Sus ojos azules podían volver loco a cualquier ser humano que habitara la tierra.
Sus emociones eran como olas, arrasando con todo lo que encuentran a su paso.
Poseía el poder de ser la persona más fría del planeta y a la vez la persona más cariñosa...
No era tan malo como se ve, pero no era del todo bueno.
Le encantaba jugar con los sentimientos de los demás, pero si alguien jugaba con los suyos... El mundo podía preparase para su ira, podía ser tan cariñoso como quisiera pero también el más peligroso que pudieran ver los ojos de cualquier persona.
Se volvió un maniático peligroso cuando una pequeña niña rota sin queré le rompió el corazón, ella ni si quiera se dio cuenta del daño que le hizo al pequeño Hades, pero el juro que no volvería a sentir nada hacia nadie como lo hizo una vez hacia esa niña rota.
¿Tanto le dolió que esa pequeña le rompiera su pequeño corazón? En una escala del 1 al 10, le dolió un 9.
Pero claro esa niña nunca supo lo que hizo y Hades tiene la intención que siga así siempre, pero sigue cumpliendo su promesa hacia el mismo.
Seguirá siendo el maniático peligroso y distante que creo esa pequeña niña sin ni siquiera darse cuenta.
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