Sus ojos azules podían volver loco a cualquier ser humano que habitara la tierra.
Sus emociones eran como olas, arrasando con todo lo que encuentran a su paso.
Poseía el poder de ser la persona más fría del planeta y a la vez la persona más cariñosa...
No toda su vida fue así, de pequeña para ella todo era genial, perfecto...
Pero claro, a que niño no le parece todo perfecto¿?
Su vida empezó a cambiar cuando su madre se volvió una jodida perra narcisista, incapaz de sentir nada por sus hijos. No demostraba ni una pisca de amor maternal por sus dos hijos.
Llegó al punto de ni si quiera aceptarlos como suyos, no los quería, los detestaba ¿pero como? ¿Porque? Una madre a de querer a sus hijos, a de cuidarlos y amarlos.
Ella no, ella lo único que amaba era el dinero del padre de esas criaturas. Cuando ellos llegaron al mundo, la atención que el hombre enfocaba solo en ella, pasó a ser de las pequeñas criaturas.
Ella enloqueció cuando ya no pagaba sus caprichos, empezó con los vicios, drogas, alcohol...
Cuando los niños tenían apenas 7 años se fue, los dejó, los abandono...
Gracias a dios esos pequeños tenían su padre que los amaba con toda su alma. Gracias a él crecieron con una pizca de de amor, de alegría...
Pero la forma en la que su propia madre los dejó fue lo que volvió débil y tan frágil a la pobre Artemisa. En cambio a su hermano lo volvió todo lo contrario...
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