°La Chica Del Pelo Azul°

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26

Cojo mi maleta y empiezo a caminar al lado de mi hermano, respiro hondo cuando por fin estamos delante de casa.

Observo a Hades a unos cuantos metros, me sonríe y entra justo detrás de su familia.

Papá: Chicos, tengo que irme-. Nos informa-. Nos veremos la semana que viene, os quiero.

Sin dejar que contestemos, vuelve a subirse al taxi junto a Marina y se marchan.
Ares coge mi maleta, entra en casa y las tira.

- ¡Ares! -. Lo miro.

Ares: Perdón, pesan mucho-. Sonríe inocente-. Yo también me voy, Atenea y yo tendremos nuestra primera cita.

- Pero si os habéis despedido hace menos de diez minutos-. Se encoge de hombros-. Hm, yo me iré a dormir.

Ares: Pues lo que haces todo el rato-. Me abraza-. Nos vemos luego.

. _.

Cierro la pequeña puerta de mi taquilla de un golpe, bufo frustrada mientras acabó de acomodar mis libros en mi mochila.

Eros: Ey, que la taquilla no tiene la culpa de tus problemas-. Habla a mi lado-.

- Oye, pero mira quién se digna a hablarme-. Lo miro.

Eros llevaba días sin hablarme y sin dirigirme la mirada desde que volvimos de Grecia, intentó alejarme de él pero su mano me lo impide y me encierra entre su cuerpo y las taquillas.

Eros: Lo siento-. Se disculpa-. No quiero causar más problemas entre tu y Hades.

- Entiendo eso-. Acarició su mejilla-. Pero somos amigos  desde que nacimos, Eros no puedes alejarme de ti-.

Fijo mi vista en dos personas que se encuentran a pocos metros de donde nosotros estamos, el chico empuja a una chica que nunca había visto en mi vida, sus libros acaban en el suelo, se agacha para cogerlos pero el chico se lo impide poniendo su pie encima de esto.

Eros funce su ceño cuando nota que no le estoy prestando atención, gira su cara para mirar a donde yo lo estoy haciendo.

Eros: ¿Ese no es Chad? -.

Frunzo mi ceño, busco mis gafas dentro de mi mochila para colocarmelas, cuando ya las tengo puestas vuelvo a observar al chico.
Frunzo más mi ceño cuando por fin distingo al chico, Chad, uno de los mejores amigos de mi hermano era el causante de estar molestando a esa chica.

Eros empieza a decirme algo pero lo ignoro, me colo al lado de Chad, este me mira con una sonrisa.

- ¿Te diviertes, Chad? -. Asiente-. Pues mira, te explicaré una cosita.

Chad: ¿Qué cosita? -. Me mira curioso.

- ¿Quieres saber cómo me divierto yo? -.

Chad: Claro, cuéntame preciosa-. Su sonrisa se agranda más.

- Pues mira, Chad-. Me coloco delante de él-. Yo me divierto así.

Con todas mis fuerzas estampó mi rodilla en su entrepierna, Chad retrocede aguantando sus partes, su cara está roja y sus ojos me miran con rabia.

Caos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora