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Jung llevó a Hyunjin a su casa, en realidad no pensaba hacer nada con él, sólo lo llevaba para no estar sola como le había dicho su padre.

- Así que una linda chica, vive sola, en una linda casa- habló Hyunjin en el momento en que entraron a la casa.

- Deja de dar tus tontos comentarios, no estoy de humor y nadie to lo estaba pidiendo- soltó Jung sentándose casi tirandose en el sofá de la casa.

Estaba tan sumida en su pensamiento que ni siquiera sintió a Hyunjin sentarse a su lado. Le preocupaba más saber en lo que su padre se metía, quizás el cuerpo era una advertencia. Quizás no era el mismo perpetuador de las desapariciones. Ella vio perfectamente que todos los dientes estaban en la mujer y que no le faltaba nada más durante la toma de fotografías al rostro.

Quizás se trataba de la paga de una deuda o algo de la mafia.

Aún no sabían nada del caso y quizás con el tiempo lo determinen pero ahora daba demasiado miedo.

- No pienses demasiado...- susurró Hyunjin muy cerca y solo lo noto en el momento en que él dejó un suave beso en su mejilla.

- Aléjate en este momento...- advirtió Jung que dejó de pensar en lo de su padre en el instante en que Hyunjin sonrió soltando un suspiro sin alejarse de ella.

- No te entiendo... En un momento pareces querer estar conmigo y de repente me alejas- habló con un tono fastidiado Hyunjin pegando de nuevo sus labios a la mejilla de Jung.

Era la primera vez que se esforzaba en que una chica se fijara en él. Y si su amabilidad y coqueteo no funcionaba, necesitaba el plan B, ser rudo con ella. Quizás era de las masoquistas, pensó Hyunjin.

Gran error...

- ¡Solo déjame tranquila!- dijo Jung empujandolo y Hyunjin se sorprendió por la reacción que tuvo. Nunca nadie se había alejado de Hyunjin y aunque ya había escuchado que Jung tenía mal carácter, no esperaba que reaccionara tan violentamente-. Deja de creer que puedes tener a cualquiera por tu lindo rostro. Si no quieres que termine golpeandote, es mejor que te vayas ahora mismo.

Jung se levantó cual ráfaga de viento y fue hasta su habitación para anotar todo lo que había visto en aquel lugar. En realidad lo que Hyunjin había hecho no le interesaba en absoluto, lo que le molestaba era el caso del cual su padre se encargaba y ella quería hacer algo, después de todo estudiaba criminalistica para poder ayudar en estos casos y quizás no lo resuelva pero podría ser exactamente eso, de ayuda.

Luego de anotar todo, cogió ropa interior, una remera de su padre y unos pantalones cortos que usaba usualmente para dormir.

Por unos instantes pensó en cómo había tratado a Hyunjin y creyó en ir a disculparse por descargar su ira en él, pero simplemente decidió ignorar la situación y encerrarse en el baño.

Se dio el baño más lento de su vida, esperando que definitivamente Hyunjin se fuera, pero cuando bajó, se encontró con la sorpresa de que Hyunjin no se había ido como esperaba, al contrario estaba en su cocina y preparaba algo para comer.

- Tardaste tanto que ya no podía esperar para pedirte algo para comer. Siéntate come un poco- sonrió Hyunjin y Jung había entendido que ese era el modo amigable de aquel chico. Parecía que ya había entendido que Jung no estaría dispuesta a sus juegos.

- Terminé disfrutando de mi baño- dijo Jung sentándose cerca de él aún sin confianza.

Hyunjin había notado aquello y se avergonzo de su forma de actuar. Jung era distinta a cualquier chica que había conocido y solo lo entendió después de meter la pata.

Escribiendo un homicidio (Lee Know/ Lee Minho) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora