Sus ojos azules podían volver loco a cualquier ser humano que habitara la tierra.
Sus emociones eran como olas, arrasando con todo lo que encuentran a su paso.
Poseía el poder de ser la persona más fría del planeta y a la vez la persona más cariñosa...
Aunque ya hubiera pasado un día desde la fiesta mi cabeza aún dolía. Sentía que en cualquier momento iba a explotar.
Ares: Artemisa, dice papa que nos necesita en su despacho ahora.
Me levanto de mi cama y tras mi hermano bajamos al despacho de mi padre donde ya nos estaba esperando. Nos sentamos en los sofás individuales que hay delante de su escritorio.
Papa: Hoy tendremos una cena de negocios, esta vez irán muchos más socios tanto de mi empresa como la empresa Bruel.- nos informa.- Necesito que os pongáis algo formal, y quiero que deslumbreis esta noche.
Ares: Yo siempre deslumbró.- hace el gesto con la mano como si estuviera moviendo su pelo.
Papa: Tu siempre hijo mío.- se ríe.- Si aceptáis un consejo de Papá .- asentimos.- Poneros algo blanco, os favorece mucho.
Ares me queda mirando.- Ves, te lo dije. El blanco nos favorece mucho. Queda genial con nuestro pelo y deslumbra aún más.
Niego divertida.
Papa: Ir a preparaos, a las 8 estará aquí nuestro coche.
Asentimos y salimos de su despacho.
Ares: Dime ¿Me pongo esmoquin totalmente blanco o solo la chaqueta blanca?.
- Todo blanco, te favorecerá aún más.
Ares me da un beso y se va corriendo a su habitación. Hago lo mismo pero tardo un poco en ir a la ducha porque veo a Hades desde mi ventana.
No estaba solo, había una chica con él y parecían estar discutiendo. De repente la chica se acerca a él y le da un beso.
Pero que...
Hades me mira desde su ventana pero cierro mi cortina rápido. Sentía como la iría subía a mis mejillas, como mi corazón iba a mil.
Papa:¿Qué haces ahí Artemisa? Puedes empezar a prepararte porfavor.
Asiento.
Voy a mi baño y mientras me desvisto dejo la ducha abierta para que el agua se vaya calentando.
Una vez desnuda me meto en la ducha. Dejo que todo el enfado y la rabia que estaba sintiendo ahora mismo se fuera junto al agua que bajaba por todo mi cuerpo.
Ni una semana ha tarda en engañarme.
Salgo de la ducha y veo que encima de mi cama hay un vestido junto a unos tacones y una nota.
Espero que te guste, es un vestido muy especial. Una persona lo ha echo especialmente para ti con todo su cariño. Te quiero, papá.
Realemnete el vestido era hermoso.
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