los ojos.

Sería horrible tenerlo en la vida real, pensó. Se quedó mirando todas las ventanas de su departamento con miedo a que alguien esté afuera y así, con miedo incluido, quedó dormido en cuestión de minutos.

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- Ahhh Jisung- se escuchó un gemido- Ahhh- de nuevo otro.

Que incómodo despertar de este modo, pensó Minho, girándose para seguir durmiendo.

- Ahhh Chan- escucho a su amigo gritar y en ese instante Minho abrió los ojos levantándose de golpe asustado.

- ¡¿Qué mierda?!- dijo mirando a aquellos dos chicos.

Los dos estaban tomando café con donas de lo más normal en la pequeña habitación de Minho.

- Es la única manera de despertarte ¿A qué hora dormiste? - preguntó Jisung observando las ojeras de su amigo.

- A las cinco- respondió fregandose los ojos.

Chan lo miró sorprendido pero sólo se limitó a levantarse e ir por un café para su amigo.

- Se nos hace tarde- dijo Chan al ofrecerle la taza- espero que haya válido la pena tu insomnio.

Asintió Minho destapandose, dejando ver todo su cuerpo, sin una pisca de vergüenza, pues dormía solo en ropa interior. Esta imagen ya era normal para aquellos dos chicos.

Minho tomó su café sin siquiera respirar y fue directo al baño.

Se puso unos pantalones de vestir de color gris, una remera blanca y un sobretodo del mismo color que su pantalón.

El clima estaba agradable, como para ser invierno pero el aire acondicionado en su facultad sólo enfriaba por lo que debía de llevar aquel sobretodo.

Chan y Minho eran compañeros pero de distintos años, pues Chan iba en cuarto, mientras que Minho iba en tercero. Jisung en cambio era de la facultad de artes, él quería ser productor al igual que sus otros dos amigos, Félix y Changbin.

Los tres se subieron en la Jeep de Chan, pues los otros dos no tenían aún un automóvil.

- ¿Qué hizo esta vez aquel hombre? ¿Algo nuevo en su forma de matar? - preguntó Chan sin apartar la mirada del camino.

- Le quitó la lengua a una mujer, ya era mayor, quizás tenía la edad de tu madre- dijo mirando a Chan.

- Que asco- dijo Jisung imaginandose.

Escribiendo un homicidio (Lee Know/ Lee Minho) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora