Sus ojos azules podían volver loco a cualquier ser humano que habitara la tierra.
Sus emociones eran como olas, arrasando con todo lo que encuentran a su paso.
Poseía el poder de ser la persona más fría del planeta y a la vez la persona más cariñosa...
Sinceramente hubiera apostado todo a que Hades se habría ido cuando yo despertará, pero no, seguía a mi lado. Estaba dormido, tenía su boca levemente abierta y su pecho subía y bajaba tranquilamente.
No era mi primera vez teniendo relaciones sexuales, pero Hades, Hades había superado a todos. Su forma de moverse, su forma de penetrar es sutil y perfecta.
Hades: Alucianando conmigo he Artemisa.
Del susto me caigo de la cama, escucho como se ríe, su risa es la risa de un mismísimo ángel.
-Sabes, en vez de reírte podrías preguntar si estoy bien.
Hades: No te vas a romper nada cayendote de la cama.-
Empieza a vestirse y yo me tapo con las sábanas. Por cierto, tendría que cambiarlas.
- ¿Te vas?.- mi tono suena más desesperado de lo que quería que sonará.
Hades: No preciosa, pero mis padres y mis hermanos vienen para acá. Mi madre ha convencido a tu padre para que tengamos nuestras famosas cenas familiares.-
Hera Bruel, una mujer que siempre ha sido como una madre para nosotros, siempre, desde que tengo memoria, ha preparado una cena "familiar", esas cenas se hacían cuando alguien lo estaba pasando mal. Y ella tenía el poder de saber cuando uno de nosotros no estaba bien.
- Genial, tengo ganas de comer la rica pasta de tu madre.- me levanto.
Hades: Si quieres yo te doy otra cosa para comer.- me giña el ojo.
- Pervertido.-
Hades: Vamos, si sabes que te encantaría.
- Nunca lo he negado.
Decido darme una ducha ya que había sudado bastante. Si tengo que ser sincera, gracias a Hades se me había pasado un poco el dolor de haber visto hoy a mi madre, pero una vez estas en frío, todo vuelve a la normalidad. Y es lo que me pasa, debajo de la ducha mis lágrimas se mezclan con el agua.
Una vez fuera me visto así
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Hades ya había bajado, así que después de peinarme bajo yo también.
Los Bruel ya estaban abajo esperándome, todos me abrazan. ¿Donde esta Ares?.
Como ya he dicho varias veces, creo que mi hermano puede leer la mente ya que aparece por la puerta, con sus ojos inchados y la cara roja, defenitivamente ha estado llorando toda la tarde.
