Sus ojos azules podían volver loco a cualquier ser humano que habitara la tierra.
Sus emociones eran como olas, arrasando con todo lo que encuentran a su paso.
Poseía el poder de ser la persona más fría del planeta y a la vez la persona más cariñosa...
Corro en dirección a la habitación de mi hermano, cuando el reloj marca media noche, en medio camino los dos chocamos, sonrio al verlo acariciar su frente.
– ¡Felicidades! –. Gritamos a la vez.
Ares: Otro año más soportandote –. Me abraza.
– Tu si que sabes animar –. Me burlo.
Nuestro padre sale casi corriendo de u habitación, frunce su ceño al vernos abrazados en el suelo pero se une a nuestros abrazo.
Papá: Felicidades bestitias–. Nos felicita –. No soporto ver como os hacéis cada vez más mayores, no quiero que crescais más —. Nos abraza más fuerte.
Bajamos a la cocina junto a papá y Marina, colocan una tarta de fresa delante de nosotros y cantan la canción de happy birthday.
Cuando acaban de cantar los dos soplamos las velas, sonreímos y nos volvemos a abrazar. Después de comer un pequeño trozo volvemos a nuestras habitaciones, Observo cómo la pantalla de mi móvil empieza a encenderse, miles de mensajes felicitandome se dejan ver en esta, decido no contestar ninguno, mañana vería a todas esas personas en mi fiesta y podría darles las gracias en persona.
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Con ayuda de mi mejor amiga subo el vestido hasta poder colocarlo bien, sonrio al verme al espejo, el vestido se me veía perfecto junto al maquillaje y el peinado.
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Sonrio al ver como mi amiga me mira, ella también estaba hermosa con el vestido que pedí para ella.
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Atenea tiene que bajar cuando Hera la llama, salgo al pasillo tropezandome todo el rato por los estúpidos tacones, sonrio al ver a mi hermano esperándome.
Ares: ¿Lista? –. Asiento.
Estira su brazo para que yo pueda cogerme a el, alguien dice nuestros nombres por un micrófono, empezamos a bajar a la vez escalón a escalón, la gente empieza a aplaudir cuando un foco nos alumbra.
